viernes, 18 de noviembre de 2011

Así quedó el helicóptero en que viajaba Blake Mora (Multimedia)


Así quedó el helicóptero en que viajaba Blake Mora (Multimedia)

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  • El Universal
  • 18 Noviembre 2011
  • La aeronave sufrió varios impactos contra el terreno, lo que resultó en cientos de piezas desperdigadas por el lugar, un rompecabezas que los expertos se han encargado de unir pieza por pieza para lograr dar una conclusión definitiva
    • Foto: Archivo Vanguardia
    A una semana de que la aeronave en la que viajaba José Francisco Blake Mora, secretario de Gobernación, se accidentara en la sierra de Ayotzingo del municipio de Chalco, donde murieron tanto el funcionario como siete personas más, las partes que conformaban la aeronave se mantienen dispersas en la zona, bajo la lupa del escrutinio de investigadores expertos que analizan cada pieza para un veredicto final.



    Los primeros reportes de las investigaciones han arrojado algunas conclusiones preliminares: el helicóptero no explotó; la aeronave se impactó íntegra; no hubo intento de aterrizaje pues el tren no fue bajado; se tomó una ruta distinta a la habitual, y había condiciones meteorológicas adversas.



    En su caída el helicóptero sufrió varios impactos contra el terreno, lo que resultó en cientos de piezas desperdigadas por el lugar, un rompecabezas que los expertos se han encargado de unir pieza por pieza para lograr dar una conclusión definitiva, por el momento, señalan que el rotor principal cortó diversos árboles de la zona, mientras que el segundo quedó terrenos más arriba, lo que probablemente provocó que la aeronave girara varias veces.



    Las investigaciones iniciales confirman que debido al estado de las piezas, la trayectoria, velocidad, altitud y marcas en el terreno, el helicóptero no cayó ni fue derribado, se estrelló con el cerro en línea recta a velocidad crucero.



    En el lugar se puede observar un encino de aproximadamente tres metros, de los primeros árboles que presentan huellas del impacto, que de acuerdo con los investigadores, fueron realizadas por la fricción del cuerpo del fuselaje de la aeronave, lo que claramente muestra que fue el primer punto de contacto que tuvo el helicóptero al momento de su descenso.



    En tanto, la trayectoria que siguió al momento de su caída fue recta, nivelada y casi horizontal, literalmente embarrándose con la ladera del cerro, abriendo un cráter



    Tras el primer impacto, la aeronave dio una vuelta y de cabeza con el rotor y la helices al suelo se deslizó, lo que provocó un efecto de licuadora que causó la destrucción casi total de la cabina, a mitad de la trayectoria, los peritos encontraron una parte delantera del fuselaje de la nave, clave para explicar cómo fue el impacto. 




    Metros adelante, quedaron las turbinas y una parte reconocible de lo que fue la cabina del helicóptero, en tanto, la parte que destruyó casi en su totalidad la aeronave quedó mucho más adelante.



    Cabe destacar que dichas investigaciones pueden durar varios meses hasta arrojar una conclusión definitiva.





    A continuación, el video que muestra cómo quedó el helicóptero


Pasteurización táctica Recetario: amor y bondad DF, moneda de cambio Simular precampañas


