lunes, 30 de marzo de 2009

"GRITOS Y SUSURROS" UNA LECTURA APASIONANTE


"Gritos y susurros", de Denise Dresser, una lectura apasionante Imprimir E-Mail
06/08/04
Portada de un
libro que hay que leer
Ciudad de México. 1º de agosto del 2004. No hay duda de que el universo femenino es fascinante y heterodoxo, que la voz de las mujeres se escucha en todos los ámbitos con admiración y respeto, que es necesario e impostergable un "México nunca más sin ellas".

Lo anterior queda plenamente confirmado después de la lectura de "Gritos y susurros. Experiencias intempestivas de 38 mujeres", publicado por Grijalbo dentro de su colección "Raya en el agua", donde bien podrían agregarse los calificativos exitosas, emprendedoras, sobresalientes, destacadas, brillantes y un largo etcétera al sustantivo mujeres. Y quizás por eso Dresser tomó el título de una película de Ingmar Bergman para nombrar este hermoso libro.

Desde que comienza la lectura, con "Me desperté cincuentona", de la actriz Patricia Reyes Spíndola, hasta finalizarla con el texto de la coordinadora de este libro, "Sobreviviente", de Denise Dresser, al lector le cuesta trabajo interrumpir la lectura, ansioso por saber quién sigue, qué historia apasionante lo espera a la vuelta de la hoja.

En efecto, apasionante es un buen adjetivo para definir este libro: apasionantes historias de mujeres que han sabido escalar los peldaños del éxito dentro de sus profesiones, que han sabido superar los obstáculos que les impone una sociedad como la mexicana, que han derribado las barreras de género y han logrado ser lo que quisieron y quieren ser. Nada más ni nada menos.

De hecho, un rasgo sobresaliente del libro es la conciencia de muchas de ellas de ser las continuadoras de batallas peleadas por audaces y valientes predecesoras. Pero también sobresalen las búsquedas, los retos constantes, la conquista de espacios y reconocimientos, la satisfacción de ser independientes y autosuficientes, el sabor inefable de la libertad y la autonomía.

Un libro como este debiera ser conocido y difundido en todo el territorio, en todas partes, ya que son muchas las cualidades que lo hacen ser de aquéllos a los que se les puede considerar como de lectura imprescindible, inaplazable, pues el mosaico de historias, las distintas vertientes por donde se deslizan las experiencias de las mujeres convocadas nos brindan siempre algo digno de recordar, de tener presente, amén de ser una lectura placentera e intensa, como todo buen libro.

Incluso, desde un punto de vista más analítico, este libro podría servir de base para estudios de género, sociológicos, pues las voces que ahí dejan sentir su vitalidad y fuerza nos hablan del universo femenino en sus distintas esferas: la escritora Elena Poniatowska, la gastrónoma y restaurantera Martha Ortiz Chapa -con un texto exquisitamente elaborado-, la politóloga María Amparo Casar, la escultora Helen Escobedo, la novelista Julieta Campos, la empresaria Gaby Vargas y la periodista Katia D'Artigues son sólo algunas de las mujeres que acceden a compartir con los lectores experiencias que ellas consideraron intempestivas o de especial recordación.

Denise Dresser, además, escribe un prólogo franco, intenso, sincero. Dice en uno de sus párrafos: "El criterio de selección fue personal, visceral, intuitivo. Invité a mujeres que conocía y quería de cerca, o mujeres que no conocía pero admiraba de lejos. Invité a mujeres cuyas vidas y decisiones me parecían un enigma o un acertijo o una ventana al mundo. Y el resultado final es lo que quería y esperaba: una visión de la vida a través de los ojos de 37 mujeres que pisan fuerte, que dejan huella, que escriben porque no podrían respirar sin hacerlo, que cambian al mundo o lo hacen más bello, que cargan con demonios adentro pero también los combaten".

El resultado es un libro maravilloso donde se reúnen las voces de, además de las ya mencionadas, Mariclaire Acosta, Carmen Aristegui, Lourdes Arizpe, Sabina Berman, Carmen Boullosa, Magdalena Carral, Marie-Pierre Colle Corcuera, Laura Esquivel, Julieta Fierro, Fátima Fernández Christlieb, Rossana Fuentes-Berain, Marta Lamas, Alejandra Latapí, Eugenia León, Guadalupe Loaeza, Nina Menocal, Patricia Mercado, Adela Micha, Guadalupe Morfín, Ana Olabuenaga, Beatriz Paredes, Jacqueline Peschard, Carla Rippey, Rosario Robles, María Rojo, Consuelo Sáizar, Olga Sánchez Cordero, Sara Sefchovich y Nina Zambrano.

Para finalizar, sólo resta señalar que este, como dice Denise Dresser en el prólogo, no es un libro exclusivamente para mujeres, a pesar de estar escrito sólo por mujeres, sino que busca al buen lector, al lector inteligente que gusta de la buena lectura, porque cada experiencia cumple cabalmente con aquel aforismo de Gracián: "Si lo bueno breve, dos veces bueno". Así que lo invito a leerlo: nunca el aburrimiento pretenderá hacerlo abandonar la lectura.

GRITOS Y SUSURROS II

Gritos y susurros II
DENISE DRESSER
Para ser mujer


Coordinado por Denise Dresser, el libro Gritos y susurros
II reúne testimonios de 39 mujeres –escritoras, actrices, artistas, políticas,
funcionarias, empresarias, chefs y cantantes– que “se separaron del resto del
rebaño e invadieron un terreno prohibido” para revelar momentos importantes en
sus vidas, describir sus encrucijadas y hablar de situaciones que las llevaron a
ser quienes son hoy. Con autorización de los editores y de la coordinadora de la
obra –que será puesta en circulación la próxima semana bajo el sello de Aguilar
y Raya en el Agua– Proceso reproduce el prólogo, escrito por la propia Dresser.
Además, un fragmento del testimonio de la politóloga y escritora Miriam Morales,
chilena que tuvo que abandonar su país en 1975 y se naturalizó mexicana en 1980,
quien narra el regreso a su país natal.

Siento que hay cosas inexploradas
sobre las mujeres que sólo otra mujer puede explorar”, escribió la pintora
Georgia O’Keefe. Y tiene razón: cuando una mujer escribe sobre su experiencia
vital y otra la lee, suele surgir una identificación inmediata, una empatía
instantánea, una conversación que se vuelve puente construido a lo largo de las
palabras. Desde el principio de la historia, las mujeres se han comunicado entre
sí, inclinadas sobre una fogata, o meciendo la cuna, o cocinando sobre el calor
de una estufa, o escribiendo las líneas de un texto. Al hacerlo, airean sus
problemas y exorcizan sus miedos. Descubren quiénes son y se construyen como
personas a través de las conexiones que forjan. Crean una comunidad de
entendimiento.
El primer libro de Gritos y susurros generó entusiasmo y
energía precisamente porque tejió una comunidad entre quienes lo leyeron, lo
comentaron y lo recomendaron; su éxito demostró que las mujeres de México
necesitan compartir su historia, identificarse con ellas. Este libro avanza el
ejercicio de libertad iniciado con el primer volumen y convoca nuevamente a un
grupo diverso de mujeres –escritoras, actrices, artistas, políticas,
funcionarias, empresarias, chefs, cantantes– a contar sus historias Al igual que
en el volumen anterior, a todas les he pedido que contesten a las siguientes
preguntas: ¿Qué te ha tomado por sorpresa? ¿En qué momentos y frente a qué
circunstancias te has sentido poco preparada? ¿Qué ha constituido un reto
inusual y desconcertante para ti?
A partir de la diferencia, todas escriben
sobre decisiones, elecciones y omisiones que han determinado su destino. Revelan
momentos vitales, describen encrucijadas difíciles, hablan de situaciones
imprescindibles que las llevan a ser quienes son hoy. Mujeres que, como diría
Rosario Castellanos, “se separaron del resto del rebaño e invadieron un terreno
prohibido”. Mujeres que ocupan el espacio público. Mujeres que han rechazado el
anonimato. Mujeres que ejercen la libertad. Mujeres valientes. Mujeres que pagan
el precio de la impopularidad. Mujeres forjadas a golpes de interrupciones e
improvisaciones. Mujeres que rehusaron portarse bien, o ser insignificantes.
Mujeres que no han querido conformarse con versiones de sí mismas que otros han
intentado imponer. Y que ríen y lloran y sufren y se caen como tantas más en
México. Lo que las hace distintivas es la ausencia de resignación ante el
destino dado; más que emular modelos, han creado el propio. Más que aceptar un
molde tradicional, han horneado el suyo a base de la valentía, la creatividad,
la dignidad, la coherencia.
Escriben con sabiduría, con humor, a veces desde
la intimidad, a veces desde el dolor. Unas se perciben fuertes y contundentes; a
otras les invade la duda. Viñeta tras viñeta descubren lo que implica ser una
mujer vital, pionera, dispuesta a tomar riesgos, dispuesta a asumir –con
frecuencia– los costos que entrañan. Revelan así, las vidas escondidas de
mujeres públicas que gozan el amor, padecen la enfermedad, enfrentan la muerte,
viven la discriminación, participan en la política, aman a su país. A lo largo
de sus textos emergen imágenes inolvidables, revelaciones sobrecogedoras: la que
siempre quiso tener hijos pero no pudo, la mujer golpeada por el hombre con el
cual quería compartir la vida, la esposa que sobrevive el secuestro de su
pareja, la hija que no se ha sobrepuesto ante la muerte de sus padres, la
hermana que añora a su hermano ausente, la empresaria formidable sorprendida por
el amor. Las divergencias, las afinidades, las sintonías de sus textos empujan
la frontera de lo posible; de aquello que las mujeres tienen derecho a contar.

