miércoles, 20 de mayo de 2009

LOS QUE MUEVEN A MEXICO

“L@s que mueven a México”
Mayo 17, 2009 2:00 pm Lydia Cacho Ribeiro Noticias

por Denise Dresser.

Alguna vez, el periodista Julio Scherer García le pidió a Ernesto Zedillo que le hablara de su amor por México. Le sugirió que hablara del arte, de la geografía, de la historia del país. De sus montañas y sus valles y sus volcanes y sus héroes y sus tardes soleadas. El ex-presidente no supo qué contestar. Hoy es probable que muchos mexicanos tampoco sepan cómo hacerlo. Hoy el pesimismo recorre al país y e infecta a quienes entran en contacto a él. México vive obsesionado con el fracaso. Con la victimización. Con todo lo que pudo ser pero no fue. Con lo perdido, lo olvidado, lo maltratado. Con la crónica de catástrofes; de corruptelas; de personajes demasiado pequeños para el país que habitan. México padece lo que Jorge Domínguez, en un artículo en Foreign Affairs, bautizó como la “fracasomanía”: el pesimismo persistente ante una realidad que parece inamovible. La propensión colectiva a pensar que la corrupción no puede ser combatida; que los políticos no pueden ser propositivos; que la sociedad no puede ser movilizada; que la población no puede ser educada; que los buenos siempre sucumben; que los reformadores siempre pierden. Por ello es mejor callar. Es mejor ignorar. Es mejor emigrar. Por cada tache que se le pueda colocar a este país, existe una paloma. Más de 50 palomas. Frente a todos los motivos para cerrar los ojos están todos los motivos para abrirlos. Frente a las razones para perder la fe en México están todas las razones para recuperarla.
Cada persona tendrá su propia lista, su propio pedazo del país colgado del corazón. Una lista larga, rica, colorida, voluptuosa, fragante. Una lista que debe comenzar con las palabras de la chef Marta Ortiz Chapa: “Siempre me gusto ser mexicana”. Una lista con la cual contener el pesimismo; un antídoto ante la apatía; una vacuna contra la desilusión. Una lista de lo mejor de México. Una lista para despertarse en las mañanas. Una lista para pelear contra lo que Susan Sontag llamó “la complicidad con el desastre”.Los murales de Diego Rivera. Las enchiladas suizas de Sanborns. Las mariposas en Michoacán. El cine de Alfonso Cuarón. El valor de Emilio Alvarez Icaza. Los huevos rancheros y los chilaquiles con pollo. El mole negro de Oaxaca. Los libros de Elena Poniatowska. La decencia de Germán Dehesa. Los tacos al pastor con salsa y cilantro. El mar en Punta Mita. La poesía de Efraín Huerta. El Espacio Escultórico al amanecer. Cualquier Zócalo cualquier domingo. La forma en que los mexicanos se besan y se saludan y se dicen “buenas tardes” al subirse al elevador. Las fiestas ruidosas los sábados por la tarde. La casa de Luis Barragán. Los amigos que siempre tienen tiempo para tomarse un tequila. Los picos coloridos de las piñatas. Las casas de Manuel Parra. Las buganvileas y los alcatraces y los magueyes. Las caricaturas de Naranjo y los cartones de Calderón. El helado de guanabana. La talavera de Puebla. Las fotografías de Graciela Ituurbide. Los mangos con chile parados en un palo de madera. Las comidas largas y las palmeras frondosas. Las mujeres del grupo Semillas y las mujeres que luchan por otras – todavía – en Ciudad Júarez. Y más allá.
Habría que aprovechar la ocasión para pensar un momento en todos aquellos que también mueven a México. Sus habitantes. Ese país habitado por millones de hombres y mujeres mexicanas que se levantan al alba a prender la estufa, a preparar el desayuno, a remojar el arroz, a planchar los pantalones, a terminar la trenza, a correr detrás del camión, a trabajar donde puedan y donde les paguen por hacerlo. El país de muchas mujeres y hombres que duermen poco porque cargan con mucho. Para acompañarlos les pido que piensen por un momento en las siguientes preguntas. Y si ustedes vivieran y mantuvieran a sus familias con 3,000 pesos al mes? Y si les tomara mas de dos horas y tres formas diferentes de transporte público llegar a su trabajo? Y si al regresar a casa, después de un largo día, su esposo las golpeara? Y si, aunque ustedes contaran su caso cientos de veces, prevaleciera el silencio? Y si su hija o su madre o su hermana fuera violada en la calle o cerca de un cuartel del Ejército? Y si en el Ministerio Público le dijeran que ella se lo buscó o que lo ocurrido no es un crimen? Y si resultara embarazada y la despidieran por ello? Y si hubiera complicaciones y no pudiera pagarle al médico? Y si ustedes estuvieran condenadas a la precariedad cotidiana como tantas más? Para muchas mujeres en México esas preguntas no son hipotéticas sino reales. No representan lo que podría ocurrir sino lo que ocurre. En México, ser mujer entraña tener sólo 7 años de escolaridad promedio. En México ser mujer y trabajar en una maquiladora significa estar en peligro de muerte. En México, ser mujer implica el 30 por ciento de probabilidad de tener un hijo antes de los 20 años. En México todavía entraña luchar por el derecho a serlo. Porque el país cambia pero no lo suficiente; porque México se mueve pero no a la velocidad que podría y debería. Algo está mal. Algo no funciona. Tiene que ver con el control y los privilegios. Tiene que ver con 23 millones de personas en este país que viven con 20 pesos al día. Tiene que ver con que 1 de cada 5 mexicanos entre la edad de 25 y 35 anos vive y trabaja en Estados Unidos. Tiene que ver con el éxodo de 400,000 migrantes que cruzan la frontera en busca de oportunidades que no encuentran en su propio país. Con que el hijo de un obrero tiene solo el 5 por ciento de probabilidades de convertirse en profesionista. Allí están para quien las quiera ver: señales claras de un statu quo que es insostenible; síntomas de problemas profundos, históricos, estructurales. A lo largo del sur del país y a lo ancho de sus zonas más pobres. En cada institución disfuncional y en cada funcionario insensible que la encabeza. En cada decisión arbitraria por parte de alguien que ejerce el poder y en cada mexicana que padece sus consecuencias. De allí que se vuelva imperativo celebrar a aquellos que están en la lista de quienes mueven a México, y al mismo tiempo reflexionar en lo mucho que falta por hacer. Pensar en un México menos cupular y más ciudadano. Menos elitista y más democrático. Menos interesado en retener las oportunidades insólitas que tienen algunos y más interesado en crearlas para otros. De lo que se trata, en esencia, es de cambiar la forma geométrica del país. Pasar del triángulo al rombo. Crear una amplia clase media poblada por personas con voz, con derechos, con oportunidades para generar riqueza y acumularla. Crear mexicanos, emprendedores, educados, competitivos, meritocráticos porque el país les permite serlo. Crear un sistema económico que promueva la movilidad social en vez de permitir la perpetuación de obstáculos que la inhiben vivir todos los días con esa lista de lo mejor y lo posible para así pelear contra la lógica enraizada del “por lo menos”: “por lo menos hay paz social; “por lo menos” la pobreza extrema ha disminuido un poco; “Por lo menos no ocupamos el último lugar en las evaluaciones PISA de educación”. “Por lo menos en el sexenio pasado sólo se robaron un Jeep Rojo y una Hummer”. Hoy, la lógica compartida del “por lo menos” equivale a una defensa de la mediocridad. Equivale a una apologia del statu quo que beneficia a pocos y perjudica a muchos. México solo será un país mejor cuando sus habitantes dejen de pensar en términos relativos y empiecen a exigir en términos absolutos. Cuando se conviertan en profetas armados con una visión de lo que podria ser. Cuando empuñen lo que Martin Luther King llamó “coraje moral”. Cuando vociferen que los bonos sexenales y la rapacidad de los sindicatos y la educación atorada y el desempleo constante y la inseguridad lacerante son realidades que ningún mexicano está dispuesto a aceptar. Porque si nadie alza la vara, el país seguirá viviendo – aplastado — debajo de ella. Porque si sólo 50 personas exigen que las cosas cambien, nunca lo harán. Porque si los mexicanos siguen habitando el laberinto de la conformidad, será muy difícil sacudir al país desde allí. Quienes pueblan esta lista saben que hay tanto por hacer; tanto por cambiar; tantos sitios donde amontonar el optimismo. El optimismo de la voluntad frente al pesimismo de la inteligencia. El optimismo perpetuo que se convierte en multiplicador. El optimismo que debe llevar espero – a cada uno de los lectores– a hacer una declaración de fe, como la frase que acuñó Rosario Castellanos. Una filosofía personal para ver y andar, vivir y cambiar, participar y no sólo presenciar. Una filosofía para compartir la terca esperanza de quien habla hoy y acompaña a los premiados. La convicción inquebrantable de mejorar a México. De restañar a la República. De volver a México un país de ciudadanos. Un lugar poblado por personas conscientes de sus derechos y dispuestos a contribuir para defenderlos. Dispuestos a llevar a cabo pequeñas acciones que produzcan grandes cambios. Dispuestos a sacrificar su zona de seguridad personal para que otros la compartan. Yo creo que ser de clase media en un país con cuarenta millones de pobres es ser privilegiado. Y los privilegiados tienen la obligación de regresar algo al país que les ha permitido obtener esa posición. Porque para qué sirve la experiencia, el conocimiento, el talento, si no se usa para hacer de México un lugar más justo? Para qué sirve el ascenso social si hay que pararse sobre las espaldas de otros para conseguirlo? Para qué sirve la educación si no se ayuda a los demás a obtenerla? Para qué sirve la riqueza si hay que erigir cercas electrificadas cada vez más altas para defenderla? Para qué sirve ser habitante de un país si no se asume la responsabilidad compartida de asegurar vidas dignas allí? Yo creo en la obligación ciudadana de vivir en la indignación permanente: criticando, denunciando, proponiendo, sacudiendo. Porque los buenos gobiernos se construyen a base de buenos ciudadanos y sólo los inconformes lo son. Yo creo que muchos de los miembros de esta lista logran hacer cosas extraordinarias. Aquellos que hacen más que pararse en fila y en silencio. Individuos que pelean por los derechos de quienes ni siquiera saben que los tienen. Alejandro Martí, denunciando a los policías cómplices y acorralando a los políticos que los protegen. Carmen Aristegui, lidereando la oposición contra la impunidad y concientizando al país sobre sus efectos. Guillermo Ortiz, peleando por la competencia y denunciando los costos que el país ha pagado al obstaculizarla. María Elena Morera, sacudiendo a una sociedad altergada y ayudándola a discernir el papel que debería desempenar. Miguel Angel Granados Chapa, defendiendo—con su columna — la humanidad esencial de quienes la han perdido y ayudándolos a recuperarla. Ellos y tantos más, héroes y heroínas de todos los días. Ombudsmans cotidianos. Yo creo que mientras existan individuos como muchos de los que hoy celebramos – encendidos, comprometidos, preocupados – el contagio continuará, poco a poco, y a empujones como todo lo que vale la pena. El monólogo de los líderes se convertirá en el coro de la población. La exasperación de los ciudadanos construirá cercos en torno a los políticos. Yo creo que un día – no tan lejano, quizás – habrá un diputado que suba a la tribuna y exija algo a nombre de la gente que lo ha elegido. En lugar de mirar con quién se codea en el poder, mirará a quienes lo llevaron allí. Y México será otro país, otro.
*Extracto del discurso de Denise.
One Response

