lunes, 28 de julio de 2008

Televisa-Creel, ¿Stalinismo o error?


Televisa-Creel, ¿Stalinismo o error?
jenaro villamil
MÉXICO, D.F., 15 de julio (apro).- En algún manual de aquellos que la propaganda del régimen soviético utilizaba para el control informativo, el vicepresidente de Televisa, Bernardo Gómez, habrá tomado la fantástica idea de ordenar que la imagen de Santiago Creel, presidente del Senado, se borrara de las transmisiones del debate sobre el foro energético. Claramente se observa esta operación, al estilo de Beria, el policía político de Stalin, en la emisión de Primero Noticias, del 2 de julio pasado.

Un día después de que Creel denunciara esa maniobra y a 13 días de que se detectara en pantalla, la empresa Televisa envió un comunicado para lamentar el incidente y puntualizar que “la producción del noticiario ya tomó las medidas pertinentes para que no se repitan este tipo de errores que, adujo, comprometieron nuestros propios criterios informativos”.

El comunicado de la empresa se produjo poco después de un tardío “extrañamiento” de la Dirección General de Radio y Televisión de la Secretaría de Gobernación que pidió explicaciones por la “anulación” de la imagen de Creel.

La denuncia de Creel no se trata de un caso aislado. Desde que Televisa y TV Azteca decretaron que Creel era un “traidor” por haber apoyado la reforma electoral, lo único que han logrado con sus maniobras cercanas a la “purga” ideológica es otorgarle al exsecretario de Gobernación foxista la credibilidad que perdió durante el sexenio pasado.

El caso de Santiago Creel tiene varias derivaciones que convienen apuntar:

1. Con demasiada frecuencia a Televisa y TV Azteca se les olvida que vivimos en una república y no en una dictadura de pantalla. Creen que su verdad es la verdad informativa. Lo único que han logrado con su grotesca censura, sus vendettas y la manipulación de los hechos es despertar un hartazgo en las audiencias. Ambas empresas podrán monopolizar 80% del rating, pero han perdido de manera acelerada la credibilidad. Sólo de esta manera se explica que un personaje como Santiago Creel –a quien han borrado de la pantalla desde hace casi un año-- siga siendo el panista con mayor índice de reconocimiento en casi todas las encuestas. La opinión pública ya no se guía únicamente por los índices de audiencia sino por la consistencia y credibilidad en las causas y en determinadas coyunturas.

Lo mismo ha sucedido con otros políticos, como Andrés Manuel López Obrador, que aún puede convocar a movilizaciones masivas en el Zócalo, sin que Televisa se ocupe mínimamente por informar –aunque sí editorialice constantemente- las acciones del autoproclamado “presidente legítimo”.

En sentido contrario, Televisa promueve a golpe de infomerciales a Enrique Peña Nieto, pero esto no le ha dado al góber precioso, la solidez para otorgarle la credibilidad necesaria. Podrá ser muy popular por guapo, pero sus propuestas son tan efímeras como un spot.

2. La censura a Creel y su cese grosero en la coordinación de la bancada del PAN fueron una maniobra consentida por el gobierno de Felipe Calderón. Pensaron que de esta manera, al atender los reclamos de Televisa y de TV Azteca, lograrían el apoyo necesario en la pantalla para promover su reforma energética.

La maniobra ha resultado ser un peligroso boomerang. La propaganda no es lo mismo que la información y los spots millonarios que la Presidencia de la República ha pagado en Canal 2 y Canal 13 no convencen ya a una opinión pública que mayoritariamente cree que las iniciativas de Calderón van en contra de los intereses de Pemex.

3. ¿Dónde estaba la Secretaría de Gobernación antes de la denuncia? ¿Por qué la dirección general de Radio, Televisión y Cinematografía que cuenta con un monitoreo permanente hasta este martes envió un “extrañamiento” a Televisa?

Con demasiada frecuencia también se olvida que las concesiones que detentan las empresas de Azcárraga Jean y de Salinas Pliego son bienes públicos concesionados. Ellos podrán ser dueños de la infraestructura y de los activos de sus empresas, pero eso no justifica que manipulen la información, las imágenes y pretendan ignorar que existe un presidente del Senado, por muy mal que les caiga Santiago Creel.

Es responsabilidad de la Secretaría de Gobernación vigilar la equidad, el respeto a la libertad de expresión, a las instituciones y al derecho a la información que deben ejercer las televisoras.

4. ¿Por qué el grupo de 15 escritores y comentaristas televisivos que han presentado amparos en contra de la reforma electoral no han escrito ni se han pronunciado frente a las maniobras de Televisa y TV Azteca? ¿Acaso no afecta a la libertad de expresión la descarada pretensión del duopolio televisivo de doblegar al Congreso para que no legisle –ahí está el caso de la iniciativa de Ricardo García Cervantes que frenaron el último día del periodo extraordinario-- o el ninguneo a Creel y a todo legislador que se atreva a criticarlos?

El silencio de este grupo de notables también tiene otra explicación. Es muy claro que ni a Televisa ni a TV Azteca les preocupa la libertad de expresión ni el derecho a la información. La mayoría de estos intelectuales trabaja en las televisoras y buscan congraciarse con sus dueños.

En realidad, les molesta que se haya puesto límites al mercadeo publicitario electoral. Prohibir la compra de spots con fines político-electorales no limita la libertad de expresión. La verdadera amenaza a esta libertad fundamental es la concentración monopólica y la impunidad televisiva.