Sus textos son aleccionadores y emancipadores. Al leerlas es difícil no
sentirse más fuerte, más capaz, más resistente, más dispuesta a soltar una
carcajada ante la adversidad, en lugar de agachar la cabeza. Las mujeres de este
libro –al igual que sus predecesoras del volumen anterior– contagian las ganas
de vivir en lo que Virginia Woolf llamó “una habitación propia”. Al leerlas se
vuelve fácil reconocer que nos necesitamos las unas a las otras: para compartir
nuestras experiencias, para elaborar nuevas formas de entendimiento, para saber
cómo somos y cuánto nos falta por hacer, para cargar una antorcha e iluminar el
mundo como ellas lo hacen. Este libro es un mensaje de multiplicidad, de
posibilidad.
Como escribe la dramaturga Sabina Berman sobre el primer
volumen: “Disfruto en especial las fotos del libro porque en conjunto me dicen
de una manera rápida lo que después los textos me confirman. Las fotos me hablan
de que existe hoy en día una diversidad abundante de formas de ser mujer. Hay
que hojear algún álbum de fotos de hace 100 años. Aparecen la mujer proletaria,
la prostituta de lujo o de bajos fondos, y la mujer (entre muchas comillas)
“decente”. No más. Trabajadora, puta o decente –es decir: ama de casa–, hace un
siglo no había más modelos para las mujeres, y las mujeres se uniformaban en
cada clase.
Es casi doloroso observar las fotos de Rosario Castellanos, la
poeta, novelista y luchadora social, distraídamente trabajada para parecer
señora decente, es decir señora burguesa. Las cejas depiladísimas, que no
cuadran a sus ojos enormes y saltones, ojos de observadora implacable; los
labios pintados en forma de corazón, háganme el favor, en la cara de una poeta
pesimista; los tacones altos para quien caminaba en los pueblos indígenas en
Chiapas. Da risa, da pena, da rabia imaginarla con esos zancos que son grilletes
de cuero trepando por un camino de piedras, en Chiapas.
¿Qué hacer al ver la
foto de Golda Meier, la primera jefa de Estado mujer, con su bolsita de señora
bien ridículamente colgándole del antebrazo, mientras da un discurso al ejército
israelí? Hay que gritar fashion emergency, fashion emergency al ver a Simone
Weil anoréxica, en los huesos, para no quitarle a nadie espacio a pesar de su
intelecto de genio. O al imaginar a Virginia Woolf, autora de la prosa más
depurada del siglo, tal como la describe su amiga Vita Sackville-West: con falda
y calcetines –y cada calcetín de otro color.
Qué incomodidad la de esas
primeras mujeres de negocios o pioneras en la función pública que resolvieron la
bronca de ser activas en el mundo y ser mujeres ajustándose al traje masculino.
Sólo les falta la corbata y bajo el saco con hombreras les sobra la redondez de
los senos: incomodidad que transparenta la de su alma. Las mujeres de Gritos y
susurros en cambio ya se ven cómodas en su aspecto. Es una generación que ha
integrado ya su estar activas en el mundo público con su identidad de mujeres. Y
representan un abanico amplio de modelos. Algunas son, de hecho, las acuñadoras
en nuestro país de algunos de los nuevos moldes para “ser mujer”.
Sabina
Berman también sugirió que, inadvertidamente, Gritos y susurros se ha convertido
en un catálogo de diversas formas de ser mujer a principios del siglo XXI. Un
catálogo no exhaustivo, pero suficiente para abrir muchas cabezas, sacudir
algunas conciencias, ensanchar el tamaño de la libertad para las mujeres. Y para
ayudarlas a conquistar el derecho de “convertirse en lo que se es”, como exhortó
Rosario Castellanos. Una persona que se elige a sí misma. Que derriba las
paredes de su celda. Que estremece los cimientos de lo establecido. Que alza la
voz contra el país en el cual demasiadas mujeres han sido educadas para tan sólo
susurrar. Que aspira a hacer realidad –con libros como éste– una verdadera
República donde los hombres tienen sus derechos y nada más; donde las mujeres
tienen sus derechos y nada menos. Que logra la realización de lo auténtico.
Mujer y cerebro. Mujer y corazón. Mujer y madre. Mujer y esposa. Mujer y
profesionista. Mujer y ciudadana. Mujer y ser humano. Mujer como cualquiera de
mis 39 admirables colaboradoras.

jueves, 26 de marzo de 2009

TERRORISTAS EN MEXICO

El Departamento de Estado estadounidense ha elaborado planes de emergencia para reaccionar ante lo que denominan “ingobernabilidad” en México. El mes que entra el Pentágono entregará a la Secretaría de la Defensa de nuestro país apoyo y equipo técnico avanzado para la detección de terroristas.
La reflexión del gobierno estadounidense es muy sencilla: en río revuelto, ganancia de pescadores. Ante la ingobernabilidad, la violencia y la corrupción, su vecino del sur no es confiable para evitar el incremento del crimen organizado. Su definición de terrorista es “quien pretende la dominación por el terror; la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Y la actuación criminal de bandas organizadas que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”.
En Canadá, el procurador general Wally Opal asegura que mientras el norte le venda mariguana al sur y el sur le venda cocaína al norte la economía criminal queda intacta. La violencia de bandas criminales en Columbia Británica se vincula con los cárteles mexicanos. En México poco impacto tuvo la declaración de Opal, quien aseguró en San Diego: “Este problema del crimen organizado ha inhabilitado por completo al sistema de justicia penal en México”. Algunos especialistas canadienses sugieren que la Universidad Simon Fraser envíe criminólogos a México, como hacen desde hace años con Guatemala. Pero han decidido que es dinero tirado a la basura. Colaborar con las autoridades mexicanas como iguales ya no es opción, ni para el gobierno canadiense ni para el estadounidense. La fantasía terminó. El hermanamiento por el TLC y la incursión parcial de México en el mundo desarrollado se vino abajo por las estrategias de guerra de Calderón, aseguran.
Especialistas de ambos países, particularmente del Pentágono, aseguran que Calderón no supo lo que hacía, que no conocía a su país y no acaba de entender la estructura económica del crimen organizado. Sea como sea, tanto Estados Unidos como Canadá hablan abiertamente de su plan A, que establece cooperación con México, pero bajo la manga se guardan su plan B, que implica hacer todo para defenderse de los potentes grupos criminales que incluyen, según el documento de inteligencia militar canadiense, altos mandos militares y gubernamentales de México.
El Pentágono entregará el equipo que utilizan en su propio país, en Irak y Afganistán, para espiar masivamente actividades de civiles. La preocupación creciente de las organizaciones mexicanas de derechos humanos es que este equipo se utilice para criminalizar más la protesta social, para acusar de terroristas a los críticos del sistema. Nos mandan armas, pero no hablan de la cooperación para la educación, para abatir la pobreza y educar para la paz. El tiro por la culata le salió a Calderón, pero la herida la sufre la sociedad mexicana.
El Departamento de Estado estadounidense ha elaborado planes de emergencia para reaccionar ante lo que denominan “ingobernabilidad” en México. El mes que entra el Pentágono entregará a la Secretaría de la Defensa de nuestro país apoyo y equipo técnico avanzado para la detección de terroristas.
La reflexión del gobierno estadounidense es muy sencilla: en río revuelto, ganancia de pescadores. Ante la ingobernabilidad, la violencia y la corrupción, su vecino del sur no es confiable para evitar el incremento del crimen organizado. Su definición de terrorista es “quien pretende la dominación por el terror; la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Y la actuación criminal de bandas organizadas que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”.

lunes, 23 de marzo de 2009

PLAN B LOS SECRETOS DE LA GUERRA


Escrito por Lydia Cacho
El presidente Obama autorizó enviar soldados y armamento para la guerra en México. Mientras, en su país, tratará las drogas con una perspectiva de salud pública y prevención. 600 mil norteamericanos son adictos a la heroína inhalada e inyectada; 9.8 millones fuman mariguana y 4.7 millones usan metanfetaminas hechas en Estados Unidos. Allá salud; aquí soldados.
El 4 de junio de 2008 Amnistía Internacional y defensoras de derechos humanos de México y EU urgieron al Congreso de ese país poner salvaguardias de derechos humanos en la Iniciativa Mérida, un paquete de cooperación para la seguridad entre EU, México y Centroamérica. Pero el gobierno de México se negó a aceptar que las denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas por militares fueran transferidas a fiscales y vigiladas por tribunales civiles.
A estas alturas, dada la corrupción e incapacidad de los gobernadores, la sociedad desesperada acepta que es mejor estar rodeada de 10 mil soldados que en manos de narcos, policías cómplices o ineficientes. Chihuahua, patria de los feminicidios mexicanos, vive un estado de excepción. Un experto en inteligencia militar asegura que el gobernador ha cedido el mando al Ejército. Y aunque parte de ese Ejército hace un buen trabajo, otra no. Es la guerra.
Quizá no hubo más opción que recurrir al Ejército, por la pasividad y corrupción de nuestros cuerpos policíacos. Pero eso no significa que la sociedad, y en particular las mujeres, deban ser “entregadas” como población ocupada, exenta de derechos. Más de 7 mil soldados controlan ciudades sin orden en la frontera. Lejos de sus familias, entrenados para someter y desconfiar, convencidos de que su fuero militar les da poder sobre cualquiera. Muchos ejercen violencia doméstica; viven al día, con miedo de morir, dispuestos a matar y a violar para desahogarse.
Cuando 19 soldados “se equivocaron” y masacraron en Sinaloa a la familia de Adán Esparza, las ONG exigieron más control. Sólo en Chiapas, 79 mujeres y niñas fueron violadas por militares enviados a proteger a la comunidad. En Chihuahua, las organizaciones de derechos humanos reciben a mujeres torturadas y violadas por soldados, sicarios y policías. A una, tras violarla, le quemaron los pies y le cortaron tres dedos, para que no denunciara. ¿Ante quién denuncian?
Los Estados autoritarios se construyen sobre la complicidad pasiva de pueblos que “prefieren” mano dura que “el desorden”. Pero esa es una falsa elección planteada por políticos. Las y los mexicanos tenemos derecho a una vida libre donde la ley actúe contra la delincuencia y proteja y defienda las garantías de la sociedad.
El espionaje de Estado, las violaciones sistemáticas a garantías constitucionales, a derechos humanos, no pueden ser perdonadas porque hay una guerra contra el crimen. Si los militares llegaron para quedarse en labores policíacas urge crear mecanismos de protección y vigilancia civil. Si no seremos un pueblo bajo la ocupación de nuestro propio Ejército. Y como históricamente ha sido, las mujeres serán el botín de guerra. Urge una conspiración por los derechos humanos.