ave Says:
Mayo 20th, 2009 at 11:17 pm

Todo lo que dices es verdad me quedo con lo mas hermoso que es mi Mexico, su arte ,su cultura, sus paisajes maravillosos,sus raices
¿Pero como es posible mover las conciencias que despierten y exijamos una patria mejor?, si estamos bombardeados por constantes malas noticias, abusos corruptelas desde las mas altas autoridades,sacudirnos esa carga implica mucha entereza y fuerza para luchar contra corriente,aqui en Mexico la impunidad carcome hasta el individuo mas sano de espiritu,suena un poco romantico tu forma de pensar en tiempos actuales ,cuando expresidentes grises se desdicen y que ocultaron sus sucios quehaceres en aras de la corrupcion , extranjeros corruptos que se enriquecieron auspiciados por las mismas autoridades que nos gobiernan vanagloriandose de sus tranzas en un libro ,me quedo corta con todo lo que no permite crecer a Mexico ,porque estamos entrampados con tanta escoria,el remedio lo hay.. ¿porque no exigimos un juicio a Salinas y todos sus compinches seria un buen inicio de limpieza en el pais no creen?

domingo, 17 de mayo de 2009

INFLUENZA COLECTIVA

Alejandro Páez Varela
La influenza colectiva
17 de mayo de 2009




Conforme se desinfla la emergencia epidemiológica en el país, hemos empezado a ver un poco más lejos. La primera de muchas conclusiones que podemos sacar es que México debe prepararse para convivir cíclicamente con estos eventos de salud pública. El virus de la influenza y otros atacarán las defensas de la población una y otra vez. Sus mutaciones y actualizaciones nos agarrarán sin vacuna, a nosotros y al resto del mundo, y debemos estar listos para revivir escenarios como el que padecimos en la ciudad de México y en otras poblaciones. La prevención y la capacidad de respuesta temprana serán clave. No confíe en la reacción del gobierno: tome vitaminas, tenga alcohol y tapabocas a la mano.

El adelgazamiento de la nube del shock sanitario permite, también, un mayor alcance de visión sobre los otros muchos problemas del país. Las ejecuciones relacionadas con el narcotráfico volvieron a las páginas de los diarios y a los noticiarios, y no porque se hubieran frenado —el contador numérico siguió su paso funesto—, sino porque la cobertura mediática estaba concentrada en la epidemia. También hemos retomado la agenda de la crisis económica. Para muchos mexicanos que perdieron su empleo en estas semanas esa fue su preocupación central; los que todavía tenemos trabajo pudimos darnos “el lujo” de olvidar la contingencia y concentrarnos en el virus A(H1N1). Y ahora que salimos del monotema nos enteramos de que las perspectivas económicas se ennegrecieron más aún, y de que el gobierno está realmente en un aprieto de pesos y centavos que deberá cubrir por la vía del endeudamiento.

No parece suficiente el aumento de la tasa de desempleo; el turismo, que da de comer a decenas de miles de mexicanos, se ha desplomado. Los ingresos tributarios también van a la baja, como la renta petrolera, la inversión extranjera y el crecimiento en su conjunto. Estamos, amigos, en un momento crítico de la crisis, y aunque la economía de Estados Unidos ha dado muestras de una lenta recuperación, la nuestra se estanca a tal punto de que seremos, según las consultoras y los mismos gobiernos, uno de los países con el menor crecimiento de Producto Interno Bruto no sólo en América Latina, sino en el mundo.

En pleno marasmo, mientras más débiles estamos, se nos van revelando episodios de la vida nacional que son poco alentadores. El creciente poder de Carlos Salinas de Gortari entre los principales actores políticos, su influencia en la vida interna del PAN y del PRI no sólo nos confirma como un pueblo sin memoria, sino vulnerable, sin anticuerpos. La izquierda no ofrece soluciones, y los partidos emergentes son en realidad concesiones del poder público.

¿Cuáles alternativas tenemos los ciudadanos? Muy pocas. Y aun así, el ambiente es de resignación. Débiles y asustados por la influenza, la crisis económica, la guerra del narcotráfico y la caída de las perspectivas; frente al fin del sueño petrolero, con un sistema democrático secuestrado por unos cuantos gandayas, una administración pública deficitaria y la brújula extraviada, no tenemos más opciones que agachar la cabeza y esperar a que el viento se apiade de nosotros. Que nos lleve a alguna parte. Qué desconsuelo. Salimos de nuestras casas por inercia y por necesidad; gritamos ¡goool!, lloramos con las telenovelas, bebemos los fines de semana.

Sin caer en las teorías de la conspiración, es fácil pensar que el conjunto de contingencias es, en realidad, un ataque colectivo de influenza que nos tiene postrados, nos resta las fuerzas, nos ha hecho abandonar un proyecto de nación. Y mientras, los Carlos Salinas, los Slim, los Roberto Hernández, los Felipe Calderón, los PRI, los PAN, los PRD, las Elba Esther Gordillo, las televisoras, los amos de México siguen construyendo su mundo aparte con nuestros recursos, nuestras proteínas y nuestros minerales. Nuestro marasmo es proporcional a su fortaleza.

Agotados y asustados por tantas crisis y tantas distracciones, los ciudadanos estamos demasiado ocupados en salir al paso como para pensar en la recuperación de las riendas de este hermoso país que, por ahora, vive secuestrado por el desgano. Esta influenza colectiva sólo nos deja fuerzas para llevarnos una temblorosa cucharada de sopa a la boca.

sábado, 16 de mayo de 2009

¡¡¡ACABARAMOS!!!