Astillero
Pasteurización táctica
Recetario: amor y bondad
DF, moneda de cambio
Simular precampañas
Julio Hernández López
Foto
SALUDO PRESIDENCIAL. El presidente de Uruguay, José Mujica, saluda durante la ceremonia de bienvenida que le ofreció su homólogo mexicano, Felipe Calderón, ayer en Guadalajara, JaliscoFoto Reuters
L
a izquierda está otra vez ante su espejo. Relegada del proceso de toma de decisiones, la base ciudadana que coincide genéricamente con el ente llamadoizquierda juega a adivinar lo que habrá sucedido en las elites de las que sólo recibe consignas y resoluciones (un ejemplo: las famosas encuestas de las que nadie sabe, nadie supo, más que detalles finales que sirvieron para enmarcar un arreglo de corte netamente político entre dos líderes) y se emociona con explicable razón por las aparentes expectativas de éxito electoral que se podrían derivar de ese idealizado posicionamiento competitivo que produjo el Pacto del Hilton, sin reparar (ni aceptarlos, mucho menos combatirlos) en los componentes maquiavélicos que podrían llevar en 2012 a la corriente del lopezobradorismo a una programada derrota numérica que a la vez sea utilizada por sus adversarios como comprobación de una supuesta derrota histórica.
A cambio de una candidatura de unidad condicionada, la única corriente de izquierda que significa una cierta posibilidad de reformismo popular aceptable, la que encabeza Andrés Manuel López Obrador, ha negociado y cedido en sus posturas de años (con Ebrard, se terminó la etiquetación de ilegitimidad al ahora saludado Calderón; con el nuevo Frente Amplio Progresista diseñado por Manuel Camacho se somete a AMLO a una línea de centroque nadie creerá en éste pero sí servirá para modelar el futuro de Ebrard). Además, esa corriente se encamina a buscar por la vía de la pasteurización táctica lo que sus adversarios le negarán nuevamente por la vía salvaje pero que ahora, al competir de nueva cuenta, en los mismos términos, con los mismos factores bipartidistas de poder amafiado y en peores circunstancias, no podrá adjudicar a un fraude electoral que a nadie sorprenderá dado que en esta ocasión está absolutamente anunciado (tanto en el PRI, con su maquinaria de mapachería aceitada con dinero oscuro y operada por el cártel de ex gobernadores y gobernadores, como en el PAN con los programas sociales utilizados para promoción del voto y con el uso político de la violencia relacionada con el narcotráfico).
Pero ésa es la izquierda que el país tiene. Más crítica que participativa, esperanzada en que los líderes tomen decisiones positivas por meros actos súbitos de bondad o iluminación, ácidamente dolida pero crónicamente pasiva frente a los abusos y traiciones de quienes se han apropiado en todo el país del negocio de la representación de esa franja partidista. Lo que hay es lo que se ve: sin reflexión ni autocrítica, todo se desliza por los toboganes del inmediatismo, lo panfletario y la fe o el denuesto individualizados; sin vida interna auténtica, todo se concentra en las intrigas de su burocracia partidista y en los gestos y lances de sus cupulares personalidades; sin conexión ni interés genuino por las luchas sociales, todo se reduce a lo electoral. La inaceptable izquierda vista en lo general no es más que la suma de las acciones y omisiones de muchos de quienes al ver tal espejo no aceptan reconocerse allí.
López Obrador, por ejemplo, ha tenido a bien asignarse un preocupante perfil espiritualizado que en caso de llegar al gobierno significaría la conducción de los asuntos públicos a partir no de un programa partidista o de compromisos sociales específicamente de izquierda política sino de una suerte de cristianismo amoroso bajo exégesis tabasqueña. No es un asunto menor, por más que los fieros defensores del Estado laico frente a amenazas provenientes de otros partidos se conviertan en comprensivos y sonrientes solapadores del nuevo discurso político-religioso. Además, la fórmula para alcanzar la felicidad en México, ha dicho el predicador Andrés Manuel, consiste en ser buenos. Oremos, hermanos.
La propia joya de la corona liberal mexicana, la capital del país, ha sido empeñada o, más bien, canjeada, por el asentimiento ebrardista a la candidatura de AMLO. Como si nada, el tabasqueño ha anunciado que respaldará laorientación que el capitalino quiera dar al proceso de sucesión en la jefatura de gobierno. Así de sencillo: un pacto pragmático en las alturas define el curso político de una capital que requiere sacudimientos y limpieza ante la acumulación de ineficacia y corrupción que han regido durante las administraciones perredistas el gobierno de la gran ciudad: el reparto del botín entre perredistas ha llevado a la asamblea legislativa, a las delegaciones y al aparato central del GDF a personajes vergonzosos en cuanto a incultura política y general, a depredadores del erario, a trepadores y esquilmadores cuyo único mérito es la pertenencia a determinada corriente del sol azteca. En el propio saldo de Ebrard hay episodios relacionados con la asignación de contratos y beneficios a empresas españolas en materia de construcción de obra pública que merecen revisión a fondo y eventuales sanciones cuando menos políticas. Pero ahora se ha entregado al ganancioso Marcelo la concesión personalísima para que trate de mantener un imperio transexenal chilango.
Otro error en curso es la pretensión de simular competencia interna en los tres partidos pertenecientes al Dia para conseguir los beneficios de la precampaña según los términos electorales previamente establecidos. Nadie obligó a AMLO y MEC a definir en estos momentos y mediante nebulosas encuestas la candidatura presidencial. Fue una decisión de ellos y a sabiendas de que el tiempo en medios y los recursos públicos para precampañas sólo se asignarán a quienes, obviamente, luchen internamente por conseguir una postulación. Andrés Manuel y Marcelo bien pudieron realizar una verdadera precampaña en los tiempos predeterminados para ello y con los beneficios naturales que les corresponderían. Pero estimaron conveniente adelantar la resolución, con sus beneficios y perjuicios. Habilitar a dirigentes partidistas como simuladores de una contienda interna sería una pifia estigmatizante.
Por el bien de todos (los de la izquierda), primero la claridad, la congruencia y los principios. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero

