viernes, 25 de abril de 2008

LA VERDAD ANTE TODO



Anna Politkovskaya presenta ’La Rusia de Putin’
Tortuga Soviet Lunes,9 de octubre de 2006
Rescatamos esta entrevista publicada el pasado año en nuestra web en tributo a su protagonista, Anna Politkovskaya, asesinada hace unos días en Rusia precisamente cuando estaba trabajando en un artículo sobre las torturas del gobierno ruso en Chechenia. Vaya este pequeño homenaje en honor de alguien quien fundamentalmente creía en la verdad. (Nota de Tortuga)

PACHI ROSES. 6 de abril de 2005. Informativos Tele5.

Anna Politkovskaya es periodista y desempeña su principal labor profesional como corresponsal especial del periódico Novaya Gazeta. Es conocida como “la conciencia moral de Rusia”. Fuerte, seria, es una de las mayores expertas en el conflicto de Chechenia, donde ha estado en numerosas ocasiones.

Ha sido también mediadora en el asalto al teatro Dubrovka de Moscú. E intentó hacer lo mismo en la crisis de Beslan, pero fue envenenada por el Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB) cuando se trasladaba hacia allí.

Acaba de presentar en España su cuarto libro La Rusia de Putin. La hemos acompañado en su presentación para constatar que, allí donde va, allí donde habla lejos de Rusia, hay siempre un funcionario de la Embajada tomando nota de todas y cada una de sus palabras. Sus primeras frases ante la prensa fueron para decir que en Rusia, hoy en día, hay pocos motivos para ser optimista. Considera su último libro como una especie de protección internacional.

Anna, lo que cuenta tu libro impresiona. Sobre todo la falta de valor que se le da al individuo, a la persona. Cómo el Estado ofrece una cara al exterior y cómo aplica otra muy distinta hacia el interior. Con el actual precio del petróleo y su creciente demanda, Rusia gana mucho dinero como gran productor y Putin ha anunciado en Diciembre el desarrollo de un nuevo plan de fabricación de armas nucleares que asegura que estará tecnológicamente una década por delante de sus competidores. ¿Cómo asimilan en Rusia estas noticias que tienen un alto coste económico frente a una realidad de depauperación social?

Nosotros, en general, tenemos una impresión bastante vaga de lo que se propone nuestro Gobierno. Por ejemplo: nos informan cada dos meses de la creación de un nuevo cohete; nos dicen que es mucho mejor que los que pueden fabricar otros países, que es mucho más sofisticado. También sabemos que hay mucha gente en Rusia que protesta contra la puesta en funcionamiento de nuevas centrales nucleares porque Rusia siente pánico ante la posibilidad de un nuevo Chernobil. Y por supuesto, llevamos muchos años sin esperar tener ninguna garantía de que las vidas y la seguridad de la gente que vive alrededor de las centrales nucleares sea protegida por la Administración.

Por eso usted me habla de un Putin para consumo externo, mientras que el Putin que yo conozco es el Putin para el consumo interno. Y esas son, como dicen en Odessa, dos grandes diferencias. Por eso usted me puede comentar novedades de Putin que yo no conozco.

¿Tiene familia?

Sí, claro

¿Cómo se siente?

No tengo ninguna seguridad de que me pueda proteger (...) Para un periodista que trabaja en Rusia no hay ninguna protección garantizada. Allí los guardaespaldas no sirven para nada. Es ridículo que un periodista lleve un guardaespaldas. Aún en caso de llevarlo, no serviría. Mi única forma (de protegerme) es que nunca miento; y mi familia, que me apoya.

Occidente... ¿puede hacer algo por favorecer la situación interna de Rusia?

He tenido ilusiones sobre el papel de occidente, sobre todo a partir de la 2ª Guerra de Chechenia. Pensaba que Occidente no iba a permitir que esta guerra se enquistara porque esta guerra se lleva a cabo en Europa. Sin embargo ahora estoy segura de que Occidente nos apoyará si nosotros demostramos que tenemos un movimiento anti-bélico, un movimiento democrático fuerte y que la calidad (democrática) de nuestro pueblo se aproxima a la que tiene la sociedad occidental.

¿Cómo es el movimiento pacifista en Rusia, en Moscú, que es donde se puede originar?