Deberia de darle verguenza a todos esta bola de disfuncionarios las loas que se dicen entre si despues del fallido intento de detener una gripa puerca que si tiene solucion y que se les murio la gente por falta de prevision, atencion y medicamentos viables, lo unico que consiguieron con sus medidas extremas fue sembrar el terror.....y grandes perdidas en todos los sectores de esta pobre sociedad que no para de sufrir el embate de una crisis economica terrible ,la violencia incontrolable del narcotrafico y ahora esto,me dio pena ajena ver a un presidente en su ultimo mensaje a la nacion esta tarde noche caricaturesco echandose porras a mas no poder, casi sonriendo por sentirse muy reconocido por la OMS por detener con sus medidas implementadas en todo el territorio nacional, la diseminacion del virus de la porca influenza y poner en alerta a la OMS y al mundo..............acabaramos!!!!!!! y el virus sigue contaminando y mutando...

AY .....CHAPULICALDERON!!!

Calderón rompió la disposición constitutucional de la no difusión en los medios.Mi primera reacción fue de sorpresa al verle su ridícula cuasi sonrisa al estar hablando sobre todo de un tema ,que nos preocupa :
Nuestra salud, autoproclamarse un héroe contra la Pandemia que asola al mundo, cuando todos sabemos que no es así.Solo con leer Proceso, para darse cuenta de todas las mentiras que nos han dicho la mayoría de los medios y las dizque ruedas de prensa que no clarifican la situación que estamos viviendo, no aclaran nada, teniendo a los reporteros sin respuestas a sus preguntas, solo palmaditas para ellos, los ineficientes que ejercen el poder casi dictatorial.
Solo pensé, este Pitufo ahora se siente Chapulin Colorado ,Superman, Batman y sus equivalentes,me dio pena ajena verlo ,pero no me cayó el 20 de que estaba en campaña anotandose goles anticipados para su partido que solo nos ha dejado despojos y una estela de ineficiencias.
Gracias a los articulos del semanario PROCESO que nos abren los ojos ante tanta miopía que nos invade.

AHUMADA Y LAS CARCAJADAS DE SALINAS

Ahumada y las carcajadas de Salinas
ÁLVARO DELGADO
MÉXICO, D.F., 11 de mayo (apro).- Carlos Salinas debe estar feliz desde alguno de sus escondrijos, carcajeándose, porque el escándalo detonado con el libro de Carlos Ahumada, Derecho de réplica, consuma el objetivo central que diseñó con precisión: Acreditar que todos los políticos de México, no sólo los priistas y panistas, son iguales.

Todos, ambiciosos, corrompen y se corrompen.

Todos, mezquinos, traicionan y son traicionados.

Todos, arrogantes, justifican la inmoralidad.

Todos, cínicos, niegan las evidencias.

Todos, en suma, forman parte de la misma escoria.

Pero no sólo los políticos son idénticos: En el libro de Ahumada --un contratista de medio pelo del que se ríen otros de su misma ralea, los traficantes de influencias como Claudio X. González o Ricardo Salinas Pliego-- se despliegan deleznables conductas de empresarios, clérigos, encuestadores, directivos de medios y hasta de periodistas que son colocados en un nivel análogo.

Ya desde el inicio de su sexenio negro, y aun desde antes, se sabía: Salinas corrompía hasta las piedras y, de no lograrlo, procedía a la represión, que en cientos de casos se tradujo en asesinatos políticos.

El mismo día de su toma de posesión, el 1 de diciembre de 1988, ordenó a tropas del Ejército secuestrar y desaparecer personas, que fueron torturadas en el Campo Militar Número 1.

Nada de raro tiene que después del catastrófico fin de su sexenio --que lo fue más para los mexicanos-- rumiara, no la reivindicación personal y política de su gestión –imposible por su origen ilegítimo--, sino la venganza, en especial por el encarcelamiento de su hermano Raúl, y poner a salvo los grandes intereses que él fortaleció.

Hay que decirlo claro: Esos grandes intereses no corrían ningún riesgo con Vicente Fox y el Partido Acción Nacional (PAN), como ha quedado demostrado en casi nueve años, y tampoco parecían correrlo en mayor grado con una eventual gestión de Andrés Manuel López Obrador, pero un político como Salinas sabe que no hay que dejar margen de error.

Por eso cuando Ahumada lo enteró del material que poseía, consistente en filmaciones sobre cómo entregaba dinero a policastros perredistas, no procedió como lo hacen los demócratas, dando vista a las autoridades para que investiguen si se cometió un delito, sino como un mafioso, tal como lo describe el propio Ahumada, la noche en que, acompañado de la amnésica Rosario Robles, vio los videos, entre otros los de René Bejarano.

"Salinas prendió su computadora, puso el disco y comenzaron a aparecer las imágenes de Bejarano en la pantalla. Debo confesar que durante el tiempo que lo traté, nunca lo vi tan emocionado: Le brillaban los ojos y sonreía. Dijo algo así como: 'Es muy, muy duro, devastador. Con esto están acabados'. Aunque hacía todo por disimular su emoción, ésta lo sobrepasaba. Después puso el de Carlos Ímaz, al que ya no le prestó tanta atención, aunque también le pareció muy bueno, y bajamos a reunirnos con Rosario. Él había quedado totalmente complacido con la muestra que le había dado, tan lo estaba que la reunión se alargó hasta las 5 de la mañana, acompañada de varias botellas de vino francés que nos ofreció".

"Esa noche, Salinas estaba muy entusiasmado, muy alegre". Y cómo no si tenía la coartada perfecta: Si el principal personaje que parecía filmado, que era candidato a diputado local, había sido secretario particular de López Obrador, entonces éste no era el político honesto que se promovía y, por tanto, era como todos, corrupto, y no merecía gobernar la capital del país.

Esa fue justamente la demanda que siguió a la exhibición de los videos, en marzo de 2004, y la hizo nada menos que quien era presidente del Senado, Diego Fernández de Cevallos, a quien se identifica como cómplice de Salinas desde mucho antes de que Ahumada lo denomine "títere".

La asociación de estos personajes, ya cuajada para 2005, desembocó en la elección de 2006: La coalición de intereses, de la que Ahumada sólo describe una parte, recurrió hasta el fraude para imponer al que fuera, menos a López Obrador. Puedo haber sido Roberto Madrazo, pero resultó más funcional Felipe Calderón, aunque --como es obvio-- bastante más inepto.

Salinas, sin embargo, logró otros de sus propósitos: Liberar a su hermano Raúl, quien lo había amenazado con decir públicamente que parte de los más de 100 millones de dólares depositados en Europa provenían de la partida secreta si no lo sacaba de la cárcel –un episodio que confirmó Luis Téllez--, y demostrar que no hay políticos que no operen al margen de la corrupción.

Políticos, empresarios, clérigos, encuestadores y periodistas, todos iguales, hasta en negar las evidencias, como ocurrió en cascada desde que se dio a conocer parte del libro, incluyendo al propio Salinas, que lo hizo a través de Fernández de Cevallos: "Lo volvería a hacer."

Por cierto, no extraña el comportamiento de los habituales amanuenses del poder: Los que han sido exhibidos por batirse en la corrupción y en las componendas creen --como pretende Salinas-- que todos tienen que ser iguales que ellos…

Apuntes

El corresponsal del diario El Universal en Argentina se entrevistó allá con Ahumada, quien presuntamente reveló que tiene todavía mucho… Es inaudito: Un impostor como Vicente Fox, otro subordinado de Carlos Salinas, recibió el pasado lunes 11 el doctorado Honoris causa de la Universidad Emory de Atlanta, Estados Unidos, "por su liderazgo internacional en temas de democracia y por sus iniciativas emprendedoras". Ni unas ni otras son auténticas… El PAN decidió poner fin al pacto de impunidad con el gobernador de Puebla, Mario Marín, quien operó a favor de Calderón en 2006 y, al menos en esta campaña, ya reactivó las grabaciones con Kamel Nacif para evitar la debacle. Tiene razón Sartori: "La derecha hace de la imagen su única oferta."

TENEMOS A UN CHAPULIN ALBIAZUL YUJUUUU!!!