domingo, 22 de marzo de 2009

CARTA ABIERTA A RICARDO SALINAS PLIEGO


Carta abierta a Ricardo Salinas Pliego
DENISE DRESSER
Quizás le interese conocer la reacción de una estudiante ante la conferencia que usted dio recientemente, en la cual habló sobre su visión del país y de sí mismo. “Una dosis de cini$mo para el ITAM”, es el título del artículo que publicó esa joven en el periódico universitario después del encuentro. Allí escribe que las palabras de usted despertaron “la aprobación de unos y el efervescente descontento de muchos”. Y yo me sumo a aquellos que salieron del recinto pensando que usted se había dedicado a pitorrearse del gobierno; a mofarse de la ley; a tergiversar la realidad; a engañar a quienes lo estaban escuchando, a demostrar la actitud desafiante que le ha permitido llegar a ser quien es ahora. Porque usted fue a hablar del exitoso modelo empresarial que ha inaugurado en México. Pero es una forma de acumular riqueza, hacer negocios e influir en la política con efectos nocivos para el país. Por ello vale la pena examinar el modelo Salinas Pliego a fondo y a través de sus propias palabras.
–Usted dice que “rompe esquemas” al ofrecer bienes y servicios a los millones de mexicanos que habitan la base de la pirámide. Usted insiste en que está incorporando a los excluidos a la modernidad a través de tiendas como Elektra e instituciones como Banco Azteca. Usted ataca a los do-gooders, que lo califican de usurero, diciendo que son un peligro para los pobres porque quieren acabar con los beneficios que usted provee. Pero al mismo tiempo se ampara cuando el gobierno le exige que usted haga público el costo anual total del financiamiento de sus productos. Si no está aplicando tasas que resultarían escandalosas, por qué no hace explícito a sus clientes lo que acabarán pagando por un refrigerador, una licuadora o un crédito con las tasas de interés que cobra?
–Usted dice que es falso que se opone al ingreso de Wal-Mart al mercado de los servicios financieros que Grupo Salinas ofrece a través de Banco Azteca. ¿Pero no es cierto que mediante su operador en el Senado –Jorge Mendoza– usted logró doblegar a los legisladores para que aceptaran colocar candados sobre los llamados “corresponsales bancarios” –Wal-Mart, Banca Coppel, Famsa– que hubieran competido contra usted y contravenido sus intereses? ¿No es cierto que linchó en el noticiero de TV Azteca a José Esteban Chidiac, el diputado que luego frenó la iniciativa en contra de la competencia que usted había logrado impulsar? ¿No es cierto que usa la pantalla para intimidar a los legisladores y así vetar leyes que afectan sus intereses?
–Usted argumenta que “es necesario reforzar los contratos” y “ofrecer seguridad” en México. Pero su trayectoria no revela que haya cumplido con lo que exige. Según la acusación formulada hace algunos años por la Securities and Exchange Commission torno al caso Codisco-Unefon, entrega reportes a las autoridades regulatorias estadunidenses en los que no revela las transacciones de compañías que controla. Usted entrega reportes falsos en los que esconde su involucramiento en esas transacciones. Usted rechaza hacer públicas las operaciones que deben ser reportadas de acuerdo con las leyes de Estados Unidos. Usted rehúye entregar información crucial para quienes invierten en sus compañías. Usted viola la ley del país en donde vive una parte de sus inversionistas y se enriquece personalmente a sus expensas. Usted después se ve obligado a pagar una multa por ello y a sacar a su compañía de la Bolsa estadunidense. Usted incluso logra evadir la sanción en México, valiéndose del apoyo político de Marta Sahagún.
–Usted sugiere que en México es imperativo “combatir la corrupción” y sin duda eso es cierto. Pero parecería que en diversas ocasiones usted no sólo la ha promovido sino también se ha beneficiado de ella. Como botón de muestra está la devolución gubernamental de 550 millones de pesos que le hace la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, por intereses supuestamente mal cobrados, un día antes del fin del sexenio de Vicente Fox. He allí un gesto de agradecimiento del presidente saliente a quien le había prestado la pantalla a él y a su esposa. Un ejemplo del “capitalismo de cuates” que usted y sus amigos en el gobierno le han ayudado a construir.
–Usted afirma que le “gusta competir”. Pero cómo olvidar la campaña de satanización que –desde la pantalla– desata contra cualquiera que piense en promover la idea de una tercera cadena de televisión. Cómo olvidar el denuesto a Isaac Saba cuando contemplaba la idea.
–Usted reitera que es indispensable “proteger la propiedad privada”. Pero usted mismo ignoró ese imperativo con la toma ilegal de las instalaciones televisivas del Cerro del Chiquihuite y las del Canal 40 durante el gobierno de Vicente Fox. Como lo escribe Fernando Gómez Mont, actual secretario de Gobernación, en un desplegado publicado en abril del 2008: “Como bien recuerda, fue usted quien, amparado en su relación equívoca con la pareja presidencial, en el año 2003 ordenó impunemente la agresión de las instalaciones y el personal del Canal 40”.
–Usted afirma que “nunca le han dado nada”; que la televisión no es un bien público sino una concesión que compró y que le costó muy cara. Quisiera recordarle los pormenores de esa transacción. Como lo escriben Sam Dillon y Julia Preston de The New York Times su libro Opening Mexico, usted ganó sorpresivamente la licitación de TV Azteca, pagando mucho más que sus competidores. Pero lo hizo con 25 millones de dólares enviados por Raúl Salinas de Gortari –hermano del entonces presidente– a tres cuentas en Suiza controladas por usted. Cuando esas transacciones irregulares salieron a la luz, usted mintió sobre ellas. Y sólo después, confrontado con documentos de las cortes suizas, admitió que había recibido un “préstamo”. Por cierto, nunca hubo una investigación para determinar el uso de información privilegiada.
–Usted insiste en que no hay monopolios o duopolios en la televisión; que hay “mucha oferta televisiva”, como Sky; que la concentración se debe a que la gente prefiere ver TV Azteca. Su postura es de una falsa ingenuidad arrolladora. Ignora el hecho, verificado y contundente, de que dos empresas televisivas concentran el 95% (437 canales) de las concesiones. Y ese problema no se va a resolver “apagando la televisión al que no le guste”, como sugiere. Haría falta una nueva ley de medios para lograrlo.
–Usted argumenta que la concesión a TV Azteca se la dieron “con ciertas condiciones que ahora pretenden cambiar” con la reforma electoral. Eso es válido en cualquier sistema democrático: una concesión para el uso y aprovechamiento del espectro no implica que el Estado abdique de su dominio sobre ese bien público.
–Usted dice que la reforma electoral es un “robo legalizado”, una “expropiación”, algo similar a salir con la bolsa del mercado llena y sin pagar. Pero lo que se le olvida mencionar es que los spots los partidos se transmiten en los tiempos de que desde hace años el Estado dispone en la radio y en la televisión. A usted no le han robado un peso aunque quiera hacernos creer que es así.
Habría mucho más que escribir y debatir en torno a su caso, pero basta decir que al escucharlo aquel día en el ITAM recordé el diálogo en la novela de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, donde Cecil Graham pregunta “Qué es un cínico?”, y Lord Darlington le contesta: “Un hombre que conoce el precio de todo y el valor de nada”. Es obvio que usted no le concede el menor valor a la responsabilidad corporativa, a los procesos democráticos, a la transparencia, a la construcción de un país con una clase empresarial que sepa competir en vez de bloquear, innovar en vez de expoliar, respetar la ley en vez de violarla.
Pero al mismo tiempo reconozco que usted –paradójicamente– le hace un bien a México. Su desdén por todo es tan obvio que rompe, extrae, mutila, ignora y pervierte las reglas de la manera más abierta. Más evidente. Más clara. Y al hacerlo revela lo que está mal; pone en evidencia la podredumbre que hemos permitido, el chantaje que hemos padecido, la debilidad gubernamental que hemos presenciado, la complicidad institucional que ha creado a personajes como usted. Y sí, usted es un hombre –en muchos sentidos– creativo, visionario, emprendedor, que toma riesgos, invierte y crea empleo. Pero también es alguien que no ha tenido el menor reparo en recurrir a las peores prácticas sin que el gobierno alce un dedo para impedirlo.
Usted innegablemente es una criatura del sistema que urge cambiar. Y lo lograremos; lo supe al leer el texto crítico de aquella joven estudiante; lo supe al presenciar el hubriscon el cual usted se comportó y que lo llevará a excederse algún día. Pero mientras llegue ese momento, cuando el país reconozca que usted no es modelo a emular sino síntoma a combatir, quisiera pedirle un favor: por lo menos, cuando hable, no insulte nuestra inteligencia.

miércoles, 18 de marzo de 2009

NO A LAS BOLSAS DE PLASTICO

MENOS PLASTICO MAS VIDA

Esa bolsa de plástico que usó para llevar su mandado a casa y que dentro de unos días tirará a la basura podría tardar entre 400 y mil años en degradarse.
De hecho, la clásica bolsa de asa que le entregan en el súper, la farmacia o la tiendita de la esquina, seguirá contaminando el medio ambiente aún cuando usted ya no esté aquí.
Y es que el plástico, advierte Cecilia Navarro, directora de Comunicación de Greenpeace México, puede tardar más de 400 años para desaparecer completamente.
La vida del plástico, dice, depende mucho de qué tipo sea éste, puesto que hay algunos que duran varias décadas y otros, los biodegradables, tienen una vida de casi 5 años en el mejor de los casos.
Aún así, refiere, “nos estamos ahogando en basura, las grandes ciudades del país están reventando”, por lo que, “lo mejor sería no usar las bolsas de plástico”.