"De la insatisfacción a la indignación"

"De la insatisfacción a la indignación" (Revista Proceso, 6 november 2011)

Indignados en el Monumento a la Revolución
Foto: Octavio Gómez, proceso.com
Los mexicanos nos distinguimos por ser los latinoamericanos más desilusionados con nuestro sistema político. De acuerdo con el nuevo estudio de Latinobarómetro 2011 (www.latinobarometro.com), dado a conocer la semana pasada, solamente 23% de la población se encuentra “satisfecha con el funcionamiento de la democracia”, mientras que 73% de los encuestados están “insatisfechos”. La nuestra es la tasa de insatisfacción más grande de toda la región. Asimismo, de acuerdo con el mismo estudio, en México únicamente 31% de los encuestados expresa que tiene “mucha” o “algo” de confianza en el gobierno.

Estos alarmantes datos hablan muy bien de los mexicanos, quienes no tienen empacho en reconocer el mediocre desempeño de sus instituciones políticas. Mucho peor estaríamos si además de sufrir las consecuencias de la disfuncionalidad gubernamental también estuviéramos “satisfechos” con este fracaso y confiásemos ciegamente en nuestras autoridades. Los datos confirman la sana conciencia crítica de los mexicanos con respecto al desempeño gubernamental.

Esta actitud escéptica nos coloca en una situación más cercana a la cultura política de Europa que a la de los demás países de América Latina. Mientras en el “nuevo mundo” un promedio de 45% expresan “mucha” o “algo” de confianza hacia su gobierno, en el “viejo continente” el porcentaje de confianza es mucho más bajo y alcanza 29%. Lo que estimula la transformación institucional y el avance democrático no es la complacencia, y mucho menos la autocomplacencia, sino precisamente una sostenida insatisfacción ciudadana que lleve a la población a exigir más y mejores garantías a las autoridades.

Los mexicanos también tienen mucha claridad con respecto a las raíces de la crisis que actualmente aqueja al país. Señalan a la corrupción como el problema más importante, el 55% de la población la ubican como el principal asunto “que le falta a la democracia en el país”. Asimismo, la gran mayoría de la población (61%) afirma que “los que menos cumplen con la ley” en México son “los ricos”. Y solamente 22% de la población cree “que se gobierna en bien de todo el pueblo”, 2% menos que en 2010. Solamente Guatemala, El Salvador, Honduras, República Dominicana y Costa Rica tienen porcentajes menores en esta última medición...

ARTÍCULO COMPLETO DISPONIBLE EN REVISTA PROCESO

La Jornada: Astillero

La Jornada: Astillero

sábado, 12 de noviembre de 2011

“Redentores. Ideas y poder en América Latina”


 
 
 
 
 
 