Ninguno de estos destacados escritores y comentaristas se atrevió a condenar las maniobras de la Ley Televisa, ninguno osó criticar la salida de Carmen Aristegui de W Radio e, incluso, insistieron en que no se trató de un caso de censura. A muy pocos les parece grave que se acuse al Senado y a la Suprema Corte de Justicia de aplicar políticas fascistas, como cada noche hace el noticiario Hechos de TV Azteca.

¿No sería el caso de Creel una buena oportunidad de deslindarse de este estalinismo televisivo?

MERCENARIOS EN MEXICO

Mercenarios en México
jorge carrasco araizaga
México, D.F., 18 de julio (apro).- La inseguridad pública, la delincuencia organizada y la “guerra global contra el terrorismo” ha generado un gran negocio en México para empresas extranjeras privadas de carácter militar y de seguridad, integradas por exuniformados o paramilitares.

A mediados de la década pasada, proliferaron en el país extranjeros expertos en negociaciones y rescate para hacer frente a la ola de secuestros que afectó, en gran medida, a empresarios en distintas partes del territorio.

Llegaron exagentes del Mossad –el servicio de inteligencia de Israel–, excombatientes de Estados Unidos, exintegrantes del FBI o del Servicio Secreto estadunidense, militares retirados de Gran Bretaña, Rusia, Francia e incluso exuniformados colombianos que se presentaron como expertos para asesorar a los afectados y a las propias autoridades federales y locales.

El descontrol de la delincuencia organizada y el discurso dominante sobre las amenazas terroristas han dado paso en México a la llegada de más extranjeros, pero esta vez expertos en tortura y en otras prácticas degradantes.

La revelación de la decisión tomada por el alcalde panista de León, Vicente Guerrero Reynoso, de contratar cursos de tortura para agentes del Grupo Especial Táctico de la Policía Municipal, documentó de qué manera en México se están asentando grupos de mercenarios.

El caso ahora está en manos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuyo presidente, José Luis Soberanes, está a prueba respecto a su verdadero ánimo de defensa de la dignidad humana.

Aunque sólo está en condiciones de emitir una recomendación, su investigación tiene que dejar en claro que el gobierno local de León contrató a un grupo de mercenarios extranjeros para preparar a los policías municipales en la violación a los derechos humanos de la población.

Una investigación del reportero Kristin Bricker, colaborador de The narcosphere, asegura que la empresa contratada por el gobernante panista se llama Risk Incorporated, con sede en Miami.

De acuerdo con el periodista, los instructores eran un inglés identificado como Jerry Wilson, que entre 1988 y 1993 habría servido a la armada de Gran Bretaña, y con un destacado desarrollo en operaciones antiterroristas en Irlanda del Norte, además de haber recibido entrenamiento de las Fuerzas Especiales de la Armada de Estados Unidos.

El caso del segundo instructor es todavía más grave. Al parecer se trata del cubano “Jerry” Arrechea, un especialista en artes marciales que, de acuerdo con la versión, pertenece a la organización terrorista anticastrista Comandos F4, con base en Miami. Arrechea sería el hombre de la organización en México.

La llegada de extranjeros con semejante perfil no para en León. Hace poco más de un año, la empresa estadunidense SY Coleman lanzó una convocatoria para contratar a exmilitares estadunidenses con experiencia internacional en la vigilancia de instalaciones estratégicas en el estado de Veracruz.

Ni Pemex ni la Comisión Federal de Electricidad admiten haber contratado a esa empresa que es subsidiaria de L-3 Communications, empresa de seguridad y militar privada que participa en la construcción del muro en la frontera de México con Estados Unidos.

Fuera de las pugnas internas, como ocurrió en el caso de León, o de información llegada desde el exterior, no hay manera de saber cuántos y dónde están actuando estos grupos, al amparo no sólo de empresas privadas, sino de autoridades que utilizan recursos públicos para contratarlas.

jcarrasco@proceso.com.mx

sábado, 5 de julio de 2008

MEXICO MALTRATA A SUS NIÑOS



El llanto de un bebé rompe la noche, la madre grita y él llora más y más, ella no deja de gritar; en el parque un niñito de dos años es subido al columpio a base de empujones y manazos de la madre, de los labios de ella sólo salen descalificaciones, él ni siquiera sonríe. Cada día uno se topa con el maltrato a esos chiquitos que más que ninguna persona en el mundo son los poseedores indiscutibles del derecho a llorar, a ser investigadores obstinados, a ser poco hábiles en las destrezas de trepar al columpio, de caminar, de hablar, de ensayar a hacer pipi en el pañal y también de gritar, es el día a día del maltrato que cada 30 de abril revela cifras aterradoras sobre trabajo infantil, violencia, prostitución, que nos asustan y después las olvidamos. Las lágrimas cotidianas, los gritos desesperados, las miradas tristes en rostros vencidos a los cinco años reflejan la violencia que deja la boca seca, un nudo en la garganta y en algunos momentos el arrojo suficiente para pelear por ellos, aunque no sean nuestros. Según datos que dio a conocer la Unicef en 2006, México es uno de los países más violentos con los niños y advierte: “por detrás de los casos más extremos que ocasionan la muerte, siempre existen muchos más que aunque resulten menos visibles y menos dramáticos implican dosis cotidianas de dolor que causan severos daños”.

La sociedad se forma desde el hogar,si queremos una sociedad tranquila y productiva, sera con el trato respetuoso y el buen ejemplo de los padres,pero si se violenta desde el hogar,los resultados son los que ahora estamos viviendo.