miércoles, 22 de julio de 2009

EL FRACASO MONUMENTAL

Un fracaso monumental
JOHN M. ACKERMAN
La utilización de las Fuerzas Armadas para labores de seguridad pública ha resultado un rotundo fracaso. El recrudecimiento de la violencia en los últimos días, y sobre todo en aquellos estados con mayor presencia militar como Chihuahua y Michoacán, demuestra que los militares no son más efectivos que los policías en el combate al narcotráfico y al crimen organizado.
La “toma” de Ciudad Juárez por los militares a partir de febrero no ha tenido los efectos esperados. Después de una reducción temporal en la cantidad de asesinatos, la violencia se ha repuntado en los últimos meses. Hoy, en promedio mueren de forma violenta seis personas al día en esta ciudad fronteriza. En una encuesta levantada por El Diario de Ciudad Juárez en mayo pasado, más de 54% de los entrevistados dijeron que la inseguridad y la violencia en esa área ha empeorado en 2009 con respecto al período correspondiente al año pasado. El excelente reportaje de Marcela Turati publicado en la edición 1706 de Proceso resume de manera elocuente el fracaso del “experimento” en Juárez.
Las violaciones a los derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas siguen en franco aumento. Incluso el ombudsman nacional, José Luis Soberanes, declaró en su comparecencia ante el Congreso el martes 14 que “la situación de Ciudad Juárez es un ejemplo de la necesidad de que el gobierno federal replantee su estrategia de seguridad pública, ya que la actual no parece rendir los resultados esperados. Es preocupante que el despliegue de las fuerzas federales no haya detenido la violencia que genera el crimen organizado y el narcotráfico. Por el contrario, ha dado como resultado innumerables quejas por presuntos abusos contra personas inocentes”.
Los recientes informes de Human Rights Watch, así como los reportajes de The Washington Post y Los Angeles Times sobre el tema, tampoco dejan lugar a dudas. Casos como el del artero asesinato del luchador social y profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez Manuel Arroyo, el pasado 29 de mayo, y los recientes asesinatos de dirigentes mormones de la comunidad de Le Baron, simbolizan nítidamente lo que ocurre ante el caos y la falta de legalidad que imperan en el país.
Con la militarización de la lucha contra el narcotráfico le ha salido el tiro por la culata al gobierno de Felipe Calderón. La presencia de los militares en las calles no ha provocado más orden, sino mayor confusión entre la sociedad. Una ciudadanía acostumbrada a ser amenazada por armas largas a plena luz del día es una población sumamente vulnerable a los ataques del crimen organizado. Pareciera que el objetivo del gobierno es que los ciudadanos perdamos nuestra capacidad de asombro, de denuncia y de protesta.
La situación actual es particularmente grave, ya que no queda claro a quién podríamos recurrir después del fracaso de las Fuerzas Armadas. La derrota definitiva de los militares dejaría abierto el camino para la propagación de milicias ciudadanas de autodefensa, tal y como ha ocurrido ante la total ausencia de la protección del Estado, por ejemplo, en las favelas de Brasil. Sin embargo, esta “solución” sólo genera mayores problemas, pues finiquita cualquier apariencia de un Estado de derecho y nos acerca a la barbarie.
El sistema de procuración de justicia del país también se encuentra en un estado desastroso. El abuso de la figura del arraigo evidencia la falta de desarrollo de un sistema de inteligencia criminal eficaz. En lugar de detener a los delincuentes una vez que la autoridad cuenta con información fidedigna respecto a los delitos cometidos, el gobierno prefiere capturar primero a los sospechosos e investigar después. Amén de ineficiente, esta estrategia implica una evidente violación a los derechos de los acusados.
Los gobiernos neoliberales siempre han insistido en que las cuestiones sociales tienen que empeorar antes de mejorar; argumentan que el sufrimiento producido en el corto plazo por la reducción del gasto público, la desregulación económica y la privatización de las empresas públicas desembocará en una mejora significativa en la economía en el largo plazo. Sin embargo, la terca realidad siempre ha desmentido este falso postulado, pues hemos visto que el dolor y los sacrificios solamente se han agravado más a partir de las recurrentes crisis de las últimas tres décadas.
Algo similar ocurre con el actual discurso con respecto a la seguridad pública. Una vez más, nuestros gobernantes buscan vendernos la necesidad de sacrificios en el corto plazo a cambio de una vaga promesa de paz y estabilidad en el futuro. Así como el agravamiento del hambre en el campo supuestamente sería un indicador del éxito de las estrategias de “ajuste estructural”, el aumento de la violencia, hoy, supuestamente revelaría el éxito de la estrategia de combate al crimen organizado. En ambos casos el gobierno miente en su afán por apaciguar a la ciudadanía.
Una vez más la opacidad sigue siendo la regla de oro. La cobarde negativa del procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, a comparecer ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y la vergonzosa complicidad del PRI al respecto, recuerdan la negativa del gobierno federal para esclarecer las operaciones de Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) durante los noventa. En ambos casos el PRI y el PAN se alían con el fin de blindar el manejo del Estado mexicano del escrutinio público y la rendición de cuentas.
Así como ante la crisis financiera global resulta evidente que urge una transformación radical en la estrategia de desarrollo económico, también se requiere de un giro de 360 grados en la estrategia de combate a la delincuencia organizada y al narcotráfico en el país. De otra forma, los cimientos básicos del Estado moderno y de la democracia continuarán estando en riesgo.