Acerca de este triste asunto que nos aqueja ,ya salio Salvatore Calderone como heroe del combate,1ero al al narco con indebida utilizacion del ejercito,el cual los resultados estan a la vista.las ejecuciones secuestros ,asaltos al orden del dia e impunidad absoluta,violaciones a nuestras garantias individuales.
Despues de minimizar los efecto que la situacion economica mundial que solo nos iba a hacer cosquillas,ahora resulta ser el heroe del combate a la gripa puerca,gracias a que se actuo con oportunidad y se puso sobre aviso a los demas paises.Vaya con el pitufoalbiazul ahora resulta que ya salio mas listo que el chapulin colorado,superman, batman, hombre araña flashman etc etc etc...es de dar risa como pueden pensar que aun nos da atole con el dedo...y asi anotarse mas goles a su partido.
Solo para agradecerle a todas la personas que colaboran en PROCESO valiente semanario,QUE SIGAN INFORMANDONOS DE LAS VERDADES QUE OTROS CALLAN!!!MIL GRACIAS POR LO QUE HACEN PARA ABRIRNOS LOS OJOS AUN A COSTA DE SU SEGURIDAD

Salinato de nuevo

ACERCA DE LA ENTREVISTA DE CARMEN ARISTEGUI CON EL EXPRESIDENTE MIGUEL DE LA MADRID
Aquí en México nos falta valor para derrocar a gobernantes corruptos ,somos masita para ellos, por eso tenemos el gobierno que merecemos, a los Rumanos no les falto valor para derrocar a un dictador como Nicolae Ceauşescu...y así seguiremos dejando solos a periodistas valientes como Carmen Aristegui, Lidia Cacho,Denisse Dresser etc..El valor de Carmen Aristegui en esta entrevista llega a los limites de lo heroico, tratándose de un país que ha sido saqueado desde los tiempos de Santana, donde reina la impunidad y la complicidad absoluta de los delincuentes de cuello blanco y no tan blanco, nada nuevo bajo el sol,ya que es el pan nuestro de cada día ,solo que faltaba que lo ratificara un expresidente lucido ,coherente y conocedor del negro historial de los politicos obscuros que siguen teniendo al pais en sus garras.nos gusta saber de escándalos políticos ,pero no hacemos nada para acabar con ellos.

Pandemia provocada???

¿Pandemia provocada?’
Desde mi punto de vista este virus no fue una coincidencia fue sembrado en algún “laboratorio siniestro “con fines de exterminio,esto me recuerda el holocausto casualidad o no ,esta apareciendo una nueva mutación ,si no hay ni vacunas para la AH1N1 ,menos para esta nueva mutación, ahora si el mundo esta en graves problemas… las Chemtrails tiene que ver con esto???..Porque nadie habla de ellas solo en Internet encuentras información, inventos de los cibernautas?? Hay documentación científica de esto.
Somos demasiados en el mundo , esa es la razón, pues los recursos no renovables están agotándose…..esto es un negro panorama, sin ser alarmista ni pesimista, pero la verdad ya es inocultable, la economía en recensión, la violencia a todo lo que da, al menos en México así es y ahora una Pandemia.

POR MELLO UUUUUUHHH

Por decadas el pais a estado sometido a esta epidemia que son los politicos de hoy ,asi como la cepa descubierta por Mexico y donada para elaborar una vacuna que salve al mundo,asi deberiamos donar la cepa de la corrupcion para salvar a Mexico de esta peste de politicos siniestros que asolan nuestros intereses com aves de rapiña..a ver si CALDERON se atreve a vacunarnos.....ummmmmmm

SE RETRACTO POR MIEDO

Gamboa encabezó la presión, coincide Reporte Índigo con La Jornada
"Por miedo", Miguel de la Madrid se retractó de acusaciones contra CSG
De la redacción


Miguel de la Madrid admitió que cometió un "serio error político" al acusar al ex presidente Carlos Salinas de Gortari y a sus hermanos de haber protagonizado graves actos de corrupción.

El ex mandatario aceptó retractarse –de las afirmaciones hechas durante una entrevista con la periodista Carmen Aristegui– no por falta de exactitud en sus declaraciones, producto de un deterioro en su salud –como se alegó más tarde–, sino por miedo a su sucesor:

"Es un enemigo muy peligroso", habría admitido De la Madrid acerca de la fuerza de Salinas, señala una nota de la revista electrónica Reporte Índigo, la cual relata la forma en que fue elaborado el intempestivo "arrepentimiento" del ex presidente, a consecuencia de la presión ejercida por un grupo de priístas muy cercanos a Salinas.

Con ello –destaca la nota–, intentaría neutralizar las severas acusaciones de inmoralidad y corrupción que sobre él y sus hermanos hizo De la Madrid.

“La estrategia habría sido simple y directa. ‘Me pueden matar, pero se van conmigo’. O en otras palabras: ‘de aquel lado –de quien hace las revelaciones– también existen historias que contar... y si no hay desistimiento, van a salir’”, agrega Reporte Índigo.

La Jornada publicó también los pormenores de la apresurada estrategia para obligar a retractarse a De la Madrid.

El eje para conseguir ese objetivo fue diseñado la mañana del miércoles por Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada del tricolor en la Cámara de Diputados y quien fuera secretario particular de De la Madrid durante su mandato –entre 1982-1988–, pero también uno de los hombres más cercanos a Salinas cuando era presidente, en 1988-1994.

Apenas un par de horas después de que fue trasnmitida la entrevista en referencia, un senador propuso que se hablara con la familia de De la Madrid y que se buscara a Salinas para frenar el asunto.

Otros legisladores comentaron a este diario que el plan era difundir más tarde la versión acerca de una menguada salud del ex presidente, como alternativa para intentar restar validez a las acusaciones difundidas en el noticiario radiofónico de Aristegui.

La información de La Jornada y de Reporte Índigo coincide en el dato sobre la visita que hizo un grupo de priístas a la casa de De la Madrid, ubicada en el centro de Coyoacán.

Ahí estaban Francisco Rojas, Emilio Gamboa, Ramón Aguirre, Enrique y Federico de la Madrid, quienes –puntualiza Reporte Índigo– operaron la "arrepen- tida secreta".

El texto –difundido por Internet– no detalla las fuentes de información, aunque hace énfasis en las rápidas gestiones, encomendadas desde Londres (donde reside Salinas) para atemperar los ánimos y buscar una salida al espinoso caso.

"El papel de Rojas era el de ser el personaje que aplicara la suficiente presión para gestar una solución convincente y concertada que se implementara con la urgencia que el caso merecía", dice Reporte Índigo.

En tanto, Gamboa –uno de los favoritos de Salinas (lo hizo su director del Infonavit, después del Seguro Social y al final secretario de Comunicaciones)– "era reinstalarse como la conciencia crítica de De la Madrid para convencerlo del error político en que había incurrido en la entrevista que dio a Carmen Aristegui".

Un peso especial en este cónclave lo tuvieron Enrique y Federico de la Madrid Cordero, hijos del ex presidente: "De hecho, después de Carlos Salinas, ellos eran los más interesados en resolver el conflicto político", no sólo por sus intereses con el PRI o con la administración de Calderón (Enrique es director de Financiera Rural), sino por el objetivo de trabajar para un relevo generacional dentro del tricolor.

Este fue el contexto –agrega la revista electrónica que encabeza Ramón Alberto Garza– de las negociaciones en Coyoacán.

Con estos actos y bajo estos supuestos, no sólo desacreditaron la controvertida entrevista, sino que terminaron por sepultar, políticamente hablando, a Miguel de la Madrid.

De ahora en adelante –señala el texto–, cualquier declaración o, incluso, algunos legados póstumos, tendrán que pasar por el filtro de ésta, su arrepentida secreta.

SILENCIO COMPLICE

Calderón, silencio cómplice
JORGE CARRASCO ARAIZAGA
MÉXICO, DF, 15 de mayo (apro).- El escándalo de la Operación Demente para desacreditar las acusaciones del expresidente Miguel de la Madrid pegó, exacto, en el centro del sistema político mexicano corrupto, impune y ajeno, en esencia, a la democracia.



La imposición de Carlos Salinas de Gortari en la Presidencia de la República, en 1988, en acuerdo con el PAN, marcó el inicio de una nueva etapa de degradación política del país. Los personajes de entonces son los mismos de ahora.

Salinas, Diego Fernández de Cevallos, Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones y los pragmáticos panistas con Felipe Calderón a la cabeza. No es casualidad que el padre de Calderón haya renunciado como consecuencia de los arreglos panistas impulsados por Fernández de Cevallos con el PRI.

De Salinas a Calderón lo que ha vivido México en materia política tiene que ver más con un pacto de las famiglias mafiosas que con cualquier desarrollo político del país.

En ese reparto, por razones propias y externas, la izquierda ha quedado relativamente marginada, pero ha participado de la distribución facciosa del poder.