Destino de las bolsas
La boca de una tortuga marina o el estómago de una vaca podrían ser el destino último de muchas bolsas de plástico que contaminan los mares y también los pastizales del campo.
En el ganado zacatecano cuando las vacas, borregos y cabras, tragan plásticos, éstos les impiden realizar una buena digestión, así como la absorción de nutrientes.
Las bolsas plásticas no sólo contaminan el suelo, también pueden causar la muerte de animales.

Romana Melva Rincón, responsable de la licenciatura de Veterinaria en la UAZ, explica que los residuos plásticos trabajan como una película en el aparato digestivo del animal provocando problemas que los llevan a enflacar y en algunos casos a la muerte.
Hay algunos bovinos, comenta, que pueden llegar a padecer enfermedades debido al consumo de basura -como clavos, vidrios y alambres- que se mezclan entre los alimentos y terminan lastimando sus esófagos, caso que también puede causarles la muerte.
El asunto no sólo afecta a la fauna, también se traduce en pérdidas económicas para los ganaderos, quienes deben pagar las cirugías y tratamientos para los bovinos. Sin contar con que disminuye la producción de leche y carne y en algunos casos enfrentan una pérdida total con la muerte del animal.
En destinos de playa, comenta Cecilia Navarro, algunos residuos plásticos son ingeridos por animales marinos que al confundir la bolsa con alimento mueren ahogados.
Tortugas y pelícanos han sido frecuentes víctimas de la contaminación marina.
Y es que al momento de tirar las bolsas de plástico en el camión de la basura, en la vía pública o en el campo, nadie sabe cuál podrá ser su destino final.
Pueden terminar al aire libre en un relleno sanitario, en el drenaje público en tiempos de lluvia, viajar hasta el mar o volar al campo afectando la fauna.
Cultura por el plástico
Los ciudadanos han perdido la cultura de llevar consigo su bolsa de tela o papel para hacer el mandado o simplemente para envolver en periódico las compras pequeñas, expresa Jaime Cruz Talamantes, coordinador del Departamento de Limpia del Ayuntamiento de Zacatecas.
Sin embargo, para hacer un cambio de fondo en estos hábitos, dice, “necesitamos mucho apoyo de la iniciativa privada y también de las instancias gubernamentales”.
Y es que entre plástico, aluminio, cartón y vidrio, cada zacatecano en la entidad produce en promedio cerca de 800 gramos de basura diaria, desechos que al final del día terminan depositados en una de las seis bolsas que consume una familia por semana.
Empresas como Wal Mart y Soriana han empezado a mostrar preocupación por el cuidado del medio ambiente.
En abril de 2008 Wal Mart de México fue la primera tienda de autoservicio que lanzó en México la bolsa reutilizable a fin de disminuir el uso de las bolsas de plástico.
La Bolsa Verde, que venden Wal-Mart, Bodega Aurrera, Sam´s Club y Suburbia, resiste hasta 9 kilogramos, lo que representa tres veces el peso que soporta una bolsa de plástico tradicional. El precio de la bolsa reusable es de 13.50 pesos.
Además el año pasado invirtió alrededor de 278 millones en iniciativas ambientales y por tales acciones fue reconocida como una de las empresas con mayor responsabilidad social en el país.
En tanto, Soriana lanzó el mes pasado nuevas bolsas biodegradables para ser utilizadas en diversas unidades en el país. Se espera que estos nuevos plásticos reemplacen a las 50 millones de bolsas que consumía mensualmente la compañía.
Opciones ecológicas
Lo adecuado, recomienda Cecilia Navarro, es separar los desechos orgánicos e inórganicos. Juntar el cartón, el vidrio y aluminio sin guardarlos en bolsas de plástico para entregarlos por separado en los camiones de basura.
En caso de los residuos orgánicos, dice, puede tenerse una composta a fin de reducir el número de bolsas plásticas que utilzamos.
Otra opción, que pocos zacatecanos realizan, es la de reciclar materiales que podrían traducirse en basura al medio ambiente por medio de las recicladoras.
“Aunque muchos no ven costeable” vender cartón, vidrio o papel, señala Jaime Cruz, es necesario realizar arduas campañas de sensibilización y concientización en este tema en el que “aún estamos en pañales”.

Prohíben en el DF bolsas de plástico


México.- Ningún establecimiento comercial del Distrito Federal podrá entregar bolsas de plástico de forma gratuita a sus clientes.
Ayer el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó una reforma a la Ley de Residuos Sólidos que sólo permite la emisión de bolsas biodegradables mismas que tendrán un costo a el público, a fin de desalentar su uso.
Los diputados otorgaron un plazo de un año para sancionar a las tiendas de autoservicio que violen tal disposición.
El dictamen presentado por las comisiones de Ciencia y Tecnología y de Preservación del Medio Ambiente, consideró suficiente la disposición en materia de sanciones contenida en el artículo 69, fracción IV: “Arresto inconmutable de 38 horas y multa de mil a 20 mil días de salario mínimo vigente en el Distrito Federal”.
Busca IEMAZ fomentar uso de bolsas de papel


Patricio Tavizón García, director del Instituto de Ecología y Medio Ambiente de Zacatecas (IEMAZ), expresó que las bolsas de plástico son muy nocivas para los rellenos sanitarios, ya que sirven como capas o impermeables que guardan los líquidos.
El funcionario indicó que si no se reduce la cantidad de bolsas o se les da un manejo el relleno intermunicipal que se construirá disminuirá su eficiencia.
Por ello, dijo, se trabaja con organizaciones no gubernamentales para que se desaliente el uso de las bolsas de plástico y se cambien por las que están hechas de papel.

Racismo

El famoso es Hitler, pero tal vez valga la pena recordar que los primeros en hacer una clasificación racional, “científica” y administrativa de las razas humanas fueron los españoles y portugueses (misma clasificación que incluía nombres tan bellos y tolerantes como “mulato”: mula). Ahora que los
españoles vuelven a tener dinero después de 200 años de miseria, y llega la inmigración, el racismo resurge. Alejandro Ordaz Moreno, becario mexicano de Conacyt, pasó 11 meses en prisión sin juicio (sí, el sistema judicial mexicano es hijo del español), luego de que lo arrestaran “dos agentes
vestidos de civil” pues tenía la descripción de un criminal: “alto, moreno y fornido”. ¿Es ésa la descripción de un criminal? ¿O es una descripción racista? (Por cierto, aún tiene que enfrentar el juicio, a lo mejor es culpable, lo atroz es que te encierren por ser “alto, moreno y fornido”)

viernes, 13 de marzo de 2009

VIVIR EN EL TUNEL

La desesperanza que se vive en este país me recuerda a “El Túnel” de Ernesto Sábato. La fugacidad de la vida se equipara a las imágenes vistas por primera y última vez desde un coche en movimiento. El trabajo duro se ve eclipsado por la corrupción, el abrazo fraterno palidece frente al resentimiento social. Por eso ya nadie cree en nada. El nihilismo es mucho más cómodo. Es mejor vivir en el túnel. Alejados de los noticieros, los muertos diarios, los secuestros, los ricos que enriquecen y los pobres que empobrecen con cada segundo que pasa. El túnel se llama abatimiento y conduce a la locura.
Úrsula Fuentesberain