martes, 14 de julio de 2009

LAS CARCAJADAS DE LOS NARCOS

Las carcajadas de los narcos
Lydia Cacho
El IMSS pagó más de 800 mil dólares en subsidios a la guardería de la familia del narcotraficante El Mayo Zambada. En Washington ahora se preguntan cómo diablos le harán para que los congresistas estadounidenses aprueben futuras partidas de Plan Mérida para México, que podrían terminar en los bolsillos de los cárteles.
No, no fue en la era del PRI, esa a la que culpa Calderón cada vez que cuestionamos la guerra y la corrupción. Fue Molinar Horcasitas cuando era director del IMSS; un panista que ha vivido de dar lecciones de ética y buen gobierno. Firmó el convenio para que la familia del narcotraficante maneje una guardería pública en Sinaloa.
No hay excusa ni pretexto; cualquier persona puede entrar en Internet, teclear el nombre de la representante legal y encontrarse, desde antes de firmar el contrato, con el listado de los negocios para lavar dinero de El Mayo Zambada.
El aviso en la dirección electrónica http://www.treas.gov/offices/enforcement/ofac/actions/20070517.shtml está allí justamente en aras de la trasparencia y para que nadie, ni de México ni de Estados Unidos, cometa el error de vincularse con el narcotraficante.
Como si no fuera suficiente la falta de profesionalismo y pericia del director y Consejo Técnico del IMSS, también el gobierno de EU, que ya conocía esta asociación, hizo ojo de hormiga. Cuando la cooperación estadounidense entrega donativos a las asociaciones civiles, les hace firmar medio centenar de documentos de responsabilidad jurídica, revisa las facturas y gastos, exige transparencia total por 10 mil dólares; sin embargo, a sabiendas de que el gobierno federal no sólo es incapaz de dar seguimiento a uno de capos más buscados, sino que se asocia con su familia con recursos públicos, aprobó la entrega de 400 millones de dólares para la narcobatalla. Algo no cuadra; el Departamento de Estado ha dicho que esta es una guerra fallida. Si lo es, ¿para qué invierten en ella? ¿Qué estará cediendo Calderón a cambio de esa ayuda?
Las y los legisladores estadounidenses que aprobaron el Plan Mérida conocen las debilidades del gobierno calderonista. Conocen la corrupción de altos mandos policíacos, saben de la falta de equipo y recursos para trabajo de campo de inteligencia del Cisen.
Luego de un gasto multimillonario y de la estela de daños “colaterales” (como Calderón llama a las violaciones a los derechos humanos) que dejan 10 mil soldados en Chihuahua, sabemos que fue inútil ese despliegue militar y que lo que se necesitaba era invertir en servicios de inteligencia para aislar y detener a los narcotraficantes y sus redes sociales; justo lo que hace un año la Sedena y expertos independientes en inteligencia y seguridad le dijeron a Calderón.