La llegada del PAN a la Presidencia fue más un acuerdo de las elites políticas y económicas que consideraron que el régimen autoritario del PRI ya no se ajustaba para el nuevo siglo.

Había que cambiar al partido, no la esencia del sistema político ni sus formas corruptas y autoritarias, propicias a esquilmar, ni los negocios ilegales y el abuso del poder.

Eso sí, con el ropaje de elecciones democráticas y con un oportunista y arribista como Vicente Fox que capitalizó el hartazgo social contra el PRI.

El propósito de Fox nunca fue el de transformar al antiguo régimen. Por eso nunca pretendió investigar las tropelías del PRI, puestas en primer lugar las graves violaciones a los derechos humanos.

Mucho menos buscó un gran pacto político para sentar las bases de una república federal, representativa y democrática, según define la Constitución a este país.

Si en 1988 Salinas llegó a la Presidencia con el aval del PAN, con la quema de las boletas de la elección fraudulenta bendecida por Diego Fernández en la Cámara de Diputados, Calderón pudo jurar como presidente en ese mismo lugar en 2006 gracias al respaldo de Beltrones y los priistas que reafirmaron su pacto con el PAN. Como presidentes, ambos nacieron sin legitimidad.

Ni el PRI ni el PAN –y siempre en el margen el PRD– están para sanear la vida política de México. A la corrupción y abuso del Pemexgate del PRI le correspondieron las corruptelas y violaciones de Los Amigos de Fox.

Al corporativismo sindical del PRI le siguió el lucrativo chantaje político-electoral de la Jimmy Hoffa del sindicato de maestros, como comparó el diario The Wall Street Journal a Elba Esther Gordillo, con el dirigente de los camioneros estadunidenses que a mediados del siglo pasado llegaba a arreglos mafiosos en las negociaciones de su gremio.

Al patrimonialismo electoral del PRI le sigue el asistencialismo electoral del PAN. El Fobaproa fue su comunión. La destrucción del IFE, su obra.

Su mayoría en el Congreso sólo es parte de los arreglos, no para la rendición de cuentas.

No hay un Congreso que someta a una verdadera investigación los abusos e ineficiencias del gabinete y muchos menos para fincar responsabilidades.

Si Calderón dice que salvó a la humanidad de la influenza del virus A/H1N1, no hay un solo diputado que se proponga investigar por qué ocurrió la epidemia y, sobre todo, por qué el gobierno federal actuó, alarmado, hasta que se empezó a morir la gente.

Ahora enmedio de la crisis que exhibe a unos y a otros, Calderón se queda callado. No sólo por conveniencia electoral, sino porque al abrir la boca se desnuda.

Por eso tampoco extraña que el priista Emilio Gamboa, envuelto entonces y ahora en escándalos, haya sido el encargado de la Operación Demente para dejar a su antiguo jefe como un vejete senil que no sabe lo que dice. Y, sin embargo, lo dijo.

lunes, 11 de mayo de 2009

AUTOELOGIO..¿MERECIDO?

Autoelogio... ¿merecido?
DENISE DRESSER
México celebra el regreso a la normalidad. El presidente describe cómo el país salvó al planeta entero. Se escuchan aplausos por doquier ante la respuesta firme, la ciudadanía comprometida, el sistema de salud que salió airoso. Y sin duda hay algunos motivos para celebrar, sobre todo a la luz de lo que pudo haber sido y no fue: la pandemia pronosticada que no ocurrió. En lugar de pelear entre sí como acostumbran hacerlo, el gobierno federal y el capitalino lograron coordinarse. En vez del pasmo se impuso la acción. Las encuestas revelan a una población mayoritariamente satisfecha con lo que se hizo, con lo que se decidió, con el cúmulo de medidas instrumentadas. México respondió con contundencia y merece ser reconocido por ello. Laurie Garrett, experta en salud pública global y autora de The Coming Plague Newly Emerging Diseases in a World out of Balance, ha sugerido: “Creo que todo el mundo debería estar diciendo ‘gracias, amigos’, a los mexicanos, por el tremendo sacrificio que han hecho”.
Pero entre espaldarazo y espaldarazo será crucial que el país no pierda de vista la necesidad del post-mortem balanceado. La importancia de las preguntas incómodas. El reconocimiento de los errores cometidos y las carencias reveladas. Porque esta crisis produce motivos para celebrar pero también razones para lamentar. Habrá que ir más allá de las arengas nacionalistas y aprovechar la coyuntura para detectar lo que no funcionó, lo que no ocurrió, lo que no debe propiciar el autoelogio sino la autocorrección. Ojalá que el virus sirviera como catalizador para la crítica constructiva; ojalá fuera visto como una oportunidad para colocar a México bajo el microscopio y así detectar lo mucho que todavía está mal. Porque es probable que, conforme más información vaya saliendo a la luz, México será ovacionado por lo que hizo cuando la crisis viral fue detectada, pero criticado por todo aquello que no hizo a tiempo para prevenirla.
Hay una realidad incontrovertible que tanto el gobierno como la ciudadanía deben conocer y encarar. La Organización Mundial de la Salud ha revelado que desde el 11 de abril alerta a México sobre casos inusuales de neumonía atípica, pero el gobierno mexicano niega la gravedad de lo notificado. Es una incógnita si la información no fluyó de manera adecuada por parte de los estados al gobierno federal, si la descentralización contribuyó a la falta de coordinación, si los encargados de reportar casos de influenza desconocían el protocolo correspondiente. Lo cierto es que la demora tiene un impacto y evidencia que el país aún no sabe investigar, procesar y avisar sobre este tipo de enfermedades con base en las mejores prácticas a nivel internacional. El 16 de abril la OMS pide más información a raíz de reportes que han surgido en los medios. Finalmente, el 23 de abril comienza una estrategia gubernamental de “apaga-incendios” – basada en la clausura de las escuelas– que probablemente pudo haber sido menos drástica si se hubiera detectado el problema con anterioridad y actuado velozmente.
De haber existido laboratorios mexicanos especializados, probablemente se hubiera ganado tiempo valioso. De haberse asumido con mayor seriedad los brotes infecciosos cerca de la granja porcina en Veracruz, probablemente el gobierno hubiera contando con más información de la que tuvo cuando tomó la decisión drástica de clausurar los espacios públicos en el Distrito Federal y a lo largo del país. De haber institucionalizado medidas para la detección temprana de enfermedades epidemiológicas, quizás tanto Felipe Calderón como Marcelo Ebrard hubieran tenido más margen de maniobra ante el microbio mutante. De existir mejores controles sanitarios y ambientales sobre granjas como la de El Perote en Veracruz, quizás México no padecería lo que padece ahora. De haber contado con herramientas más precisas, el gobierno no hubiera tenido que responder a macanazos. Pero las demoras, los rumores, la información incompleta, la colusión entre gobernadores y granjeros, los diagnósticos inconsistentes y las cifras danzantes sin duda contribuyeron a agravar la situación. Provocando un golpe brutal a la actividad económica, al turismo, al empleo, a la inversion, al PIB, a la imagen de un país que ya era visto con sospechosismo en el ámbito internacional.
Pero más importante aún: El H1N1 pone al descubierto un sistema de salud que, según un magnífico reportaje en El País, se vuelve “cómplice del virus”. Porque por un lado está el caso de Manuel Camacho –político prominente atendido inmejorablemente en un hospital privado–, quien sobrevive a la infección. Pero, por otro, está el caso de Óscar Manuel –niño de cinco años proveniente de una familia sin recursos, rechazado en dos ocasiones por un hospital público–, quien sucumbe ante ella. El primero es tratado con guantes de seda; el segundo recibe sólo puntapiés. El primero tiene acceso a cuidados médicos de Primer Mundo, mientras que el segundo se enfrenta a la realidad de un sistema desvencijado. Las esperas eternas, las citas esporádicas, las medicinas inconseguibles o excesivamente caras, los trámites interminables, los médicos ausentes, los diagnósticos tardíos, los antivirales agotados, la desconfianza de tantos frente a instituciones que no funcionan como debieran. La larga lista de razones que explica por qué hay muertos en México pero no en otras partes.
El gobierno se vanagloria del incremento en los recursos destinados al sector salud, pero ante las cifras ostentadas emergen las interrogantes inevitables. ¿Cuántos recursos se destinan al pago se sueldos sindicales y al mantenimiento de “derechos adquiridos”? ¿Cuántos se canalizan a ampliar la cobertura, mejorar los servicios, promover la investigación, instalar nuevos laboratorios, entrenar investigadores de clase mundial? Y si los servicios de salud son tan buenos, ¿por qué la clase política no los usa? ¿Por qué si –como argumenta el presidente Calderón– el sistema de salud “está respondiendo de manera adecuada”, México se ve obligado a solicitar fondos de emergencia al Banco Mundial, a pedir apoyos al BID, a recibir el donativo de tapabocas chinos en el aeropuerto de la Ciudad de México a la 1:30 a.m.?
La respuesta a estas interrogantes no debe ser la autocomplacencia, sino la corrección de los errores. La respuesta ante las semanas que vivimos en peligro no puede ser tan sólo un discurso en el cual se celebra la valentía de los mexicanos, sino la remodelación de un sistema de salud que no los cura a tiempo. La respuesta frente a los féretros no debe ser una condecoración nacional por “haber salvado a la humanidad”, sino el compromiso de salvar a más mexicanos. Si es cierto –como sugiere Felipe Calderón– que la adversidad forja el carácter, entonces el del gobierno mexicano aún está a prueba.