miércoles, 11 de marzo de 2009

EL DISFRAZ DE LA OPRESION

JAVIER SICILIA
En un penetrante ensayo escrito en 1934, Reflexiones sobre las causas de la opresión, una de las grandes místicas del siglo XX, Simone Weil, al analizar el porqué la revolución bolchevique, lejos de haber logrado instaurar la justicia, generó un sistema tan opresivo como la estructura capitalista de la que buscaba liberar al hombre, encontró que su causa radicaba en el mito de que el poder técnico desplegado en toda su potencia y conducido al servicio del hombre y no del capital podría hacernos escapar de la necesidad.
El mito, sin embargo, viene del capitalismo que, en una de sus vertientes –ahora expresada en el llamado neoliberalismo–, pensaba también que la riqueza producida por los capitalistas se derramaría lentamente a las capas de los desfavorecidos.
La debacle económica, los millones de seres humanos reducidos a la opresión de la miseria o del empleo, y la destrucción del medio ambiente, muestran, como en su momento lo mostró la Unión Soviética, la ficción.
Escapar de la necesidad es un sueño que formó parte no de las sociedades de subsistencia, sino de sociedades que buscaban un universo semejante al que habitaban los dioses. La idea griega y romana del ciudadano –el hombre libre que al escapar de la necesidad podía dedicarse a las labores de la polis– se volvió, con la noción de igualdad traída por el cristianismo y retomada por los Ilustrados y los revolucionarios de 1789, el sueño de todos.
Si el ciudadano de la Antigüedad podía habitar la libertad sostenido por la esclavitud, el ciudadano moderno pretendió, con el desarrollo de la técnica, hacer que todos, tarde o temprano, pudiéramos escapar de ella. Sin embargo, el desarrollo del poder técnico, lejos de permitirnos lograrlo, nos sometió a una opresión de otra índole.
Cualquier poder, como lo señala Weil, por el hecho mismo de ejercerse se extiende por encima de sus límites. Un poder militar, por ejemplo, multiplica las guerras para poder, como lo mostró Grecia y Roma, obtener esclavos y administrar y explotar provincias. El poder técnico de la modernidad no sólo ha aumentado las guerras y junto con ella los intercambios y la circulación de mercancías, sino que rompiendo la subsistencia ha creado un sometimiento a la máquina y al empleo que nos ha vuelto mucho más impotentes que el esclavo.
Desde que un poder sobrepasa los límites que le son impuestos por la necesidad, es decir, por la naturaleza de las cosas –y podemos decir que desde hace ya tiempo la sociedad técnica los sobrepasó– sus límites paradójicamente se vuelven más estrechos y engendran un parasitismo, un gasto y un desorden que crecen automáticamente. “De esa manera –dice Weil–, el poder romano que creyó enriquecer a Roma terminó por arruinarla; [de esa manera también] los caballeros de la Edad Media, cuyos combates habían dado una seguridad relativa a los campesinos [...] terminaron a lo largo de guerras continuas por destruir el campo que los alimentaba”; de la misma forma también, el poder técnico que desarrolló el capitalismo y habitó en la URSS –un poder mucho más poderoso que los poderes antiguos– ha arruinado las culturas, la subsistencia y la naturaleza, creando una miseria atroz de la que la crisis económica es apenas su prolegómeno.
Al considerar, como lo propone Weil, el conjunto del desarrollo humano hasta nuestros días, y al oponer a las sociedades de subsistencia, organizadas casi sin desigualdad, nuestra actual civilización técnica y aparentemente rica, vemos que el hombre, al desplegar su poder técnico para aligerar el yugo de las necesidades naturales, ha hecho más pesado y difícil el de la opresión social. Despojado de su subsistencia, de su creatividad, de sus vínculos de solidaridad, inmerso en un mundo cada vez más contaminado y preñado de asfalto y cemento, el hombre no ha escapado a esa condición servil en la que se encontraba cuando débil y desnudo estaba sometido al imperio de todas las fuerzas que componen el universo. Por el contrario, bajo el disfraz del dominio de la técnica, el poder que lo tenía arrodillado ante la naturaleza se ha transferido a la sociedad que ha formado él mismo con sus semejantes, una sociedad cuyos poderes, como dice Weil, imponen la “adoración de todas las formas que ha tomado el sentimiento religioso” a lo largo del tiempo y lo consagran al aplastamiento. El hombre dejó de obedecer a la naturaleza que Dios nos impuso para transferir su obediencia a las de las técnicas y el Mercado, que no pueden satisfacerlo y que lo oprimen más.
La crisis en la que estamos inmersos no sólo ha puesto al desnudo ese disfraz de la opresión, nos muestra también que no podemos escapar a la necesidad. Ciertamente, como lo dice mi amigo Georges Voet, la naturaleza “es dura, durísima”. Pero también es cierto, agrega, que debemos asumirla. “Si todos lo hacemos sin crear una ficción, sin desbordar los límites, moviéndonos dentro de una técnica no-violenta, hecha a escala de lo humano, mitigaremos su dureza sin abolirla, y así habremos salvado el espacio de lo político y la durabilidad del mundo y de lo humano”.
Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a los presos de Atenco y de la APPO, y hacer que Ulises Ruiz salga de Oaxaca. l

lunes, 9 de marzo de 2009

MORGUES ABARROTADAS EN CD JUAREZ MEXICO

Morgues abarrotadas
Las guerras del narcotráfico producen cada vez más cadáveres en las ciudades de México

Un trabajador de la morgue de Ciudad Juárez coloca un cadáver en la sala de refrigeración. [Fotos: AP]
1/4
• En fotos: Demasiada muerte
CIUDAD JUÁREZ, México.— La muerte congeló su expresión de miedo. Los atacantes cortaron o perforaron cada rincón de su cuerpo. Le cortaron la cabeza, la envolvieron en una bolsa plástica de una tienda y la tiraron junto con el resto de su cuerpo entre dos camiones de remolque en una calle de la ciudad.
A pocos centímetros está su cabeza. La boca y los ojos parecen estar pidiendo piedad.
Como sucede casi siempre en Ciudad Juárez, la policía no encontró testigos ni armas. Sólo el cuerpo maltratado que yace en la camilla de metal de la oficina de la médico forense puede dar pistas acerca de quién era y cómo murió.
"Cada órgano habla", dice la doctora María Concepción Molina, mientras su asistente le abre el pecho a la víctima y se dispone a extraer la caja torácica.
Los cadáveres guardados en las morgues de las ciudades fronterizas de México son evidencia de la espiral de violencia derivada de la guerra contra el narcotráfico. Esa violencia cobró 6,290 vidas en 2008, el doble que el año previo, y ya lleva más de mil en lo que va de 2009.
Cada herida de bala y cada hueso quebrado ofrecen detalles de la ferocidad con que los carteles de la droga combaten el gobierno y pelean entre sí. En el depósito de cadáveres se apilan cadáveres de policías junto a los de pistoleros, todos envueltos en bolsas blancas.
El personal trabaja 12 horas diarias, a veces los siete días de la semana, para examinar los cadáveres. Cuando las casas que fabrican féretros en Tijuana se retrasaron durante las fiestas de fin de año, la morgue llegó a tener 200 cadáveres en dos refrigeradores que sólo pueden recibir hasta 80 cuerpos.
"A veces hay tanta gente, tantos cadáveres, que de ninguna manera nos damos abasto", confirmó el director de la morgue de Tijuana, Federico Ortiz.
En Ciudad Juárez, la ciudad fronteriza con Estados Unidos donde hay más matanzas, Molina quita delicadamente una cinta de la boca, la nariz y los ojos de la tercera persona decapitada que examina en una semana, decidida a hacer hablar a un hombre muerto.
Los investigadores hacen presión sobre cada dedo del cadáver decapitado para tratar de conseguir las huellas digitales. Molina calcula que, por su cara, tendría unos 30 años.
La médico forense, de 41 años y con cinco hijos, tiende cuidadosamente la ropa ensangrentada sobre una lámina de plástico rojo. Acomoda como puede una camiseta desgarrada por puñaladas que tiene una reproducción de un cartel de "buscado" referente al revolucionario Pancho Villa. Acomoda las marcas de los pantalones vaqueros y de su ropa interior y luego les saca fotos.
"A veces le mostramos estas fotos a las familias y ellos dicen que es su ropa, pero no es él", dijo Molina. "Es un mecanismo de negación".
Ciudad Juárez, una ciudad de 1.3 millones de habitantes frente a El Paso, Texas, tiene una morgue y un laboratorio modernos, que costaron 15 millones de dólares, adquiridos con asistencia internacional luego de los aún no resueltos asesinatos de más de 400 mujeres que fueron violadas, estranguladas y tiradas en el desierto a partir de 1993.
La morgue tiene siete médicos, incluidos dos contratados en las dos últimas semanas.
La procesión de cadáveres es asombrosa. Por lo tanto, se proyecta duplicar la capacidad de la morgue el año que viene.
En 2008, 2,300 víctimas de la violencia y de accidentes desfilaron por este edificio con olor a formaldehído, donde los médicos trabajan al compás de baladas de amor, mientras cortan huesos con sierras eléctricas. En los dos primeros meses de este año llegaron más de 460 cadáveres.
"Si sigue esto, se rompe el récord del año pasado, fácilmente", manifestó Héctor Hawley, director de una unidad de médicos forenses y analistas de crímenes, mientras empleados con uniformes blancos depositan cadáveres en estanterías de metal. "Podemos ver dos mil (cadáveres) en 10 meses. "Necesitamos mucha ayuda."
El depósito dejó de recibir cadáveres de personas que mueren por razones ajenas a la violencia.
A casi el 40% de los muertos del año pasado se les halló cocaína o marihuana. Aproximadamente un 20% no fueron reclamados, en muchos casos por temor. En el laboratorio hay pilas de cajas con botas de vaquero, teléfonos celulares y chalecos antibala cubiertos de sangre.
Los traficantes de drogas saben que las autoridades analizan los cadáveres para tratar de dar con los asesinos y han hecho incursiones en las morgues para llevarse cuerpos. Cuando se cree que hay un traficante importante entre los muertos, soldados del Ejército custodian la morgue.
Entre las 4.30 de la tarde y las nueve de la noche un martes reciente llegaron 17 cadáveres a la morgue de Ciudad Juárez, incluidos los del subjefe de la policía y otros tres oficiales.
Molina, quien luce una bata azul y una gorra de baño, observa el cuello de la víctima y no encuentra magulladuras. Le cortaron la cabeza después de muerto.
"Está decapitado, pero yo de todos modos tengo que determinar las causas de su muerte", comenta.
Su asistente, Iván Ramos, de 20 años, coloca la cabeza junto al cuerpo y la sostiene allí, mientras Molina toma fotos. Usa un papel con la identificación de la víctima para cubrir la zona del cuello. Eso alivia un poco el dolor de los seres queridos que van a ver la foto.
La doctora toma nota de las demás lesiones: fractura en la tibia izquierda, fractura en el húmero derecho, cortes severos y magulladuras en el abdomen y en el muslo izquierdo, puñalada en el muslo derecho, cortes en el mentón, orificios de puñal en la pantorrilla derecha, marcas en la espalda, como de latigazos. No tiene características distintivas, como cicatrices, lunares o tatuajes.
Molina quita lo que parece ser un torniquete en su bíceps izquierdo. Conjetura que se lo colocaron los asesinos para que dejase de sangrar de una puñalada, así no moría antes de que completasen la tortura. Sus rodillas están golpeadas y en algún momento fue obligado a arrastrarse.
Molina sostiene la cabeza resbalosa en la mesa mientras Ramos afeita un sector para medir una puñalada. Corta la piel, serrucha el cráneo y saca fotos del cerebro. Luego lo extrae y limpia la sangre oscura de la cavidad craneana.
"Este color no debe estar. Tiene una hemorragia cerebral", dice Molina. "No pasó el cráneo, pero fue tan fuerte que causó esto".
Molina no está convencido de que los golpes en la cabeza hayan causado la muerte de este individuo y sigue investigando.
Ramos abre la caja torácica para observar otros órganos. Se inició en la morgue como voluntario cuando tenía 17 años. Al principio no podía comer por la impresión, pero ahora se siente afortunado de tener un trabajo en estos tiempos de recesión.
Molina sostiene la cabeza del hombre en sus manos.
"Mire, tuvo un infarto", comenta, apuntando a una mancha blanca en el corazón. "Pero si yo pongo infarto, le quita responsabilidad a quienes hicieron esto, porque está considerado como una muerte orgánica. Entonces lo voy a dejar como última posibilidad".
Observa cada órgano y señala que se trataba de una persona muy saludable.
"Era una persona productiva, y todos son así, jóvenes de entre 18 y 36 años", afirma Molina, sacudiendo la cabeza.
Luego de hora y media, llega a la conclusión de que murió asfixiado por la cinta que le colocaron en la boca y la nariz.
Ramos toma una aguja y un hilo, coloca el cerebro en la cavidad abierta de la cabeza cercenada, como es costumbre, y cose el pecho. Cierra el cráneo y vuelve a colocar la piel.
"Está en buen estado para ser identificado", dice Molina.
Mientras, envuelven el cuerpo en una bolsa y lo colocan en la enorme refrigeradora, se abren las puertas y llega el cadáver de otra persona asesinada.
(Mariana Martínez colaboró con este artículo desde Tijuana.)