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MVS.
Carmen Aristegui
, conductora, realizó una extensa entrevista en el estudio a Enrique
Krauze respecto a su libro “Redentores. Ideas y poder en América
Latina” y otros temas como el PRI y Salinas de Gortari.
Enrique Krauze: Son poetas, novelistas, guerrilleros,
políticos, líderes, teólogos, en fin, es un mural biográfico de América Latina.
Son 12 personajes a quienes vinculan de alguna manera, en algún momento de sus
vidas, la pasión revolucionaria que ha sido tan importante y tan central en
América Latina.
Carmen Aristegui: Hablando de México, y de nuestra
realidad política actual o de los últimos años, te costó mucho con la izquierda
mexicana aquello del Mesías tropical, sobre López Obrador, que no está en el
libro, pero que está en tus análisis de estos años. Sobre la realidad mexicana
y sobre este personaje en particular ¿qué dices? ¿Dónde está el tema del
liderazgo popular y las estructuras democráticas de un país? ¿Cómo deben
coexistir estos personajes con las aspiraciones democráticas de un país?
Enrique Krauze: Que pregunta tan importante me
estás haciendo. Yo ejercí la oposición al PRI desde el año 68 sistemáticamente
hasta el año 2000. Ahí están mis libros, ahí están mis ensayos.
Luego
he tenido una actitud independiente y crítica, también está en mis libros, con
los muy decepcionantes gobiernos panistas, primero el de Fox y luego el de
Calderón.
Pero
desde un punto de vista de la democracia liberal, y yo soy un demócrata
liberal, me preocupó el perfil redentorista de Andrés Manuel López Obrador. Y
con la plena convicción de que ganaría las elecciones de julio escribí ese
ensayo. No lo escribí “a toro pasado”, lo escribí a sabiendas de que
costaría muy caro porque en México el perfil de un demócrata liberal se
confunde con el de un conservador. Yo no soy conservador, igual que Octavio Paz
no lo fue.
Carmen Aristegui: Te tildan de derecha.
Enrique Krauze: Todos aquellos que no estemos de
acuerdo con el perfil redentorista son considerados de derecha, porque él tildó
de derecha a todos los que no están con él.
Pero
yo no incluí a López Obrador en este libro, porque éste es un libro de
historia, no es un libro de política actual, y la política actual todavía tiene
capítulos pendientes y futuros.
Hago
votos porque la izquierda mexicana encuentre un camino, que no sea el camino
redentorista con López Obrador o sin López Obrador.
Sigo
firmemente convencido que para que un proyecto de izquierda funcione en México
tiene que tener las características que tuvo en Brasil el gobierno de Lula.
Carmen Aristegui: ¿Hay un Lula mexicano? ¿Lo ves?
Enrique Krauze: Ebrard se aproxima mucho más a ese
perfil que López Obrador. Pero yo no descarto la posibilidad y por eso no
descarto ese ensayo.
Durante
la entrevista Carmen Aristegui abordó
el tema del nuevo libro de Carlos Salinas
de Gortari del cual Krauze dijo no querer hablar.
Enrique Krauze: Mejor hablemos de mi libro
Carmen Aristegui riendo dijo: Ya de tu libro hablamos
muchísimo.
El
libro de Salinas de Gortari, este nuevo libro que se llama “¿Qué
hacer?” Me detengo a la alusión que se hace sobre éstos a quienes llama
“intelectuales orgánicos”, y la dedicatoria que te hace de cuatro
páginas, que merece atención porque a final de cuentas es un expresidente de la
República y un personaje de esta dimensión.
En
tono molesto Enrique Krauze comenta:
No es un nuevo libro, es un refrito del libro que publicó hace un año. No estoy
