viernes, 8 de mayo de 2009

REPUBLICA DE LA INFLUENZA


La República de la influenza
JENARO VILLAMIL
MÉXICO, DF, 5 de mayo (apro).- A dos semanas que haberse decretado la emergencia sanitaria a consecuencia de la epidemia provocada por el virus A/1H1N, una singular "República de la influenza" ha surgido entre nuestros políticos y gobernantes.

El "inicio de la normalización" decretada por el presidente Felipe Calderón no evita que hagamos un pequeño recuento de los protagonistas de esta peculiar "República de la influenza":

1. El pillo de la temporada. Sin duda alguna, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, pasará a la historia no sólo por su conocida modestia que apenas raya en el culto a la personalidad, sino también porque la epidemia le dio la oportunidad de demostrar hasta dónde puede llegar su compulsión por mentir, por encubrir a empresas que donaron para su campaña (como es el caso de Granjas Carroll), y hasta exhibir un cinismo muy lejos de Tartufo y más cerca de algún personaje de los hermanos Coen.

El sábado 2 de mayo, Fidel Herrera, enjundioso como suele ser, hizo un llamado a los medios para "acabar con la estigmatización" o el singular Gloriagate, refiriéndose al interés mundial generado por el brote de gripa en la comunidad de La Gloria, colindante con los desechos tóxicos porcinos de Granjas Carroll, filial de la trasnacional Smithfield Food.

Basta recordar que el presidente del consejo de este corporativo se llama Joseph Luter, quien le declaró a la revista Rolling Stone que los vegetarianos –enemigos a muerte de su producción porcícola-- son simples "neuróticos".

Fidel Herrera le copió el método al dueño de Smithfield Food y, para combatir la estigmatización, le echó la responsabilidad a otro pillo de fama nacional: el gobernador poblano Mario Marín.

Según Herrera, es el góber precioso y no él, el góber porcícola, el responsable de vigilar la posible contaminación generada por Granjas Carroll. "Los vientos que arrastran hasta acá la contaminación no tienen fronteras", afirmó el sabio Fidel Herrera.

Su enjundia para defender a la trasnacional de Estados Unidos no ha sido similar a su interés por la salud de los habitantes de Perote y, en especial, de la comunidad de La Gloria. La extraordinaria crónica publicada en La Jornada, el pasado 3 de mayo, retrata de cuerpo entero al gobernador de Veracruz.

Un fotógrafo captó al priista en el momento que le entregaba cinco billetes de mil pesos a José Vicente Mendoza, habitante de La Gloria, quien le pidió ayuda para atender la insuficiencia renal que padece.

Al percatarse que se le tomaba una fotografía, Fidel Herrera se molestó y le pidió al señor Mendoza: "No, mejor regréseme el dinero, luego van a poner ahí que yo ando dando. Yo tengo dinero para regalar. Esto es parte del gasto del gobierno para la contención de la crisis" (crónica de Enrique Méndez y Andrés Timoteo, La Jornada 3 de mayo, p.7). ¿Cuántos billetes más repartió Fidel Herrera?

2. El guapo de la influenza. Fiel a su naturaleza, el góber costoso del Estado de México, Enrique Peña Nieto, primero trató de evadir el golpe de la epidemia en su entidad –la más poblada del país--, y su mayor emergencia fue designar a un secretario de Salud que en su primera conferencia de prensa constató su epidémica desinformación.

En vísperas del 1 de mayo, Peña Nieto se apresuró a decretar que la epidemia ya se había controlado en la entidad. Y cualquier brote que se registre en los municipios conurbados, advirtió, correrá a cuenta de los servicios hospitalarios asentados en el Distrito Federal.

En la reunión conjunta con los gobernadores y Calderón, del 4 de mayo, Peña Nieto hizo su gran aportación: sugirió que el gobierno federal ponga en marcha una campaña mediática en el extranjero para "mejorar la imagen nacional" y así reactivar la economía.

A lo mejor Peña Nieto ya se ve en spots transmitidos en China, Argentina y en varios países europeos con brotes de xenofobia contra los mexicanos, promoviendo a nuestro país, junto a La Gaviota.

Eso sí, los dos se darán besos con cubrebocas en las faldas de la zona arqueológica de Teotihuacan. Parece que ya contrató a TV Promo para lanzarse a la fama internacional.

3. El duro de la epidemia. Este título nadie se lo arrebatará al jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, quien se anticipó a los posibles golpes mediáticos en su contra, arremetiendo contra la actividad restaurantera y turística de la Ciudad de México. Según la Canaco del Distrito Federal, las medidas de emergencia significaron pérdidas por 8 mil millones de pesos al sector servicios.

Sin que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se lo recomendara, Ebrard decidió cerrar no sólo cines, teatros y antros, sino también restaurantes, fondas y todo lo que oliera a comida.

Olvidó sus playas artificiales y canceló el ciclotón de la avenida Reforma, al menos temporalmente. Eso sí, provocó un pánico de tal tamaño entre la población capitalina que las aglomeraciones que no se dieron en los comedores y restaurantes, se generaron en los supermercados, quizá los únicos que hicieron su "agosto" en la breve República de la influenza.

Gracias a Marcelo Ebrard, algunos capitalinos recuperaron el encanto por los parques y algunas plazas públicas. También se encerraron en sus casas con una dotación de películas de Blockbuster o de los puestos de ambulantes que no desaparecieron ni con la emergencia.

Ahora Marcelo el Duro ya nos dio una buena noticia: hay un semáforo de cuatro colores para que estemos pendientes cuándo pasamos al rojo (alerta máxima). Por ahora estamos en el naranja.

4. El Supermán de los virus. El "superhombre" en esta epidemia, el que ha logrado salvar a la humanidad –no precisamente con kriptonita-- y que logró que muchas familias se reconciliaran gracias al hacinamiento del puente vacacional, es el primer mandatario Felipe Calderón Hinojosa.

Después de su tranquilizador mensaje del jueves 30 de abril, los mexicanos encontramos el gusto por encerrarnos en nuestras casas, arreglar las "cositas" pendientes y echarnos porras entre nosotros mismos porque somos dóciles a todas las medidas decretadas desde arriba.

Este martes 5 de mayo, en el marco del festejo del 147 aniversario de la Batalla de Puebla, Calderón lanzó la frase más importante de nuestra República: "En México hemos defendido a toda la humanidad".

Según nuestro presidente, si no se hubieran adoptado "a tiempo" y con "transparencia" las medidas que sugirió la Secretaría de Salud, el mundo no se hubiera salvado de la propagación de un virus que, presuntamente, se originó en México.

Lástima que Supermán de los Virus salvó al mundo, pero aún no nos ha podido decir por qué sólo en nuestro país se registraron las 26 muertes contabilizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La República de la influenza tiene más personajes. Se recomienda que usted haga la lista de quiénes compartirán los honores junto con estos cuatro grandes protagonistas.