NO HAGAN OLAS!! TAMBIEN CON LA VIOLENCIA,SE PUEDE VIVIR ,AUNQUE SE ESCRIBA CON TINTA SANGRE

Juárez no es la ciudad del narco; es nuestra ciudad"
Por: Cruz Loera Molina | 09-Mar-2009 13:10

Hay un Juárez cotidiano que sólo quien vive aquí es capaz de verlo: de gente trabajadora y honesta que lucha día con día por hacer de ésta una mejor sociedad; que se levanta diariamente, va a su trabajo y ve por los suyos, y mientras se da un tiempo para apreciar atardeceres como el de la imagen. Foto: mijuaritos.blogspot.com.

Conscientes de que habitan “un laboratorio creado para la industria maquiladora”, donde el entretenimiento estaba en las cantinas y la vida nocturna, los narradores y poetas César Silva Márquez, Dolores Dorantes y Edgar Rincón, quienes nacieron en Ciudad Juárez en los setenta y han decidido seguir viviendo en esta ciudad, afirman que además de la violencia que ya lleva 15 años, lo que daña a la cultura es la falta de presupuesto.

“La violencia nos ha rebasado y esto no es nuevo. Cuando dicen ‘ayer hubo tres ejecutados’, nunca aclaran quiénes fueron, a qué se dedicaban y de qué vivían. El terror no sólo viene de los sicarios; hay que agregar el de las fuerzas armadas, las tanquetas, los encapuchados con sus metralletas y la disputa de poderes: narcos versus narcos y narcos versus Estado. Y en medio de todo, el obrero tiene que ir a la maquila, el estudiante a la universidad y el negociante debe vender. Juárez es una ciudad; no es la ciudad del narco”, comenta tajante César Silva (1974).

El novelista y poeta aclara que desde la urbe fronteriza la falta de seguridad se percibe “muy distinto” al resto del país. “Es obvio que lo que uno ve y escucha se filtra de una u otra manera en el trabajo artístico. En Juárez no nada más hay violencia y opresión. No me levanto cada mañana a encontrarme con ella. Sé que está latente; pero tengo una vida normal, con familia y mascotas”.

El ganador del premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras (2005), con Los cuervos, que trata de un vampiro que asesina mujeres, aunque nunca se dice que es Juárez, señala que hay artistas que se han ido, “pero no precisamente por la violencia, sino por la falta de apoyos, la lejanía con la capital, por cuestiones geográficas culturales, pues el canon mexicano literario se sigue dictando desde el centro”, en lo que coinciden los tres.

Dolores Dorantes admite que vive en un estado de constante ansiedad e inseguridad. “Existe en mí, más que miedo, un impulso por defender lo que me corresponde. Me parece injusto que en la población más dañada por intereses externos, donde los seres humanos son ofrecidos como mano de obra barata para el extranjero y no existen ni garantías ni derechos, yo tenga que pagar un gas 80 por ciento más caro que en el resto del mundo”.

Pero a pesar de este ambiente socialmente hostil, agrega la ensayista nacida en 1972, se puede crear y es necesario hacerlo. “Un ambiente de guerra genera una población que teme a todo. La creación no deja de estar. Lo que parece estar detenido es el apoyo a la cultura y persisten los artistas que no se comprometen políticamente”, se lamenta.

Quien trabaja con la asociación civil Nuestras Hijas de Regreso a Casa, a través de Documentación y Estudios de Mujeres, A.C., indica que en su obra siempre ha existido el tema de la violencia. “Está ahí como algo subconsciente. Y me gusta que esté. ¿Por qué negar o dejar de decir lo que pasa en nuestro mundo? Ciudad Juárez es México también. Las cosas no suceden aquí únicamente, como quisiera verse, son un reflejo de nuestro país”.

“Una mujer va al salón de belleza a cortarse el pelo y se pone a hablar mal de los narcos, sin saber que entre los clientes hay uno. El narco saca una pistola y le dice a la estilista que la rape por andar hablando mal de ellos”. Ésta es una de las historias literarias que nació a raíz del recrudecimiento de la violencia en Ciudad Juárez, explica Edgar Rincón.

“Lo que sucedió el año pasado fue como un tren que destrozó todo a su paso. La gente no hablaba de otra cosa, los extranjeros no dejaban de preguntar sobre el tema. El miedo se expandió como la niebla, no nos permitía ver más allá, eso nos cegó a muchos y nos orilló a escribir sobre el asunto. Creo que estuvimos a punto de crear la narcoficción, cada persona tenía su teoría o por lo menos una historia qué contar”, detalla.

El narrador nacido en 1979, quien ha sufrido un robo de vehículo, visto un ejecutado y un auto en llamas con tres cadáveres adentro, “es decir, he sido testigo de cuatro de los mil 602 homicidios sucedidos en los últimos 12 meses”, reconoce que las nuevas generaciones de creadores se están acostumbrando a esto.

“Lo difícil no es crear, sino aprender a vivir de esta manera. A la hora de escuchar por primera vez los disparos de un cuerno de chivo algo sucede en ti. Pensar en qué alternativas tienes para esconderte en tu propia casa o para huir de ella es una de las peores manifestaciones del miedo, pero, como todo, es algo pasajero. Te acostumbras a escribir mientras escuchas sirenas de patrullas y ambulancias, y en estos días el perpetuo volar de los helicópteros.

“El verdadero horror me lo provoca creer todo lo que se dice de nosotros en los medios, la paranoia colectiva que vivimos en 2008; verle a toda persona cara de sicario, como si en verdad conociéramos a uno. Esa fue la fase más hostil de nuestro aprendizaje y creo que ya la superamos”, asegura.

El narrador y poeta enfrenta un dilema en cuando al contenido de su obra. “Escribir sobre la violencia me parece hacerla extensiva, ser víctima también de los hechos. Por un lado me parece innecesario insistir en eso, pero por el otro considero urgente dejar un testimonio, la pretensión de ser la conciencia de una ciudad es inherente a la soberbia de todo escritor.

“El problema es cuando la ficción se ve superada por la realidad. Descubrir que los asesinos son cada vez más crueles y con disposición a convertir las calles de la ciudad en su galería de atrocidades es devastador. Y ahí es cuando caes en el juego: ellos nos están obligando a dejar de imaginar cosas, nos están obligando a verlas. Entonces, considero necesario replantearme el sentido de mi obra, quién va a leer algo que hable de la violencia cuando sobrevivimos a ella todos los días. Creo que debo dirigirme en otra dirección, aunque sea como un gesto de resistencia, de oposición a la corriente”, concluye.

