viernes, 13 de marzo de 2009

VIVIR EN EL TUNEL

La desesperanza que se vive en este país me recuerda a “El Túnel” de Ernesto Sábato. La fugacidad de la vida se equipara a las imágenes vistas por primera y última vez desde un coche en movimiento. El trabajo duro se ve eclipsado por la corrupción, el abrazo fraterno palidece frente al resentimiento social. Por eso ya nadie cree en nada. El nihilismo es mucho más cómodo. Es mejor vivir en el túnel. Alejados de los noticieros, los muertos diarios, los secuestros, los ricos que enriquecen y los pobres que empobrecen con cada segundo que pasa. El túnel se llama abatimiento y conduce a la locura.
Úrsula Fuentesberain