viernes, 8 de mayo de 2009

DE LA GLORIA AL INFIERNO

De La Gloria al infierno
JOSé GIL OLMOS
MÉXICO, DF, 8 de mayo (apro).- La Gloria es un pequeño pueblo de Veracruz que hasta hace unas semanas pocas personas en el país y en el mundo sabían de su existencia. Sin embargo, a partir de la sospecha de que ahí pudo haber brotado la pandemia del virus de "influenza porcina" --que por razones comerciales 'mutó' a virus de "influenza humana"--, su historia cambió, como lo hace el viento, y su nombre glorificado fue tomado como una maldición, como la cuna de la nueva peste que hasta hace unos días amenazaba la existencia humana en los albores del siglo XXI.



Hoy que el AH1N1 o virus de influenza humana casi desaparece de los medios por orden presidencial, vale la pena recuperar la historia de este pueblo, una comunidad de mitos, como es el mexicano, que llegó a ser el centro de atención mundial.

En un principio, la noticia que apareció en los diarios locales desde febrero, sobre una comunidad de la región de Perote, Veracruz, que estaba siendo azotada por los aires hediondos de una granja criadora de puercos, provocando que la gente se enfermara de una rara fiebre que los llevaba hasta la muerte, se perdió en la mar de noticias inundadas por el narcotráfico.

Pero cuando el presidente Felipe Calderón apareció casi a la medianoche del jueves 23 de abril reconociendo la existencia de una nueva cepa del virus de la influenza, la historia de La Gloria comenzó a escribirse con letras rojas y amarillas, pues al día siguiente muchos reporteros locales, nacionales e internacionales, que antes venían a buscar los muertos de la guerra contra el narcotráfico, ahora voltearon hacia la comunidad veracruzana, tratando de encontrar en sus tierras el punto de partida de la pandemia, algo que hasta hora pone en duda el virólogo mexicano Carlos Arias, uno de los más reconocidos en el país.

Como ha ocurrido en otros pasajes históricos del mundo que han causado heridas sociales, la comunidad de La Gloria ha cobrado importancia sin que lo buscara, de manera completamente accidental, pues si el virus de influenza porcina no se hubiera presentado en México, sino en China o en cualquier otro país, su nombre jamás hubiera traspasado las fronteras de esta zona árida en la que los ventiscas forman nubes de tierra que cubren por instantes el cielo.

Pero siendo justos, La Gloria ya había empezado su peregrinar en los medios de comunicación años antes, desde el 2004 cuando iniciaron las denuncias de contaminación de los mantos freáticos y el aire, en contra de la empresa Granjas Carroll de México SA (que pertenece en 50% a la firma estadunidense Smithfield Foods Inc), la cual fue instalada en 1994 en esta zona que colinda con Puebla, luego que en Virgina, su sede, también fuera denunciada y expulsada por ser un foco contaminante desde 1985.

La gente de la zona en la que colindan Puebla y Veracruz, campesinos empobrecidos, protestaron por la instalación de esta granja, alegando que los restos de sus 500 mil cerdos contaminaban la tierra, el aire y el agua.

Sus voces fueron acalladas por las denuncias penales que presentaron los dueños de la granja, quienes alegaron difamación, así como por la indolencia cómplice del gobernador priista Fidel Herrera, que eludió una y otra vez se manchara la imagen de esta empresa trasnacional de la que al parecer recibió apoyo en su campaña electoral.

Pero las protestas volvieron a avivarse cuando en marzo de este año se registraron los primeros casos de la extraña gripe que, en pocos días, se había extendido por las arenosas calles contagiando a mil 300 personas, de las que la tercera parte registraba severas infecciones respiratorias, fiebre, tos y otros síntomas similares a las de la influenza humana.

El contagio fue tan severo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) mandó de inmediato al gobierno mexicano un informe sobre la presencia de este fenómeno atípico de enfermedades respiratorias en plena primavera, a lo cual se respondió de manera oficial que el brote "no era grave".

A partir de entonces, pero sobre todo cuando la noche del 23 de abril se reconoció oficialmente la presencia de la pandemia de la nueva cepa de influenza en el Distrito Federal y otras entidades, y luego en Estados Unidos, el nombre de La Gloria comenzó a mencionarse hasta la saciedad en el ciberespacio, señalándola como la "cuna del virus".

Así, la comunidad fue estigmatizada en todo el mundo y sus familias fueron presas de una mala fama, como las portadoras de la nueva influenza a la que llegaron a comparar con la "gripe española" de principios del siglo pasado, que cobró la vida de millones de personas en todo el mundo.

Los rostros morenos curtidos por el sol y la tierra de los habitantes de La Gloria fueron entonces registrados por las cámaras fotográficas y de televisión de los reporteros que en caravana llegaban hasta ella para dar una imagen de los primeros infectados. ¿Cuantos ojos nos los vieron sin que ellos se dieran cuenta? Muchos, tal vez millones.

Edgar Hernández, de apenas cinco años, era el más buscado de todos los que habían padecido la rara gripe, pues se había comprobado que a pesar de que tuvo el virus había sanado con apenas un tratamiento de analgésicos y un antibiótico que le recetaron en el centro médico de la comunidad.

Para muchos era el "paciente cero", el punto de partida, el origen, la génesis de esta pandemia, "el milagro" que el mundo tendría que conocer, pues del febril infierno de la influenza había regresado a su casa en La Gloria sólo con paracetamol y amoxicilina, algo que hoy pone en tela de juicio el virólogo Carlos Arias, pues dice que aún faltan exámenes científicos que corroboren que fue infectado por ese virus.

Durante varios días los ojos del mundo globalizado de la informática se posaron en la pequeña comunidad veracruzana y, en cuestión de segundos, la conocieron en Europa, Asia, África y América.

Pero no como sus habitantes hubieran querido, por algún milagro que trajera el progreso y el bienestar tantas veces reclamado, sino como la fuente de la mayor amenaza viral de los últimos años que ha cancelado actividades en el Distrito Federal, alarma en Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, cancelación de vuelos y la estigmatización internacional de los mexicanos.

Así, temerosos, de una día a otro los habitantes de este pueblo se encerraron en sus casas, dejaron de trabajar o de andar por las calles de la comunidad y pasaron de la gloria al infierno, como si les hubiera caído la maldición de la peste bíblica del Apocalipsis.

Pero no contaban con la destreza política del gobernador Fidel Herrera que, raudo, sacó dinero de su bolsillo, mandó a pintar las casas, a pavimentar algunas calles y a vaticinarles a los habitantes que él los rescataría del infierno y de su mano los llevaría de nuevo a la gloria, escribiendo así una nueva historia surrealista de la política mexicana.

DE QUE SE RIE CALDERON


¿De qué se ríe, señor Calderón?
ÁLVARO DELGADO
MÉXICO, D.F., 4 de mayo (apro).- Como lo ha hecho en otras ocasiones, venga o no al caso, Felipe Calderón dispuso, la noche del miércoles 29 de abril, justo en la cúspide de la emergencia por la epidemia gripal, de 17 minutos seguiditos en radio y televisión para enviar un mensaje a la nación, en el que volvió a tutear a los mexicanos y sonriente, como festejando una puntada, predicó sobre el ocio en el hogar.

La sonrisita no se le borró a Calderón del rostro, habitualmente adusto por su consabido mal humor, ni cuando por primera vez expresó sus condolencias a los deudos de los muertos por la epidemia que ha exhibido la ineptitud gubernamental y cuya cifra real nadie conoce, en vista de la maraña de números que, desde la noche misma en que se decretó la emergencia --el jueves 23--, han confundido inclusive a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Viene al caso el lugar común: La primera víctima ha sido, en efecto, la verdad.