GRACIAS AL PRI

Gracias al PRI
DENISE DRESSER
Cada vez que Beatriz Paredes abre la boca es para vanagloriarse de lo que el PRI ha hecho por México. Gracias al PRI hay estabilidad política, dice. Gracias al PRI no hay polarización, insiste. Gracias al PRI el país no se ha hundido aún más ante el fracaso de los panistas, repite. La lideresa recorre la República buscando palmadas en la espalda mientras pide regresar al poder a un partido responsable de sus peores vicios. La priista denuncia la ineficacia y la inexperiencia de diversos funcionarios panistas incapaces de limpiar el tiradero que su partido dejó tras de sí. Hay mucho de paradójico en su proceder porque existe otra lista de cosas vinculadas con el PRI que valdría la pena recordar. Hay otras contribuciones por las cuales el electorado debería estar menos agradecido. México arrastra un legado que no debería ser motivo de aplausos; México carga con una herencia de la cual los priistas se distancian pero de la cual son responsables.
Gracias al PRI, el narcotráfico infiltra al Estado y se enquista allí. A partir de la década de los ochenta, el negocio de la droga comienza a crecer y lo hace con protección política. Con la complicidad de miembros de la Policía Judicial Federal y de agentes de la Dirección Federal de Seguridad. Con la colusión de gobernadores como Mario Villanueva y otros dirigentes priistas de narcomunicipios y estados fronterizos. A lo largo de los años, la estructura política del priismo provee un caparazón al crimen organizado, que avanza no a pesar del gobierno, sino –en buena medida– gracias a él. Cuando los panistas llegan a la Presidencia se encuentran un Estado rebasado, se enfrentan a autoridades estatales cómplices, se topan con policías infiltradas, apelan a procuradurías indolentes. Y, sin duda, tanto la administración de Vicente Fox como la de Felipe Calderón no han encarado el reto de la mejor manera; el primero por omisión y el segundo por falta de previsión. Pero lo innegable es que no son responsables del problema: lo heredan. Hoy los priistas culpan al gobierno panista de aquello que ellos mismos engendraron.
Gracias al PRI hay alguien como Joaquín Gamboa Pascoe y lo que representa. Líder vitalicio, elegido –en un evento reciente– para liderar la central obrera hasta 2016. Líder hasta la muerte, encumbrado después de una votación fast track y por aclamación. Rodeado de mujeres bailando en biquini, meciéndose al son de las maracas y las fanfarrias y las porras. Impasible ante los reclamos por los lujos que despliega y los relojes que ostenta. Y, en esa misma reunión, Beatriz Paredes no alza la voz para cuestionar las prácticas antidemocráticas del corporativismo, sino que niega su existencia. Argumenta que México ha cambiado y que los trabajadores son libres y merecen respeto, cuando lo ocurrido en ese evento es señal de la podredumbre de siempre. La genuflexión de siempre. La alianza de siempre. El pacto de siempre. El liderazgo del PRI ofrece prebendas a cambio de apoyo político. Tan es así que, sin ningún rubor, Gamboa Pascoe sostiene que “hizo cuentas con Paredes” para incrementar, en el próximo proceso electoral, el número de posiciones en el Congreso de integrantes cetemistas. Así, el PRI ratifica su preferencia por las prácticas del pleistoceno.
Gracias al PRI el gobierno se percibe como botín compartido. No hay frase que resuma mejor esta visión que la atribuida a Carlos Hank González: “un político pobre es un pobre político”. El PRI permite que quien llegue a algún puesto –desde hace décadas– piense que está allí para enriquecerse. Para hacer negocios. Para firmar contratos. Para embolsarse partidas secretas. Para otorgar concesiones y recibir algo a cambio. Sólo así se explica la Colina del Perro construida por José López Portillo. Sólo así se explica la fortuna acumulada en las cuentas suizas de Raúl Salinas de Gortari. Sólo así se entiende el reloj de 70 mil dólares que porta Carlos Romero Deschamps. Sólo así se comprende el guardarropa de Elba Esther Gordillo. Gracias al PRI gran parte de la población considera que la corrupción es una conducta habitual y aceptable que acompaña a la función pública.
Gracias al PRI la impunidad se vuelve una forma de vida. El PRI inaugura un sistema para compartir el poder basado en la protección política a sus miembros, al margen de las leyes que violan, los estudiantes que asesinan, los desfalcos que cometen, los robos que encabezan, los desvíos que ordenan. La lista es larga y escandalosa: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari, Raúl Salinas de Gortari, Mario Marín, Arturo Montiel, Jorge Hank Rhon, Roberto Madrazo, Emilio Gamboa, José Murat, Ulises Ruiz. Y para protegerse a sí mismos promulgan leyes a modo, saltan de puesto en puesto, intimidan a periodistas, negocian amparos, compran apoyos y corrompen jueces. Entonces no sorprende que en la lista de candidatos del PRI se encuentren varios excolaboradores de Arturo Montiel –acusado de peculado y enriquecimiento ilícito– encargados de exonerarlo.
Quizás Felipe Calderón entiende lo que el PRI le ha hecho al país y por ello exclama: “Dios quiera y no regresen a la Presidencia”, como lo hizo en una reunión reciente. Pero si eso ocurre, tanto él como su predecesor habrán producido ese desenlace al optar por un “pacto de no agresión” desde hace ocho años. Al suponer que bastaría sacar al PRI de Los Pinos sin modificar sustancialmente su modus operandi. El gran error del PAN ha sido tratar de operar políticamente dentro de la estructura que el PRI creó, en vez de romperla. El gran error del PAN ha sido creer que podría jugar mejor el juego diseñado por el PRI, en vez de abocarse a cambiar sus reglas. El gran error ha sido emular a los priistas en vez de rechazar la manera de hacer política que instauraron.
Por ello ahora que el PRI denuncia el fracaso del PAN, en cierta medida tiene razón. Los aprendices son fustigados por los maestros experimentados. Los panistas han fracasado en el intento de gobernar como lo hacían los priistas. Los panistas han fracasado en su intento por adaptarse a las reglas de instituciones que el PRI torció. Los panistas no han logrado pactar eficazmente con los narcotraficantes; no han logrado comprar eficazmente a los líderes sindicales; no han logrado beneficiar eficazmente a los grandes empresarios; no han logrado ocultar eficazmente los negocios que han hecho en su paso por el poder; no han logrado combatir eficazmente la impunidad porque también se volvieron cómplices de ella. Gracias al PRI el país padeció tantos años de mal gobierno. Gracias al PAN es probable que la historia se repita.


Este artículo se publicó en la edición 1687 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 1 de marzo.

PESIMISTA YO?? CON ESTAS NOTAS ,POR FAVOR SOLO LOS QUE NO TIENE CORAZON,NO SE ESTREMECEN

Secuestro equiparado, esa infamia
MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA
La autoridad se ha parapetado tras la ley, a la que usa como escudo en defensa propia. Menudea en los códigos penales, con esa o denominación parecida, el delito de secuestro equiparado. Se le diseñó para castigar con fiereza a activistas, solicitantes, gente con derechos a salvo, en suma ciudadanos en movimiento que, colmada su paciencia al exigir servicios o medidas que la ley les provee, y al calor de las discusiones propias del desencuentro con funcionarios, los retienen por horas en sus propias oficinas o en locales donde se ventilaban asuntos de la competencia de los retenidos.
Esas retenciones, u otras como las que enseguida presentamos, que son de índole semejante, se hacen aparecer en la ley como privación ilegal de la libertad y se les fijan penas equiparables a las del secuestro. No las conductas sino las penas son las que pueden ser comparadas con las que se imponen a la captura de una persona para obtener dinero a cambio de su libertad. Como si ese fuera el ruin propósito de los ciudadanos en movimiento que retienen a funcionarios, se les asestan castigos semejantes o aun mayores que los del secuestro mercenario. Es que la ley, como expresión del autoritarismo que ve en las personas súbditos y no ciudadanos, busca inhibir cualquier intento de que en la base social se crea que los gobernados son iguales que los gobernantes, investidos éstos temporalmente de potestades necesarias para la convivencia.
En la aplicación de ese delito, aberrante por definición, se llega a extremos infames. Ese es el caso de la señora Jacinta Francisco Marcial, indígena queretana, ñahñú, condenada a 23 años de prisión después de tres de un agotador proceso en que la víctima no contó con traductor a su lengua, que en general es conocida como otomí. Según lo narró Ricardo Rocha en su artículo del jueves pasado en El Universal, el 26 de marzo de 2006 la señora Jacinta y otras mujeres en el poblado de Santiago Mexquititlán, Qro. fueron virtualmente asaltadas mientras vendían aguas frescas en el tianguis semanal. Agentes federales de investigación, que se distinguen de los antiguos y brutales policías judiciales federales (perjudiciales se les llamaba) en que son exactamente lo mismo, agredieron a las personas y causaron destrozos pretextando la lucha contra la piratería. La gente no se dejó, y redujo a cinco de los agentes agresores, que sin daño alguno y sin el menor problema fueron rescatados por un agente del Ministerio Público y un superior de los guardias abusivos. Tan claro fue que de eso se trataba, de un abuso, que el superior resolvió reparar los daños y al efecto dejó a uno de los agresores en Santiago Mexquititlán, en garantía de que su palabra se cumpliría. Cuando eso ocurrió, el agente de la AFI pudo retirarse.
Los federales deben haberse quedado con la espina de que su brutalidad fue corregida en lo que cabe y decidieron vengarse de la población. Aprovecharon que contaban con fotografías de los tironeos iniciales, y presentaron denuncia por su retención. La señora Jacinta fue detenida, sometida a proceso y ahora sentenciada a 21 años de prisión, la mitad del trayecto vital que hasta ahora ha recorrido. No obtuvo ningún beneficio de la breve retención de los policías, y sin embargo su conducta se equipara al secuestro. El Centro Miguel Agustín Pro Juárez, y el propio Ricardo Rocha han hecho suya la indignación que despierta este maltrato extremo y se proponen obtener la libertad de la señora Francisco Marcial, que en el Día Internacional de la Mujer –hoy, 8 de marzo– ejemplifica las lacras contra las que es preciso luchar pues, como ha resumido el prestigiado periodista de la radio y la televisión, ella “sólo ha cometido tres grandes pecados en este país: ser mujer, ser indígena y ser pobre”.
Padecen penas aun mayores, igualmente por secuestro equiparado, 13 personas presas en dos penales en el Estado de México a partir de mayo de 2006. Tres de ellos: Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo fueron detenidos en esa fecha por sucesos en que se les involucra, ocurridos meses atrás, en febrero y abril. En la gestión de servicios necesarios para sus comunidades en San Salvador Atenco retuvieron a funcionarios del gobierno mexiquense. Lejos de ser el procedimiento idóneo para solicitar la atención gubernamental, la desidia y el desdén de la gente del gobierno, que es impuntual, falta a las citas o en ellas pretende atropellar la dignidad de las personas, orilla a éstas a situaciones extremas que no pueden ser cohonestadas pero sí comprendidas. Los tres, detenidos el 3 de mayo en Texcoco, sin haber participado en los acontecimientos de esa fecha sino en relación con los ya mencionados, padecen varios procesos, resueltos en sentencias a 67 años y seis meses de prisión cada uno de ellos. Del Valle enfrentó un tercer juicio donde fue tratado con mayor severidad aún, pues se le impusieron 45 años más de reclusión. Los tres se encuentran, como si fueran secuestradores de verdad, y por ende individuos de alta peligrosidad, en el penal del Altiplano.
Diez personas más, detenidas al día siguiente que Del Valle, Álvarez y Galindo, viven su cautiverio en el penal de Molino de Flores. Indigna que ese reclusorio, donde se atenta contra los derechos humanos manteniendo a inocentes recluidos por largo tiempo, lleve el nombre de Alfonso Quiroz Cuarón, un humanista que hizo de la criminología una ciencia al servicio de la justicia. Allí están presos Pedro Reyes Flores, Alejandro Pilón Escalante, los hermanos Jorge Alberto y Román Adán Ordóñez Romero, Juan Carlos Estrada Cruces, Julio César Espinosa Ramos, Inés Rodolfo Cuéllar Rivera, Édgar Eduardo Morales Reyes, Óscar Hernández Pacheco y Narciso Arellano. Todos y cada uno de ellos están condenados a 31 años de cárcel, señalados por haber retenido a agentes policiacos que sin derecho se introdujeron a domicilios y espacios públicos en busca de gente a la cual golpear y trasladarla al penal de Santiaguito en la feroz jornada de aprehensiones y ataques del cuatro de mayo de 2006.
Presos ya durante casi tres años, sus vidas han sido destrozadas, pero pueden ser quebrantadas aun más si persiste la injusticia de hacerlos pagar penas notoriamente excedentes a las que ameritarían las conductas que se les imputan. Por eso está en curso una campaña a favor de su libertad, que la necesitan y la merecen. Esta campaña incluye el que cese la persecución ministerial contra América del Valle, Bernabé Ortiz Cruz y Adán Espinosa, técnicamente prófugos de la justicia, en realidad ciudadanos que como el resto de sus compañeros no han asesinado a nadie, a nadie robaron nada.
En cambio, ninguno de los más de 2 mil agentes y funcionarios que los reprimieron en aquellas funestas jornadas ha pisado la cárcel. l