El movimiento pacifista no se puede decir que haya sido aniquilado. Desde el principio fue bastante flojo porque no aglutinaba distintas capas de la población, no reunía a toda la población. El movimiento que más ha sufrido ha sido el Democrático, que fue destruido en 2003 (tras las elecciones) y solamente ahora cobra fuerzas alrededor de líderes democráticos que intentan unirlos. Sobre todo son movimientos basados en la reivindicación de los Derechos Humanos.

¿Quiénes son esos líderes?

En Noviembre y Diciembre de 2004 la oposición a Putin comenzó a recomponerse. Los primeros fueron los movimientos pro-Derechos Humanos. Sucedió porque no existe un líder en la oposición. Hay líderes que, si demuestran que son demócratas consecuentes, podrían conseguir que la oposición se una para promoverlos como candidatos en las próximas presidenciales.

Antes que nadie está Vladimir Ruskov, que tiene un gran potencial: es joven, inteligente, y procede de las provincias, de la periferia, lo cual es muy importante para la gente de Rusia. Además es de Siberia, la mayor región del país, y eso es positivo.

Uno de los líderes democráticos más carismáticos y emocionales de Rusia es el campeón de ajederez Gary Kasparov*. Es una persona que no teme a nada porque es el hombre del Mundo, tiene una protección internacional. Por lo tanto, ya hoy, puede pronunciar discursos que ni siquiera Ruskov se puede permitir.

El tercer líder es Mijail Kashianov, el primer ministro cesado por Putin. Dijo estar dispuesto a presentarse a la Presidencia y promete movilizar al mundo de los negocios.

Por ésto puedo decir que los últimos dos meses han sido optimistas: podremos elegir entre varios líderes.

¿Qué solución vislumbra al conflicto en Chechenia?

Mientras Putin aplique su actual política no hay salida al actual conflicto de Chechenia. Todos los intentos que se hacen encuentran su más firme oposición. Dicen que se niega a hablar del tema. El 24 y 25 de Febrero se celebraron en el Reino Unido las primeras conversaciones de paz entre chechenos y la sociedad civil rusa, representada en las madres de los soldados rusos. Estas conversaciones no las podemos considerar un éxito, pero es la primera vez que los miembros de la resistencia chechena han podido hacer públicas sus ideas de cómo es posible solucionar el conflicto. Esta propuesta de los líderes chechenos incluye el compromiso, en caso de tregua, de cesar las acciones terroristas. Simplemente se trata de encontrar una solución para evitar el siguiente acto terrorista. Esa es nuestra tarea hoy.

El problema es que Putin no puede controlar al Ejército Federal, que está realizando acciones inconstitucionales fuera del poder judicial. Y los comandantes chechenos no tienen bajo su control a todos los elementos capaces de realizar actos terroristas. Como resultado... el país queda rehén de esa situación.

Estoy segura de que la solución al conflicto está en lo político, no en lo militar. No porque yo sea más inteligente que los demás, sino porque ésta es la realidad. Si las elecciones de 2003 hubieran reportado alguna mejora en Chechenia...

¿Qué tiene que ofrecer Rusia a los chechenos?

El problema es que el verdadero criadero del terrorismo checheno está precisamente en los métodos que el Ejército Federal emplea en Chechenia. Todos estos anuncios de que unos presuntos terroristas árabes que incitan a los chechenos a la violencia se puede decir que es pura propaganda. Yo conozco muchas familias en las que los jóvenes chechenos que hace algunos años ni imaginaban que iban a convertirse en kamikazes ahora se están radicalizando y planteado esa salida.

Lo que tiene que ofrecer Rusia a los chechenos es una conversación de igual a igual, como personas, no como marginados. En estos momentos los chechenos viven en su país como en un campo de concentración y no hay ninguna esperanza de que dejen de luchar para salir de esa situación.

¿Observa usted una palestinización en Chechenia?

La palestinización es evidente para mí. Y a pesar de eso no puedo contestar de forma unívoca si Chechenia quiere ser independiente o no. Las infraestructuras están destruidas. Llevan en guerra 10 años. Las refinerías están destruidas. Las refinerías son la base de la industria chechena. No logran realizar el mantenimiento del oleoducto que pasa por Chechenia. Chechenia está plagada por bandas criminales formadas por ex militares del Ejército Federal mezclados con los combatientes chechenos que juntos se dedican al pillaje y a vender de forma privada el petróleo que pueden encontrar.