de acuerdo contigo. Yo no le concedo ninguna autoridad intelectual y moral a
Carlos Salinas.
Carmen Aristegui: Ese no es el tema, el tema es que
fue presidente de México.
Enrique Krauze: Fue presidente de México y
precisamente porque me ataca a mí y a varios de nosotros por la razón de que
varios de nosotros estuvimos activos en oposición a su régimen.
En
los ’80 ser un intelectual del PRI era una cosa casi vergonzosa.
El
PRI se ha quedado sin intelectuales, entonces el señor Salinas sale con estas
publicaciones, la primera muy gorda, ésta muy flaca, pero es la misma. Sale a
la palestra y dice: aquí estoy yo. ¡Él quiere ser el nuevo intelectual orgánico
del PRI! Eso es todo.
Ataca
a los intelectuales, comunicadores, periodistas –incluida tú Carmen, dijo
Krauze- que no está de acuerdo con él, que lo critican.
Beatriz
Paredes confesó hace poco en una asamblea: nuestra indefinición nos coloca como
un “partido gelatina”, porque nos amoldamos al poder en turno. Bueno,
entonces sale Salinas de Gortari, levanta la mano y dice: yo estoy aquí, yo
puedo ser el intelectual orgánico.
El
expresidente “echa una gran cortina de humo, una especie de reivindicación
histórica, atacando a quienes lo criticamos, pero no vamos a olvidar la caída
del sistema, la quema de boletas en el ‘88, a la izquierda que él decía no ver
ni oír, pero si la reprimía. No vamos a olvidar que abandonó a Colosio, que se
negó a promover una reforma política, y que sólo actuó cuando el sistema
estalló con el levantamiento zapatista y el asesinato a Colosio.
En
cierta forma, pienso que es bastante honroso que el hombre más impopular y
desprestigiado de la historia de México me ataque.
Carmen Aristegui recordó cuando ella realizó una entrevista
a Miguel de la Madrid, de la cual una parte de dicha entrevista generó una
reacción violenta de Salinas de Gortari hacia su persona por difundirla y
hacerla.
Aristegui lamentó lo que sucedió con De la
Madrid en ese episodio. Y en esa entrevista decía De la Madrid decía que
Salinas podía salir ya a cualquier lado sin ser atacado.
Enrique Krauze: Yo me he dedicado a escribir
libros y editar revistas mientras Salinas se ha dedicado a buscar el regreso
del poder. Y si el PRI quiere invitar a Salinas de Gortari a la foto, colocarlo
al centro e foto junto con Peña Nieto, pues será problema del PRI.
Carmen Aristegui: ¿Qué significa para el PRI la
incorporación en la foto de salinas?
Enrique Krauze: La prueba de que el PRI no ha
cambiado y realmente no quiere cambiar.
Carmen Aristegui: Ya que hablamos de la actualidad de
la política mexicana, Peña Nieto que se perfila rumbo a la Presidencia de
México si nos detenemos a las encuestas, hablando de estos redentores que rango
de riesgo encuentras de que en un contexto como en el que México vive haya un
músculo, un impulso desde la propia sociedad para buscar a un redentor.
Enrique Krauze: Hay varios impulsos preocupantes
en la sociedad mexicana actual y vamos a ver en los próximos meses y ahí está
la gran responsabilidad de quienes tienen voz pública. Uno es el impulso de la
continuidad que ya es insostenible porque no ha dado crecimiento económico ni
seguridad al país, otro es el impulso de la restauración, otra es la tendencia
redentorista.
Que
tremenda eres Carmen.
Carmen Aristegui: Leve, leve estuvo el asunto, eh.
Pudo ser peor.
Enrique Krauze: ¿De veras?
Carmen Aristegui: Sí, te invito otra vez.
Enrique Krauze: Estuvo sabroso. Bueno, lo
posponemos para mañana.