LA PAZ AQUI????? ...UN SUEÑO INALCANZABLE

La toma de Ciudad Juárez
MARCELA TURATI
A tal grado llega el estado de terror en la ciudad más violenta del país que, de hecho, la esperanza ahí prácticamente ya no tiene cabida. Si acaso, una fugaz sensación de calma --producida por débiles indicadores de que la violencia baja—genera espejismos, que son la contracara de la frustración, de la angustia…

Los habitantes de Ciudad Juárez admiten que la intervención del Ejército es necesaria para enfrentar a los poderosos cárteles que se adueñaron de la plaza. Sin embargo, ya vivieron el fracaso de la Operación Conjunta Chihuahua a un año de su arranque, y advierten que si la invasión de 5 mil soldados más no basta, "se acabó Juárez y se acabó México".




CIUDAD JUÁREZ, CHIH.- El coordinador de los peritos forenses del estado, Héctor Hawley Morelos, tiene en su mano una prueba de las "rarezas" que ocurren aquí desde que 5 mil militares más se apoderaron de las calles y las recorren día y noche.

Se trata de un oficio en el que se lee: "Hago de su conocimiento que el turno transcurrió sin novedad alguna". Lo firma uno de sus subalternos. Corresponde a la primera vez que el Servicio Médico Forense no fue notificado de ningún nuevo homicidio, o "evento", como le llaman aquí.

"El mes pasado todos tenían un evento que reportar, estos son todos los de febrero", dice mientras enseña el monte de oficios que va desglosando de manera casi pedagógica: "Este perito de turno tomó tres eventos... A este de acá le fue bien, nomás tuvo un evento... A este de acá le fue muy mal, tuvo ocho eventos con 14 muertos... Pero ya están apareciendo otras rarezas: tengo varios reportes de sin novedad, ya han habido bastantes turnos que reportan sin novedad".

El abrupto quiebre de las estadísticas hace sonreír a Hawley. Aunque febrero fue el mes más violento del año en la ciudad más violenta del país (231 asesinatos sólo durante esos 28 días, casi los mismos que en todo 2006), el puro anuncio de la llegada de 8 mil soldados y policías federales parece haber espantado a los delincuentes.

"Claro que todos los 'sin novedad' se nos anularon con el motín en el Cereso", interviene la agente del Ministerio Público Claudia Cony Velarde, quien participó con Hawley y su equipo en el levantamiento de evidencias y cadáveres en el penal juarense, donde el miércoles 4 fueron asesinados 21 presos. Pero al día siguiente volvieron a presentarse oficios que no registraban muertes.



Este es un adelanto del reportaje completo, que viene incluido en el número 1688 de la revista Proceso.

CON ESTOS TITULARES, ALGUIEN CREE QUE PODREMOS VIVIR EN PAZ????

NARCOTRÁFICO | EXPANSIÓN DEL NARCO MEXICANO A GUATEMALA PREOCUPA A EU | EJÉRCITO DETIENE A ESCOLTA DE GOBERNADOR DE BC POR NEXOS CON EL NARCO | ACRIBILLAN A CINCO PERSONAS EN ZIRÁNDANO, GUERRERO | SICARIOS LIBERAN A 5 PRESOS EN DURANGO
09/03/2009 a las 10:00 am

VEA NOTA ANTERIOR, UNA FUENTE EN TIEMPO REAL: SE ENFRENTAN FEDERALES EN REYNOSA CON GRUPO ARMADO | CAEN 96 SICARIOS EN OAXACA DURANTE 2009 | GDF PODRÁ APROPIARSE DE LOS BIENES DEL CRIMEN ORGANIZADO | CHAPO GUZMÁN, DETRÁS DE LA VIOLENCIA EN JUÁREZ

En una entrevista que publica hoy el diario local PRENSA LIBRE, el embajador de Estados Unidos en este país, Stephen McFarland, señala que Guatemala es un país por el que pasan entre 300 y 400 toneladas de cocaína cada año, y que además es productor, en menor escala, de amapola para elaborar heroína. McFarland comentó que en el problema del narcotráfico hay una responsabilidad compartida con países como Guatemala porque como Gobierno de Estados Unidos “no estamos satisfechos con lo que hemos podido alcanzar en cuanto a reducir el consumo, lo cual dificulta los esfuerzos de naciones que quieren reducir el tráfico de drogas” .

El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, ha reconocido públicamente que narcotraficantes mexicanos y el grupo de sicarios conocido como Los Zetas , el brazo armado del cártel del Golfo, han ocupado varios territorios en este país para ampliar el tráfico de drogas y advierte que llevará mucho tiempo recuperar el terreno. McFarland califica de importante el hecho de que el Gobierno de Colom esté incrementando la presencia policial y militar en el interior del país para enfrentar el problema del narcotráfico, detalla PRENSA LIBRE.

EJÉRCITO DETIENE A ESCOLTA DE GOBERNADOR DE BC POR NEXOS CON EL NARCO
El diario FRONTERA informa que elementos del Ejército y la Policía Federal detuvieron a un escolta del gobernador José Guadalupe Osuna Millán y a un agente ministerial, junto con el presunto delincuente Ángel Jácome Gamboa y más de 60 personas, que se festejaban a una quinceañera la madrugada de este domingo. Aunque el caso se ha mantenido en total hermetismo, trascendió que el operativo realizado en el salón social Mezanine, ubicado en el bulevar Insurgentes de la delegación Cerro Colorado, fue dirigido a la detención de Jácome Gamboa, identificado como El Kaibil, quien fue jefe de escoltas del ex alcalde de Playas de Rosarito en la administración anterior, el panista Antonio Macías Garay. Este individuo está identificado como representante de la célula de Teodoro García Simental, quien en el 2008 se alió con el cártel de Sinaloa, tras pertenecer al clan de los hermanos Arellano Félix.

De acuerdo con datos preliminares, apunta FRONTERA, los militares y federales arribaron a la fiesta, cuya festejada no ha sido identificada, alrededor de la 1:30 de la madrugada de este viernes, y detuvieron a todos los hombres, incluyendo meseros. Entre ellos, al parecer se encuentra un escolta del gobernador panista de Baja California, un policía ministerial adscrito al Grupo contra Robo de Vehículos y El Kaibil.

MILENIO reporta que un sangriento fin de semana vivió el municipio de Zirándaro de los Chávez, en la Tierra Caliente de Guerrero con cinco personas ejecutadas, entre ellas tres familiares de un diputado local del PRD, así como la incursión de un comando armado que incendió dos casas y siete vehículos propiedad de la familia del actual Síndico y de un ex alcalde, ambos perredistas. Todo comenzó a las 8:30 horas del sábado cuando un comando armado a bordo de camionetas de lujo ingresaron a la cabecera municipal y prendieron fuego a la vivienda de Ignacio Sánchez Muñoz, padre del actual Síndico, Ignacio Sánchez Miranda y a otras dos casas propiedad del ex alcalde Marcial Cárdenas. Asimismo, a su paso los sicarios también incendiarion 7 vehículos particulares.

Por la noche del mismo sábado, con un balazo en la cabeza, semidesnudo, torturado y amarrado de las manos a la espalda, apareció en territorio michoacano del Río Balsas, Andrés Jaramillo Ortuño, de 44 años de edad y tío del ex alcalde de Zirándaro y actual diputado local del PRD, Catalino Duarte Ortuño.

Fuentes ministeriales señalaron, indica MILENIO, que la víctima había sido “levantado” por un grupo de sicarios luego de un enfrentamiento la noche del viernes en la comunidad de Turitzio, sobre el camino Huetamo-Cumburindio, donde los sicarios dieron muerte a balazos a Pablo Ortuño y a su esposa, vecinos de El Ranchito, otra comunidad de Zirándaro.

SICARIOS LIBERAN A 5 PRESOS EN DURANGO
CDN MÉXICO informa que un comando ingresó, sin obstáculo alguno, a las instalaciones del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Gómez Palacio, se llevó a cinco presos, tomó como rehén al director del penal y salió sin problemas. A la una de la tarde del domingo, mientras los familiares visitaban a los presos, un grupo armado entró al penal, tomó como rehén a su director, Tomás Aspland, y aprovechó para liberar a cinco presos.

El subsecretario de Operaciones de Seguridad Pública, Jesús Antonio Rosso Holguín, precisó que los nombres de los presos liberados son: Rafael Caro Canales, Melesio Pérez Sánchez, Juan Daniel Fuentes Hernández, Abel Vázquez Lozano y Enríque Alcántar Ramírez.

Extraoficialmente, dice CDN MÉXICO, circula la versión de que fueron siete automóviles en caravana los que lograron irrumpir en el penal y consumar el plan criminal.