Si no son capaces de darse cuenta de que el IMSS está subrogando guarderías al narco, algo que podrían descubrir con una búsqueda simple en Google, qué podemos esperar de esta ineficaz guerra si no más violencia, más muertes, menos derechos humanos para la sociedad inocente, y claro, las carcajadas de los narcotraficantes.
(Para leer más sobre el efecto de la militarización en México lea:
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/169676.html)

viernes, 10 de julio de 2009

Carta a los secuestradores

Lydia Cacho

Cada vez que uno de ustedes asesina a una persona, se hace más pequeño ante sí mismo y ante los demás. No, no son grandes, ni valientes, ni fuertes ni malos profesionales. Su vida carece de sentido y por eso consideran que secuestrar, torturar y cobrar por ello les hace grandes y poderosos. El poder que tienen en realidad es minúsculo, no depende tanto de ustedes como de la incapacidad, ignorancia y debilidad de quien debiera ser su adversario: las autoridades mexicanas.

Ustedes son un puñado regado por todo el país; hay millones de hombres y mujeres que no les temen, que no se arrepienten, que no se venden ni venden a sus familiares a cambio de que ustedes les perdonen, magnánimamente, la vida.

El dinero tampoco los hace mejores; ni sus camionetas y autos de lujo, ni las armas de alto calibre, ni la mirada ruda que finge no sentir nada, porque ustedes, la mayoría deben beber o drogarse para soportar la vida. Duermen con miedo aunque lo nieguen, miedo de la traición de su pareja, de sus compas, de sus cómplices policiacos. Este país, México no es tan suyo como imaginan, aunque vean en los periódicos las portadas con sus fechorías, y celebren a escondidas que otro medio les dio ocho columnas, que la tele los hace cada vez más malos ante la mirada de la sociedad; es un espejismo, cada vez que matan a alguien, ustedes empequeñecen.

Hace una semana una mujer murió en manos de un secuestrador que debió suicidarse sin saber qué hacer. Antier, asesinaron a Benjamín Le Barón, pero su comunidad no está asustada, está indignada y les rebasa en número y en fuerza moral. Ustedes cuentan con la cobardía y avaricia de algunos gobernadores, procuradores y jueces, eso está claro. Sin embargo no crean todo lo que ven, todo lo que leen. Este país no vivirá secuestrado por el miedo. Cada vez hay más gente que les señala, que les reconoce, que logrará, como hizo Benjamín Le Baron, que otra veintena pague por sus delitos. Ustedes, en realidad, son poca cosa, su camino es el equivocado, y este país aun es nuestro.

lunes, 6 de julio de 2009

DEMOCRACIA AGONIZANTE

Democracia agonizante
Julio 6, 2009 1:06 pm Lydia Cacho Ribeiro Noticias, PLAN B

Publicado en El Universal y otros diarios del país.

Plan b

Lydia Cacho

Este domingo que el PRI arrasó en algunos de nuestros estados, recordé julio del 2000. Cuando creíamos que el IFE de Woldenberg había llegado para quedarse, sólido y honesto, que era nuestro caballo de Troya para conquistar la democracia; cuando creímos que la transparencia una vez instaurada nos haría un poco más libres. En aquél momento millones de personas votaron por Vicente Fox porque mostró que era un tipo cualquiera (y luego lo demostró de la peor manera) y porque él se convirtió en el instrumento para deshacerse de la clase política priísta que estaba llevando al país al colapso por la vía de la corrupción y la injusticia.

Nueve años después, cuando los grandes expertos nos dijeron que el cambio de partido nos llevaría a la madurez democrática, nos encontramos en las urnas con una sensación de que el voto nulo o el abstencionismo darían una lección a los partidos. Vimos los camiones acarreando gente del PAN, PRI y PRD. Las mismas técnicas de antaño, colores diferentes.

Los altísimos índices de abstencionismo no deben desestimarse. No acudir a las urnas, aunque el IFE diga lo contrario, es un acto político; es una forma de resistencia y un derecho. Descalificar el abstencionismo y el voto nulo no les arrebata fuerza social y carga ideológica.