Pero detrás del manejo convenenciero de la epidemia, cuyos riesgos evidentemente existen y sobre los cuales la ciudadanía ha contrarrestado con muestras de ejemplar solidaridad con sus semejantes --algo que ni siquiera los curas ni los propios funcionarios han sido capaces de practicar, como el uso de tapabocas, por lo visto inútiles--, se trata de esconder y manipular la atroz realidad que atormenta a los mexicanos.

No es sólo el problema de la inseguridad que no ha logrado ser abatida por el gobierno con su "guerra" contra el narcotráfico --y que este fin de semana produjo 42 muertos--, sencillamente porque no es veraz ese empeño y perfila, en realidad, un peligro para los ciudadanos, sobre todo después de las aberrantes reformas que aprobó el Congreso, casi a hurtadillas, que le dan un inmenso poder a Calderón para ejercer el espionaje y la represión contra los ciudadanos a través de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública.

La aprobación de la Ley de la Policía Federal, que autoriza un solo mando para operar en todo el territorio nacional mediante acciones encubiertas –usuarios simulados y sin uniforme--, y la intervención en todas las comunicaciones privadas –incluyendo todas las telecomunicaciones--, implica un eslabón más en la cadena represiva dispuesta por Calderón, ante el hartazgo que representa el fracaso económico de su breve pero catastrófica gestión, sólo igualable a la de Ernesto Zedillo.

Y es que éste es, en efecto, el principal problema del México de hoy: Las propias cifras oficiales del estado que guarda la economía de México van consolidando un colapso semejante al padecido por los mexicanos por el "error de diciembre" de 1994, que se materializó, al año siguiente, con el desplome de 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre.

La cifras de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México, además del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de bancos propiedad de extranjeros que operan en el país, apuntan a un retroceso promedio de 5% anual, una estimación muy conservadora si se tiene en cuenta que se han hecho añicos todas las predicciones desde el año pasado, cuando el frívolo Agustín Carstens predijo un "catarrito".

Esos mismos organismos públicos y privados modificaron sus vaticinios a los largo de 2008, todavía con indicadores a la alza, y a principios de este año preveían que, en el peor de los casos, México observaría un "crecimiento cero", de suyo negativo, pero jamás anticiparon los números tan catastróficos de ahora.

Sólo en el primer trimestre del año, la economía cayó 7%, cifra inédita desde 1995, y la actividad industrial registra cifras peores, como las manufactureras, que se desplomaron 16% y la construcción 11.3%, el valor de las exportaciones se cae mes con mes: 31.5% en enero, 29.6% en febrero y 25.1% en marzo.

Obviamente el empleo, el sello que Calderón le quiso dar a su fracasada gestión, observa cifras de miedo: En enero significó 5% de la Población Económicamente Activa, la más alta justamente desde 1995, pero en febrero empeoró, 5.3%, y en marzo fue de 4.76%. O sea que hay unos 2 millones 200 mil personas desempleadas, 300 mil más que en diciembre pasado.

Este año, según el Banco de México, perderán su empleo hasta casi medio millón de mexicanos.

El panorama económico, que ciertamente es global, pero que también tiene que ver con las decisiones que se toman desde el gobierno local, no da para la sonrisa de Calderón, salvo que --como lo ha hecho en otras ocasiones-- sea una burla por acciones insanas que pronto conoceremos.

Pero no hay duda: Como Carlos Salinas, Calderón empezó mal y terminará mal.

Apuntes

Se cumplieron tres años de la represión ordenada por Vicente Fox y Enrique Peña Nieto con la anuencia, por supuesto, de Calderón, contra los campesinos de San Salvador Atenco, Estado de México, que resistieron la construcción del aeropuerto. La respuesta de esos personajes fue el asesinato, las vejaciones y la cárcel contra los manifestantes, un trato peor que a los criminales. El dirigente principal, Ignacio del Valle, está condenado a 112 años de prisión y penas igual de irracionales se les dictaron a otros 11 prisioneros. La venganza no es justicia…

La epidemia desinformadora
JENARO VILLAMIL
De origen indeterminado y sin vacuna que lo prevenga, la confirmación de un nuevo virus de influenza, el A (H1N1), ha concentrado el interés mundial ante la posibilidad de una nueva pandemia que, hasta el viernes 1, sólo ha causado fallecimientos en México. Incluso, la única muerte registrada hasta ese día en otro país fue la de un bebé mexicano que cruzó la frontera para ser atendido en un hospital de Estados Unidos.
La paranoia se ha generalizado en el país, pero en buena medida el miedo es el resultado de un coctel: la opacidad, las inexactitudes y las contradicciones entre las cifras de contagiados y de muertos; entre las medidas adoptadas en México para enfrentar la emergencia sanitaria y las recomendaciones internacionales, y entre las declaraciones de funcionarios mexicanos de la Secretaría de Salud y la información difundida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A pesar de la saturación mediática sobre el tema, la desinformación es la otra cara del virus. He aquí un breve recuento de los principales ingredientes que generaron esta otra epidemia:
1.- El jueves 23 de abril, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, sostuvo dos versiones frente a los indicios de una epidemia de influenza. En la mañana, al ser cuestionado sobre la información publicada días antes en el periódico Reforma (cinco personas fallecidas y 218 casos en hospitales), el funcionario afirmó que “esto no es una pandemia de influenza… Estamos viendo la prolongación de la época estacional de la influenza, que normalmente se termina en febrero”.
Doce horas después, a las 23:00 horas, en cadena nacional, Córdova Villalobos confirmó que sí se trataba del brote de un nuevo tipo de influenza aeróbico que requería “medidas extremas” y ordenó la suspensión de las actividades escolares en el Distrito Federal y el Valle de México. No aclaró cuántas personas habían sido hospitalizadas ni cuántos fallecimientos estaban relacionados con la nueva cepa viral.
2.- La danza de las cifras inició el domingo 26 de abril y continúa hasta ahora. La Secretaría de Salud mencionó ese día 103 muertes por influenza “atípica” y más de mil 380 personas afectadas, la mayoría, en el Distrito Federal. Se generó la alerta global ante la confirmación de 20 casos en Estados Unidos.
El lunes 27 de abril, Córdova Villalobos aseguró que los muertos por “influenza porcina” eran 20, pero un día después redujo la cifra a sólo siete muertes confirmadas. El 29 de abril esta cifra se elevó a ocho y el viernes 1 de mayo informó que eran 16 fallecidos en todo el país por “influenza humana”, la denominación que le otorgó la Secretaría de Salud. De 159 expedientes de personas fallecidas, en 58 no había justificación para relacionarlos con el virus y 85 se mantenían como “sospechosos”. Al corte del 1 de mayo, de los 16 decesos 11 fueron en el Distrito Federal, tres en el Estado de México, uno en Oaxaca y uno en Tlaxcala.
3.- El martes 28 se generalizó la confusión en el manejo de las cifras y el tipo de decesos. Córdova Villalobos creó un nuevo rango: “muertes sospechosas” por influenza porcina. Ese día fueron 159, al día siguiente 176 y después ya no se mencionó este concepto hasta el 1 de mayo, que se informó de 85 “muertes sospechosas”. Afirmó que están vivos 381 contagiados por el virus de influenza humana.
4.- La denominación del nuevo tipo de influenza también ha ocasionado confusiones. Primero se le llamó “influenza porcina” para diferenciarla de la “influenza estacional”. El lunes 27, los científicos estadunidenses de Atlanta que lograron aislar la nueva cepa la denominaron gripe A H1N1. En Francia se le intentó denominar “gripe mexicana”, lo que generó una airada protesta de la embajada de México por considerar el término “discriminatorio”. La OMS sugirió que se le denomine influenza A (H1N1), y el 1 de mayo, la Secretaría de Salud dejó de llamarla “influenza porcina”, porque “no se contagia por los cerdos”, y la llamó “virus de influenza humana”.
5.- La oficialización de las medidas adoptadas en México provocó diferencias y suspicacias. El 25 de abril en el Diario Oficial de la Federación se publicó un decreto que autoriza a la Secretaría de Salud a tomar acciones para “prevenir, controlar y combatir la existencia y transmisión del virus de influenza estacional epidémica”. No menciona “influenza porcina” ni “influenza humana” ni A H1N1 ni define qué es “influenza estacional epidémica”.
Entre las medidas se ordena “el aislamiento de personas que puedan padecer la enfermedad y de los portadores de gérmenes de la misma”, así como “el ingreso a todo tipo de local o casa habitación para el cumplimiento de actividades dirigidas al control y combate a la epidemia”. También autoriza la adquisición de equipo médico, agentes de diagnóstico, material quirúrgico, productos higiénicos y medicinas “sin necesidad de agotar el procedimiento de licitación pública”.
6.- Está a discusión si México adoptó o no las medidas emergentes necesarias. Funcionarios de la OMS afirmaron que el organismo supo desde el 9 de abril de casos de “influenza sospechosa” en México y el 24 de abril recibieron la confirmación de laboratorios de Estados Unidos y Canadá que identificaron que se trataba de una nueva cepa. “Nos movilizamos en cuestión de horas”, dijo el vocero de la OMS, Thomas Abraham.
Sin embargo, el presidente Felipe Calderón, en su mensaje a la nación del 29 de abril, afirmó que en México “se lanzó el 16 de abril una alerta epidemiológica para que las autoridades médicas de todo el país y de los hospitales tomaran las precauciones debidas” y se enviaron a “los mejores laboratorios del mundo” las muestras tomadas a personas enfermas.
Coincidentemente, el mismo 16 de abril el presidente estadunidense Barack Obama realizó su primera visita oficial a México. Para ese momento, nadie había informado a la sociedad sobre la “alerta epidemiológica” en nuestro país a la que aludió Calderón.
El epidemiólogo de la Secretaría de Salud Miguel Ángel Lezana, quien ganó notoriedad por minimizar el uso del cubrebocas, aseguró el 1 de mayo a la agencia AP que fue la OMS la que tardó en atender la alerta enviada desde el 16 de abril. “Aparentemente hubo algún problema. No sé si fue en la oficina de la Organización Panamericana de la Salud (brazo regional de la OMS), en México o en Washington”, afirmó Lezana, director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica.