Cárdenas, el mezquino


Cárdenas, el mezquino

Cárdenas y Calderón. Egoísmo. Foto: Octavio Gómez
Cárdenas y Calderón. Egoísmo.
Foto: Octavio Gómez
MÉXICO, D.F., (apro).- La contribución de Cuauhtémoc Cárdenas a la democracia en México es inobjetable hasta para quienes ahora avalan entregarle la medalla Belisario Domínguez, pero no deben omitirse episodios en los que ha sido también un político mezquino y hasta desleal.
La exhibición plena del egoísmo de Cárdenas se presentó en el proceso electoral de 2006, no tanto por desdeñar los actos de campaña de Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial del partido de ambos, sino por una decisión insólita: Aceptar, a 15 días de las elecciones, ser empleado de Vicente Fox.
El 19 de junio de ese año, Cárdenas aceptó coordinar la Comisión Organizadora de la Conmemoración del Bicentenario del inicio del Movimiento de Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana que le ofreció Fox, quien lo definió –hipócritamente— como “un ejemplo de congruencia con sus ideales y un gran luchador por la democracia”.
Ese cargo Cárdenas lo recibió del mismo individuo que actuó peor que los presidentes priistas al inmiscuirse en todo el proceso electoral y, aun antes, desde que impulsó el desafuero contra López Obrador, todo lo cual convalidó hasta que, pasadas las elecciones –el 8 de noviembre– renunció.
Reconoció lo obvio: La “controversia en el interior del partido político en el que milito y en algunas expresiones políticas con importante presencia nacional”, pero también que sus tareas requerían “un ambiente de respeto, ajeno a crispaciones políticas”.
Lo cierto es que Cárdenas –que no es ingenuo– fue funcional a los intereses antagónicos del PRD y de quienes siempre lo han despreciado, como Fox, quien consideró que al darle la Belisario Domínguez esa medalla se degradaba “del oro al cobre”, porque lo considera un personaje “ordinario”.
Pero desde el inicio mismo de la campaña de 2006, Cárdenas envió un mensaje claro de apoyo a Felipe Calderón, justo en la primera gira de éste a Michoacán: Su incondicional Enrique Bautista, secretario de Gobierno, apareció en un acto del candidato del PAN, a quien luego invitó a cenar el gobernador Lázaro Cárdenas.
Pero, ya antes, durante el embate del gobierno de Fox que derivó en el desafuero de López Obrador, que se consumó el 7 de abril de 2005, Cárdenas se mantuvo al margen, según él para no participar en “actividades electorales” que no fueran a su favor.
Enrique Calderón Alzati, un asesor de Cárdenas, exhibió justamente la mezquindad de éste al decir que “sería muy injusto que, después de tantos años de trabajo y de lucha, se le pida que esté al frente de la campaña política de López Obrador”.
La realidad es que, en efecto, Cárdenas fue desplazado por López Obrador en el liderazgo de la izquierda, sobre todo por la gestión que cada uno tuvo al frente del PRD primero y luego del gobierno del Distrito Federal, con resultados contrastantes: El primero, en una gestión de tres años, opaco y su sucesor, en ese mismo lapso, espectacular.
Es sabido que López Obrador le planteó a Cárdenas instrumentar programas sociales fundamentales para la izquierda, como él lo hizo desde el inicio de su sexenio, pero Cárdenas los desechó, y ahí se abrió el abismo.
López Obrador, tras la derrota de Cárdenas en 2000, tomó su propio camino y la distancia entre los dos ya no se acortó, pero jamás lo descalificó: “No me voy a pelear con la historia”, decía.
Inclusive, en una charla con este reportero, en el proceso de desafuero y ante la mezquindad de Cárdenas, López Obrador decía comprenderlo:
“Me le atravesé al ingeniero, a quien respeto por su estatura moral. Lo entiendo. Si yo hubiera estado en su lugar, y alguien se me atraviesa, hubiera preferido irme a dar clases a una preparatoria de Macuspana. El ingeniero ha actuado con mucha responsabilidad.”
Pero, en el 2006, Cárdenas no se fue a Morelia ni a Jiquilpan, la tierra de su padre, porque él nació en la capital de la República, sino se hizo empleado de Fox y luego, en una contradicción con su historia y la del país, avaló a Calderón, apellido emblemático del partido de la derecha que combatió a su padre y a su proyecto nacional…
En ese sentido, Cuauhtémoc Cárdenas no sólo fue mezquino, con razón o sin ella, con López Obrador, sino desleal con un proyecto de nación que será derrotado otra vez si, en Michoacán, Luisa María Calderón vence al candidato de la izquierda, un individuo apellidado Aureoles, y se suma, como en 2006, al proyecto que atacó al de su padre…
Apuntes
Lo que inició la guerra fue un acto de corrupción: Cuauhtémoc Cárdenas tuvo como secretario particular a Alfonso Vaca Morales, que luego fue director de Servicios Metropolitanos (Servimet) del gobierno del Distrito Federal, que la Contraloría con López Obrador inhabilitó, en 2003, por un quebranto por 50 millones de pesos del patrimonio capitalino por la venta de un terreno en Santa Fe. Cárdenas montó en cólera… Es la misma razón por la que calla ante la infame intervención del gobierno de Felipe Calderón a favor de su hermana en Michoacán, que Jesús Ortega, Carlos Navarrete y los corruptos del PRD avalan…

El PAN y su “cochinero”


El PAN y su “cochinero”