Todavía el tema de la independencia se tiene que aplazar. Tienen que pasar muchos años para que se produzca la desmilitarización de Chechenia y que la gente deje de vivir en un estado de represión constante, que es el estado en el que se encuentra actualmente la mayor parte de la población de este país.

Ahora mismo, en lo que se refiere a la política chechena por parte de nuestra administración, se trata de una especie de ajedrez. Un ajedrez alejado de lo que es la dimensión humana de este conflicto. Nadie ha pensado si la gente ha comenzado a vivir mejor. Y ahí es donde está el problema. Putin está empecinado promoviendo unas elecciones, y otras elecciones a pesar de que los actos terroristas siguen y siguen... no importa a quién se elija. Estas elecciones siempre terminan con el empeoramiento de la vida de los chechenos, con el dominio de un gobierne títere cada vez más cruel sin que haya resultado alguno ni para Rusia ni para la República Chechena.

Quiero llamar su atención sobre el hecho de que Chechenia no es un país en Rusia, sino que es un territorio. Pero hay una alternativa. La alternativa existe y pasa por negociaciones duraderas y muy difíciles. Entre ellas el intercambio de figuras: existen criminales de guerra por ambos lados. Estas personas tienen que estar alejadas del terreno de las negociaciones. Mientras no se alejen es difícil hablar. Las partes se tienen que intercambiar estas figuras. Los chechenos tienen que entregar a Basayev y los federales a Kadirov. Hablo de juzgar según la ley, averiguar en qué consisten sus crímenes y darles un tratamiento jurídico. Si no existe este intercambio pocas cosas podríamos conseguir.

Extractos del libro:

EL EJÉRCITO “Qué sentiría usted si sus hijos fueran reclutados al cumplir los 18 años como “recursos humanos”? ¿Cuán satisfecho se sentiría usted de un ejército del que los soldados desertan en tropel todas las semanas, a veces pelotones o compañías enteras? ¿Qué pensaría usted de un ejército donde, en un solo año, el 2002, murieron más de quinientos hombres -todo un batallón- no combatiendo, sino a causa de las palizas recibidas; donde los oficiales roban desde los vales de diez rublos que los soldados envían a sus casas hasta columnas enteras de carros de combate; donde los oficiales se encuentran unidos ante el odio de los padres de los soldados porque con frecuencia, cuando las circunstancias resultan demasiado desgraciadas, las enfurecidas madres protestan por el asesinato de sus hijos y exigen el correspondiente castigo?”

ALEXEI DIKIY Alexei Dikiy es el comandante de un submarino nuclear: el Viliuchinsk. Pertenece a la élite de nuestra flota, y también lo es su nave, parte del podería de la flotilla Kamchatka.

Dikiy recibió una esmerada educación en Leningrado (San Petesburgo) y luego ascendió con honores por ser un oficial dotado con un gran talento. A los 34 años se le consideraba como un comandante de submarinos sin par. En términos de mercado laboral militar internacional, cada mes de servicio aumentaba su valor en miles de dólares. En la actualidad, sin embargo, Alexei Dikiy, capitán de primera clase, lleva lo que solo se puede definir como una existencia penosa. Su hogar es un decrépito hostal para oficiales con las paredes desconchadas, lóbrego y siniestro. Todos los que pudieron hacerlo se marcharon de este lugar para ir a ‘tierra firme’ y abandonaron sin más sus carreras militares. Las ventanas de muchos sitios deshabitados están cerradas. Este es un lugar frío, inhóspito, donde se pasa hambre. Muchos han huido empujados por la miseria. El capitán Dikiy me dice que cuando hace buen tiempo, él y otros oficiales superiores salen a pescar para tener algo digno que llevarse a la boca.

En la mesa de la cocina ha dejado lo que nuestra madre patria le da en pago de su irreprochable y leal servicio. Dikiy acaba de traer del submarino sus raciones mensuales envueltas en una sábana de la nave. Consisten en dos paquetes de judías secas, dos kilos de harina de trigo y arroz, dos latas de los guisantes más baratos, dos latas de arenques y una botella de aceite vegetal. (...) Dikiy no se queja, solo constata un hecho. Es todo un hombre. Para ser más exactos, es muy ruso. Está habituado a las privaciones. (...) Estas latas y bolsas de papel contienen el suministro mensual para los tres miembros de la familia del capitán Dikiy.