REPUBLICA DE LA INFLUENZA


La República de la influenza
JENARO VILLAMIL
MÉXICO, DF, 5 de mayo (apro).- A dos semanas que haberse decretado la emergencia sanitaria a consecuencia de la epidemia provocada por el virus A/1H1N, una singular "República de la influenza" ha surgido entre nuestros políticos y gobernantes.

El "inicio de la normalización" decretada por el presidente Felipe Calderón no evita que hagamos un pequeño recuento de los protagonistas de esta peculiar "República de la influenza":

1. El pillo de la temporada. Sin duda alguna, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, pasará a la historia no sólo por su conocida modestia que apenas raya en el culto a la personalidad, sino también porque la epidemia le dio la oportunidad de demostrar hasta dónde puede llegar su compulsión por mentir, por encubrir a empresas que donaron para su campaña (como es el caso de Granjas Carroll), y hasta exhibir un cinismo muy lejos de Tartufo y más cerca de algún personaje de los hermanos Coen.

El sábado 2 de mayo, Fidel Herrera, enjundioso como suele ser, hizo un llamado a los medios para "acabar con la estigmatización" o el singular Gloriagate, refiriéndose al interés mundial generado por el brote de gripa en la comunidad de La Gloria, colindante con los desechos tóxicos porcinos de Granjas Carroll, filial de la trasnacional Smithfield Food.

Basta recordar que el presidente del consejo de este corporativo se llama Joseph Luter, quien le declaró a la revista Rolling Stone que los vegetarianos –enemigos a muerte de su producción porcícola-- son simples "neuróticos".

Fidel Herrera le copió el método al dueño de Smithfield Food y, para combatir la estigmatización, le echó la responsabilidad a otro pillo de fama nacional: el gobernador poblano Mario Marín.

Según Herrera, es el góber precioso y no él, el góber porcícola, el responsable de vigilar la posible contaminación generada por Granjas Carroll. "Los vientos que arrastran hasta acá la contaminación no tienen fronteras", afirmó el sabio Fidel Herrera.

Su enjundia para defender a la trasnacional de Estados Unidos no ha sido similar a su interés por la salud de los habitantes de Perote y, en especial, de la comunidad de La Gloria. La extraordinaria crónica publicada en La Jornada, el pasado 3 de mayo, retrata de cuerpo entero al gobernador de Veracruz.

Un fotógrafo captó al priista en el momento que le entregaba cinco billetes de mil pesos a José Vicente Mendoza, habitante de La Gloria, quien le pidió ayuda para atender la insuficiencia renal que padece.

Al percatarse que se le tomaba una fotografía, Fidel Herrera se molestó y le pidió al señor Mendoza: "No, mejor regréseme el dinero, luego van a poner ahí que yo ando dando. Yo tengo dinero para regalar. Esto es parte del gasto del gobierno para la contención de la crisis" (crónica de Enrique Méndez y Andrés Timoteo, La Jornada 3 de mayo, p.7). ¿Cuántos billetes más repartió Fidel Herrera?

2. El guapo de la influenza. Fiel a su naturaleza, el góber costoso del Estado de México, Enrique Peña Nieto, primero trató de evadir el golpe de la epidemia en su entidad –la más poblada del país--, y su mayor emergencia fue designar a un secretario de Salud que en su primera conferencia de prensa constató su epidémica desinformación.

En vísperas del 1 de mayo, Peña Nieto se apresuró a decretar que la epidemia ya se había controlado en la entidad. Y cualquier brote que se registre en los municipios conurbados, advirtió, correrá a cuenta de los servicios hospitalarios asentados en el Distrito Federal.

En la reunión conjunta con los gobernadores y Calderón, del 4 de mayo, Peña Nieto hizo su gran aportación: sugirió que el gobierno federal ponga en marcha una campaña mediática en el extranjero para "mejorar la imagen nacional" y así reactivar la economía.

A lo mejor Peña Nieto ya se ve en spots transmitidos en China, Argentina y en varios países europeos con brotes de xenofobia contra los mexicanos, promoviendo a nuestro país, junto a La Gaviota.

Eso sí, los dos se darán besos con cubrebocas en las faldas de la zona arqueológica de Teotihuacan. Parece que ya contrató a TV Promo para lanzarse a la fama internacional.

3. El duro de la epidemia. Este título nadie se lo arrebatará al jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, quien se anticipó a los posibles golpes mediáticos en su contra, arremetiendo contra la actividad restaurantera y turística de la Ciudad de México. Según la Canaco del Distrito Federal, las medidas de emergencia significaron pérdidas por 8 mil millones de pesos al sector servicios.

Sin que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se lo recomendara, Ebrard decidió cerrar no sólo cines, teatros y antros, sino también restaurantes, fondas y todo lo que oliera a comida.

Olvidó sus playas artificiales y canceló el ciclotón de la avenida Reforma, al menos temporalmente. Eso sí, provocó un pánico de tal tamaño entre la población capitalina que las aglomeraciones que no se dieron en los comedores y restaurantes, se generaron en los supermercados, quizá los únicos que hicieron su "agosto" en la breve República de la influenza.

Gracias a Marcelo Ebrard, algunos capitalinos recuperaron el encanto por los parques y algunas plazas públicas. También se encerraron en sus casas con una dotación de películas de Blockbuster o de los puestos de ambulantes que no desaparecieron ni con la emergencia.

Ahora Marcelo el Duro ya nos dio una buena noticia: hay un semáforo de cuatro colores para que estemos pendientes cuándo pasamos al rojo (alerta máxima). Por ahora estamos en el naranja.

4. El Supermán de los virus. El "superhombre" en esta epidemia, el que ha logrado salvar a la humanidad –no precisamente con kriptonita-- y que logró que muchas familias se reconciliaran gracias al hacinamiento del puente vacacional, es el primer mandatario Felipe Calderón Hinojosa.

Después de su tranquilizador mensaje del jueves 30 de abril, los mexicanos encontramos el gusto por encerrarnos en nuestras casas, arreglar las "cositas" pendientes y echarnos porras entre nosotros mismos porque somos dóciles a todas las medidas decretadas desde arriba.

Este martes 5 de mayo, en el marco del festejo del 147 aniversario de la Batalla de Puebla, Calderón lanzó la frase más importante de nuestra República: "En México hemos defendido a toda la humanidad".

Según nuestro presidente, si no se hubieran adoptado "a tiempo" y con "transparencia" las medidas que sugirió la Secretaría de Salud, el mundo no se hubiera salvado de la propagación de un virus que, presuntamente, se originó en México.

Lástima que Supermán de los Virus salvó al mundo, pero aún no nos ha podido decir por qué sólo en nuestro país se registraron las 26 muertes contabilizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La República de la influenza tiene más personajes. Se recomienda que usted haga la lista de quiénes compartirán los honores junto con estos cuatro grandes protagonistas.