México está en uno de los momentos más difíciles de su historia moderna. Las y los expertos nos dicen que somos un símil de Colombia en los tiempos más complejos. Estamos rodeadas de ira, de hartazgo, de violencia. Los políticos han logrado crear un ambiente tan violento que ya no hay adversarios sino enemigos. Ya no hay divergencias sino descalificaciones, trampas e insultos. Con las elecciones nos pone a prueba la vieja clase política que se resiste a la renovación. Esa que se disfraza, que cambia el discurso pero es corrupta igual. Los partidos se dividen no por sus enemigos sino por la ambición de sus aliados. Ganan los que hacen mejores trampas porque no tienen sentido de Estado (bien sabemos que el PRI nunca lo tuvo).

Las y los políticos ofrecen lo que no pueden aportar. No es necesariamente cinismo sino una mezcla de ignorancia y pasión por un poder patriarcal impositivo, parlanchín y poco transformador. Más allá del real decaimiento de una fiesta democrática que duró seis años, y que en los últimos tres se apagó al ritmo de las balas, bajo los ríos de sangre, con el miedo a las botas militares y a la incertidumbre del secuestro y la muerte; estas elecciones fueron un paso más para recordarnos que la sociedad tienen un poder transformador que debe articular mejor. Sí, el PRI seguirá recuperando bastiones, no por su credibilidad sino por la incapacidad de la oposición. Los partidos pequeños desparecerán. El PAN seguirá fomentando mano dura y alentando la pasión por la militarización. Ante las cárceles atiborradas de criminales y el sistema de justicia penal atrapado en una reforma que no dará frutos en muchos años, llegarán más paramilitares (Los matazetas no son más que eso) y veremos más videos de limpieza social por Youtube.

Estas intermedias nos recordaron que a la democracia no se llega por las urnas, sino por la transformación cultural. En Colombia el 60% de los diputados ha estado en la cárcel por nexos con narcotráfico y con paramilitares. La historia no miente, la gente se auto engaña. Ahora más que nunca la sociedad civil debe aglutinarse, crear organizaciones sólidas de Derechos Humanos, coordinarse y aprender a prever escenarios de descomposición social y elaborar proyectos de educación para la paz.

La sociedad civil ahora tiene la tarea política de rescatar el valor de la vida humana, prepararse para lo peor, que apenas viene, y trabajar por la paz que algún día llegará. www.lydiacacho.net
3 Responses

1. salome Says:
Julio 6th, 2009 at 3:31 pm

¿Cómo se hace para entender lo que pasa en nuestro país?…¿cómo le explico a mi hijo de 12 años, cuando me pregunta “pues qué no estaban los adultos hartos del PRI, su corrupción y su manera de gobernar”?, ¿cómo le explico que no es un partido el único que mancha nuestra historia?, ¿cómo se pasa el trajo amargo después de ver que el 60 por ciento de nuestros compatriotas ha decidido simplemente tirar la toalla?, ¿qué país estamos construyendo?, ¿qué país el nuestro lleno de impunidad e injusticia?
Quiero esperanza, quiero certeza, compromisos reales cumplidos, políticos honestos…¿será posible?
2. ernesto Says:
Julio 6th, 2009 at 8:30 pm

sólo una pequeña observación : en estas elecciones intermedias del sexenio de Calderón hubo menos abstencionismo que en las elecciones intermedias del sexenio de Fox.
3. ave Says:
Julio 6th, 2009 at 9:43 pm

La gente que voto por el PRI solo lo hizo como voto de castigo hacia el PAN, ya que resulto peor el cambio, con las mismas mañas del PRI . El PRD no dio color con tantas broncas internas en su partido .Asi las cosas, los ciudadanos sintieron que votar nulo no ayudaria y los votos llenaron las urnas del PRI.
ESTAMOS ENTRAMPADOS EN UN PAIS QUE NO OFRECE SOLUCIONES……ESTO SOLO ES UN SINTOMA DE LO QUE OCURRIRA EL 2012