(...) Cuando no hay dinero, Dikiy no come a bordo del submarino (aunque los oficiales tienen derecho a la comida), sino que se lleva la comida a su casa y la comparte con su familia. No tiene otra manera de alimentarlos. Como resultado, Dikiy es una sombra, muy delgado. Su rostro tiene una palidez enfermiza, y no hay duda del motivo: el capitán del mejor componente del escudo nuclear de Rusia pasa hambre.

BESLÁN En la mañana del 1 de Septiembre, una banda internacional tomó como rehenes a las personas que se encontraban en la escuela Nº 1 de la minúscula ciudad de Beslán, en Osetia del Norte, y exigió el cese de la 2ª Guerra de Chechenia. Los terroristas se hicieron con la escuela a la hora de la fiesta matutina, común a odas las escuelas de Rusia, con la que se celebraba tradicionalmente el inicio del curso escolar. Es habitual que a esa celebración acudan familias enteras, abuelos y abuelas, padres, tías y tíos, en especial cuando se trata de familias que acompañan a los más pequeños a iniciar la andadura escolar, y esa es la razón de que la cifra de rehenes alcanzara el millar y medio de personas.

Los servicios de inteligencia declararon que “no había mucha gente” en la escuela, apenas 354 personas, y las autoridades reprodujeron la cifra en los mismos términos. Los terroristas respondieron: “si se creen que solo hay 354 personas, será que esas son las que terminará habiendo”. Entretanto, los familiares de los rehenes, que se habían reunido en las afueras de la escuela lo negaron: “¡Estáis mintiendo!”, clamaron “¡Los rehenes pasan de mil!”

Pero nadie quiso escuchar a los familiares. Y no los escucharon. Entonces, intentaron hacerse oír por las autoridades por medio de los periodistas, que viajaron a Beslán; pero los periodistas no hicieron más que transmitir la información oficial. Y los familiares cebaron su ira precisamente en los periodistas.

Como quiere que sea, lo cierto es que durante el 1 de Septiembre y la primera mitad del día siguiente, el gobierno se sumió en un inaceptable estado de conmoción que lo condujo a entorpecer todo tipo de negociación. Sencillamente, el Kremlin no autorizaba a negociar. A todo aquel que mostraba estar dispuesto a impulsar una negociación le asustaban con lo que podría pasarle, al tiempo que los negociadores que reclamaban los propios miembros del comando andaban escondidos por no se sabe qué rincones o se habían marchado del país. Fueron cobardes en un momento en que no tenían derecho a la cobardía. Ese fue el caso de los presidentes de Ingushetia y Osetia del Norte, Ziazikov y Dzasojov, y lo mismo hicieron el consejero de Putin sobre Chechenia, Aslajanov, y el doctor Roshal. Todos ellos encontraron después alguna excusa, pero el hecho permanece ahí incontrovertible: ninguno entró en la escuela.

Sobre el fondo de tanta cobardía, lo que más temían los familiares de los rehenes era que se repitieran los sucesos del teatro Dubrovka (...) y que las autoridades dieran la orden de asalto y entonces ya no se pudiera evitar un elevado número de víctimas.

(...) Todas y cada uno de las personas que integraban el cuartel general estaban dedicadas a proteger sus carreras profesionales y no a salvar las vidas de los niños. Antes de que llegara el día 3 de Septiembre, el día del desenlace, ya había una cosa clara: el mecanismo de “mando vertical” impuesto por Putin y articulado sobre el pánico atroz que generaba la dependencia de las decisiones de una sola persona, el propio Putin, era inútil e incapaz de salvar ni una vida, cuando era precisamente eso, de salvar vidas, de lo que se trataba.

(...) El asalto se produjo el 3 de Septiembre por la mañana. Los combates en la ciudad se prolongaron hasta última hora de la noche. Hubo muchos muertos entre los terroristas, pero algunos consiguieron atravesar los sucesivos anillos de seguridad y escapar. Comenzó el recuento de los rehenes muertos, que aún no ha acabado. En las afueras de Beslán desbrozaron un terreno y lo convirtieron en un inmenso cementerio para cientos de nuevas sepulturas. Nada se sabe de unos cien rehenes, a los que las estadísticas consignan como desaparecidos. Algunos consideran que se los habrían llevado como rehenes los supervivientes de la banda. Otros creen que fueron convertidos en ceniza por los potentes lanzallamas con que están equipadas las unidades de misiones especiales.