Gustavo Madero, presidente del PAN. Foto: Octavio Gómez
Gustavo Madero, presidente del PAN.
Foto: Octavio Gómez
MÉXICO, D.F. (apro).- La reactivada antropofagia perredista, que ratifica la agonía de ese proyecto, ha dado a la cúpula del Partido Acción Nacional (PAN) la coartada para el dedazo en la mayoría de las candidaturas legislativas para el próximo año, que está bajo el control de Felipe Calderón, pero implica también la réplica de los principales factores de su derrota de 2009.
En efecto, además de los gastos que implican las campañas internas para un partido que está en quiebra, derivado justamente de 2009, la razón principal del PAN que preside Gustavo Madero para designar candidatos desde la cúpula es que las contiendas, aun sin ser abiertas a no militantes, representan un riesgo de confrontación y, por tanto, de división.
Esto debido a que en el PAN se han afianzado en todos los estados de la República facciones internas –hordas, como las tribus del PRD– que controlan la estructura y el padrón, sobre todo en los estados donde es gobierno –Guanajuato y Jalisco son ejemplos–, por lo que los procesos internos están decididos de antemano a partir de prácticas clientelares y fraudulentas.
Sin embargo, no es mejor el remedio que la enfermedad si se toma en cuenta que los dedazos fueron un factor clave en la derrota de 2009, según la Comisión de Reflexión y Análisis del PAN, que en su informe sobre la debacle de 2009 afirmó que “se dieron injerencias indebidas de nuestros gobiernos para definir la selección de candidatos”.
Según el documento, que el reportero publicó en Proceso en julio de este año, entre la militancia se generó “desánimo y molestia por el proceso de selección de candidatos”, porque hubo “imposición de candidatos plurinominales de fuera del entorno estatal”, “en algunos casos el PAN no postuló a los más aptos para el cargo” y “el CEN designó en algunos casos a buenos candidatos, pero el partido no los acompañó”.
Pero además, según el informe, “la designación de candidatos fue tardía y no consensuada”, “no se definió un perfil mínimo de candidatos, no se formalizaron compromisos a cumplir por los candidatos ni se les proporcionó capacitación”, “el PAN se olvidó de identificar a ciudadanos distinguidos para postularlos como candidatos” y “se descartaron líderes internos en pos de atraer priistas”.
Ahora la dirigencia que encabeza Madero –a quien ya se le llama “Madedo”–, previa propuesta de la Comisión Nacional de Elecciones, ha decidido que 141 de los 300 candidatos a diputados uninominales serán designados por “dedazo” del CEN, mientras otros 143 serán electos por votación de la militancia y apenas en 16 podrá participar la ciudadanía.
El dedazo se lleva también a la designación de los candidatos a diputados plurinominales en 21 estados y en sólo 11 habrá elección de militantes, mientras que en 24 entidades los senadores serán también por designación.
Este número de dedazos contraviene las recomendaciones de la Comisión de Reflexión y Análisis, presidida por José Luis Coindreau, en el sentido de que éstos “deben ser por excepción”, pero falta ver si se cumple con “justificarse la causa” y “consultarse con los liderazgos formales e informales de la circunscripción respecto de la bondad de la propuesta en cuestión, y se ha de cumplir con el perfil ya señalado”.
Pero el dedazo tiene su lógica: Calderón busca seguir manteniendo el control del PAN en el Congreso para cuidarse las espaldas y, no hay que perder de vista, edificar desde ahora la candidatura presidencial de Margarita Zavala, su mustia mujer que ha sido más eficaz –no menos ambiciosa– que Marta Sahagún.
Con independencia de quién sea el candidato presidencial –y todo apunta a que será Josefina Vázquez Mota–, el gran perdedor es, también con las designaciones, Santiago Creel, a quien sólo le quedan los alardes.
Así, vistos lo conflictos en el PAN y en el PRD, del que nos ocuparemos la próxima semana, el PRI da la apariencia de demócrata.
Apuntes
Quién sabe qué nuevo contubernio ha hecho con Calderón, pero el PRI en el Senado perfila su aval a Héctor Villarreal para dirigir Notimex, la agencia de noticias del Estado mexicano. Luego de que la semana pasada aquí se probó que Villarreal no cumple con los principios rectores de la ley de Notimex, único medio público que la tiene, por su añeja militancia panista y de ser incondicional de Calderón desde hace al menos tres lustros, ahora un grupo de prominente juristas de la UNAM, como UAM, ITAM, El Colegio de México, así como periodistas como Virgilio Caballero, Humberto Musacchio y José Luis Vázquez, director de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, enviaron una carta al presidente del Senado, el panista José González Morfín, para que no se avale a ese personaje. “No es un asunto personal, sino de idoneidad, pertinencia y oportunidad. Por esa misma razón consideramos que no reúne las cualidades necesarias para garantizar la independencia editorial a que se refiere el artículo 16 de la ya referida ley”, exponen en la carta los juristas Jorge Carpizo, Diego Valadez y Ernesto Villanueva. “Creemos que Notimex debe ser fortalecida como agencia de noticias del Estado, no ya del gobierno mexicano como lo fue hace algunos años. Tenemos la convicción de que ese proceso de fortalecimiento institucional pasa por dejar fuera de las cuotas de partidos, y de negociaciones al margen de los mejores intereses del país, la forma en que se concreta el nombramiento de su Dirección General. Ese riesgo se hace más evidente ahora, de cara a las elecciones federales y locales que tendrán lugar el año próximo. Creemos que se debe anteponer el interés de la comunidad sobre cualquier sospecha, prejuicio o percepción que pudiera hacer pensar que Notimex ha regresado a sus orígenes de medio al servicio del gobierno federal.”